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El crítico Borja Terán descubre los puntos flacos de 'La familia de la tele'

Tamia Artajo
@opinionalmeria

La familia de la tele, el programa producido por La Osa Producciones Audiovisuales, se ha estrenado por fin en La 1 de RTVE. Se han emitido dos capítulos, el primero, de presentación, y el segundo, se supone más cercano al programa que se quiere ofrecer cada día. Sería este segundo capítulo el que es motivo de análisis. Como evaluación global no puedo hacer una valoración positiva del programa. Se nota que hay medios suficientes para hacer un buen producto, pero reinan la improvisación y el totum revolutum. Hay exceso de presentadores, no se delimitan claramente los temas a tratar, hay una desconexión con el público de plató… En fin, una decepción.

El artículo de Borja Terán sobre 'La familia de la tele'

Uno de los analistas más prestigiosos de televisión que hay en España es Borja Terán, que ha publicado un artículo sobre el estreno de La familia de la tele en 20 Minutos. Con mucha frecuencia los críticos de televisión obedecen a intereses nada claros. No es el caso de Terán, que escribe lo que piensa sin obedecer a consignas. Estos son algunos de sus duros pensamientos sobre el estreno de La familia de la tele: 

Liderazgo: “Este magacín quería recuperar el alma de los grandes magacines de la cadena pública. Aquellos de Jesús Hermida o María Teresa Campos. O así se vendía. La diferencia es que aquí no hay ningún Jesús Hermida ni ninguna María Teresa Campos al frente. No hay un liderazgo. Y tampoco  existe ninguna de las dos obsesiones de Jesús y María Teresa: que el magacín tuviera orden de espacios reconocibles en el ojo del espectador y, sobre todo, nunca dejara de contar historia”.

La familia de la tele / La 1

Ruido: “No había un reportaje en exterior que aportara descubrimiento, no había una entrevista a alguien relevante que hiciera levantar la mirada, no había conversación que enseñe algo más que intentar vender ciertos reclamos que no eran rematados. Solo un vaivén de ruido. Solo provocar memes. Pero la televisión pública es todo lo que no cabe en un meme”.

Lydia Lozano: “Terrible el momento en el que pringan a Lydia Lozano en la cara con la colonia de su madre, recientemente fallecida. Para que llorara. Tan tosco, tan empobrecimiento de la tele pública. Porque la tele pública debe tener un fondo. No debe confundir modernidad con apología de la ignorancia. No debe confundir entretenimiento con empujar al dolor o reírse de la incultura, como también intenta el programa en su primer día en el plató poniendo a pronunciar en latín a Belén Esteban”.

Improvisación:La familia de la tele en La 1 no se puede dejar a la improvisación de 'a ver qué hacen en el plató'. No se puede vender solo por 'sus rostros'. No se puede fiar todo a una popularidad. Porque el público de TVE espera más profundidad. Y, si no hay orden ni concierto, la audiencia se marcha. Además el programa puede arrastrar a la bajada de audiencia del resto de la programación de La 1, devaluando su marca”. 

No perfila nada: “Es la gran debilidad de La familia de la tele: no perfila nada. Se queda en un debate hacia ninguna parte. El programa necesita tiempo, pero solo si se tranquiliza y busca una meta para aportar socialmente. Porque para escuchar ruido de tasca ya uno se va a una terraza a tomar cañas en plena primavera. María Patiño parecía notarlo en directo e intentaba con su curiosidad ordenar y abrir ideas. Se notan sus horas de plató. Sin embargo, es que no tienen temas. No pueden hablar de Telecinco, no pueden criticar lo que solían hacer en su emisión en el pisito del canal Ten. Deberían enviar más a sus personajes a lugares que enseñen algo para crear la fusión del meme con el descubrimiento de tele pública.  No es suficiente con el corazón de hace dos décadas, en un mundo en el que los personajes del corazón han cambiado”.

El público: “En la anarquía tampoco ayudó el plató. Bonito en su set central, que simula una gran y colorista plaza, pero que no funciona si el espectador no se ubica en él. No se entiende muy bien cuando están sentados en el sofá con un público detrás mirando al vacío, que parece que están viendo El diario de Jorge Javier Vázquez en Telecinco y no a ellos”.

Público joven: “El punto fuerte de La familia de la tele está en que ha aupado la audiencia joven en la tarde de TVE. Pero la tele es jugar a la congregación, al intercambio generacional, al no creer que con tu presencia basta. Falta un guion que hasta los colaboradores sepan seguir. La televisión pública tiene que ser divertida, ser abierta, retratar la sociedad. Pero no puede ser un podcast de amigos viviendo en el recuerdo de sus años dorados”.

Empobrecimiento: “Un programa en el que no paran de pasar cosas y, en realidad, no pasa absolutamente nada. Bueno sí, el empobrecimiento de la televisión pública”.

Si deseas leer el artículo completo de Borja Terán, pincha aquí.

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