Edita: Fidio (Foro Indalo de Debate, Ideas y Opinión / Twitter: @opinionalmeria / Mail: laopiniondealmeria@gmail.com

Otra vez sin salidas

Jerónimo Molina Herrera
Economista


La discusión entre los partidarios de un trazado ferroviario de carácter radial, con centro en Madrid, y los defensores de una alternativa que conectase las regiones periféricas ha sido una constante en la historia reciente de España. Tantos años después, cuando estamos obligados a pensar el diseño de los grandes ejes de comunicación desde una perspectiva europea, vuelve a plantearse la necesidad de articular el arco mediterráneo sobre las bases de un tren suficiente y eficiente, que facilite los desplazamientos de pasajeros y mercancías y favorezca el desarrollo económico de la región.

Obras del AVE en Almería, en punto muerto

La conexión de Almería con este esquema radial a finales del XIX alteró para siempre la dinámica de las comunicaciones de nuestra provincia, que hasta ese momento habían dependido casi en exclusiva del tráfico marítimo a través del Mare Nostrum. Desde entonces el contexto territorial ha cambiado mucho, y las poblaciones costeras han ganado protagonismo en detrimento del interior rural gracias al empuje de la agricultura intensiva.

"Nuestro déficit en infraestructuras contrasta, y mucho, con el enorme desarrollo económico almeriense en el último medio siglo"

El aislamiento es, junto a la escasez de recursos hídricos, el mayor reto al que se enfrenta la provincia. El abandono secular de nuestra red viaria se ha visto agravado por el desequilibrio inversor que trajo consigo la autonomía andaluza, con lo que podemos decir que las comunicaciones almerienses por tren están peor que hace más de un siglo. Nuestro déficit en infraestructuras contrasta, y mucho, con el enorme desarrollo económico almeriense en el último medio siglo. Una paradoja cuya responsabilidad recae sobre las diferentes Administraciones.

Nuestro stock de capital privado acumulado es infinitamente superior al de capital público, hasta el punto de que este último, en vez de poner los medios para facilitar el desarrollo, está siendo un factor retardante de nuestro crecimiento. Las consecuencias de este aislamiento no solo dificultan los desplazamientos desde Almería, sino que además inciden directamente sobre el coste de los medios alternativos, como bien sabemos cada vez que cogemos un avión a Madrid y tenemos que hacer frente, muy probablemente, a una de las horas de vuelo más caras del mundo. Lo que no solo afecta a nuestros bolsillos a corto plazo, sino que a largo la combinación de las limitaciones de nuestro ferrocarril con el sobreprecio del avión nos impide aprovechar mejor algunas de las oportunidades de negocio para las que, con nuestro clima y nuestras infraestructuras turísticas, seríamos especialmente competitivos.

"Que me corrijan técnicos y especialistas con sus argumentos (y no políticos, por favor), pero, hasta donde yo sé, el transporte de mercancías no está entre las prioridades, y sería un gran error estratégico"

Ahora, de nuevo, se vuelve a plantear la necesidad de unir por tren el litoral mediterráneo y la llegada de la alta velocidad a Almería desde Murcia. Un proyecto que cuenta incluso con algunos kilómetros de vía ya realizados. Sin embargo, y sin entrar en plazos, me pregunto si la llegada del AVE a la capital en los términos previstos soportaría un transporte de mercancías y en qué condiciones se podría realizar. Que me corrijan técnicos y especialistas con sus argumentos (y no políticos, por favor), pero hasta donde yo sé, el transporte de mercancías no está entre las prioridades, y sería un gran error estratégico.

De lo que sí estoy absolutamente convencido es de que Almería no requiere solo de un tren de pasajeros eficiente, que también, sino sobre todo de una vía para la salida de unos productos de los que, directa e indirectamente, depende el 40% de la economía de la provincia. Lo uno sin lo otro no tendría sentido.

Fuera del ámbito de lo público, el empresariado almeriense también tiene ante sí una responsabilidad inexcusable. El transporte ferroviario, al igual que el marítimo, se realiza o bien por grandes empresas con capacidad suficiente para fletar un tren o un barco, o en su defecto ha de ser una opción colectiva de múltiples pequeñas y medianas empresas. A diferencia del transporte convencional por carretera, de los camiones que pueblan nuestras autovías, estos medios de transporte masivos requieren de una organización logística en origen que agrupe y sume cargas de diversos exportadores para hacer económicamente rentables los envíos, además de una plataforma de distribución en destino que gestione la redistribución rápida y eficiente de la mercancía y su llegada al comprador en tiempo y forma.

Lamentablemente, hoy por hoy carecemos de una organización similar en nuestra provincia, y quién sabe si de una cultura empresarial lo suficientemente madura y extendida como para pasar de la opción individual del camión, tradicional en nuestro campo y defendida todavía por muchos por su flexibilidad cortoplacista, a otra colectiva como el ferrocarril, que exige la coordinación y la suma de esfuerzos a largo plazo. El ejemplo más evidente lo tenemos en los sucesivos fracasos que hemos padecido a la hora de intentar poner en marcha circuitos marítimos para nuestras hortalizas, que han fracaso precisamente por este déficit colectivo.

"A mediados de los años 80 la provincia se movilizó bajo el slogan de “Almería sin salidas” para variar el trazado de la autovía del Mediterráneo, que al llegar a Puerto Lumbreras se dirigía a Baza camino de Granada y Sevilla"

A mediados de los años 80 la provincia se movilizó bajo el slogan de “Almería sin salidas” para variar el trazado de la autovía del Mediterráneo, que al llegar a Puerto Lumbreras se dirigía a Baza camino de Granada y Sevilla. Entonces se consiguió conectarnos con la modernidad. Ahora tenemos un problema añadido, y es que vamos contrarreloj. No sabemos cómo será el transporte de mercancías y pasajeros dentro de 20 ó 30 años, pero no cabe duda de que la revolución tecnológica dejará atrás en breve al camión tradicional, tanto por nuevos desarrollos como los vehículos sin conductor, como por factores medioambientales, de ahorro energético y presión social por parte de nuestros clientes, que suman incertidumbre a una decisión de inversión a largo plazo que debemos tomar con la suficiente reflexión previa.

"Son muchas las declaraciones y las promesas de políticos sobre el ferrocarril, pero ninguna se materializará a no ser que haya una presión social suficiente que los obligue"

Son muchas las declaraciones y las promesas de políticos sobre el ferrocarril, pero ninguna se materializará a no ser que haya una presión social suficiente que los obligue. En otras provincias del litoral se han organizado y están consiguiendo que el Corredor Mediterráneo sea una realidad. Es necesario, por tanto, que todas las fuerzas de nuestra sociedad civil y de la Almería económica se sumen a esta justa reivindicación, y empuje con su fuerza a nuestros políticos.
(Publicado en la edición especial de La Voz de Almería con motivo del encuentro empresarial por el Corredor Mediterráneo. Autorizada su reproducción).