Estamos muy cerca, esa es la realidad. Los tres tramos en obras de la plataforma ferroviaria del Corredor Mediterráneo en la provincia de Almería presentan ya un alto grado de ejecución, a pesar de que algunos y algunas han seguido empeñados en mirar al dedo cuando hemos estado señalando la Luna. Es decir, en situar el debate de su conclusión en unos meses arriba o abajo. Lo que sí es evidente, pero no siempre se advierte, es que si el Partido Popular hubiese cumplido con lo que prometió, el AVE ya llevaría tiempo transportando pasajeros a gran velocidad por las vías que pronto atravesarán nuestra provincia.
Recordar lo que ocurrió viene bien para no olvidar todos los bulos y las mentiras que esparcieron sus dirigentes con el único fin de que los almerienses no protestáramos demasiado: que si las tortugas molestaban, que si se habían construido tramos en mitad de la nada… El final de todo aquello fue que el PP salió del Gobierno sin invertir ni un solo euro y dejándonos de herencia el tapiado de los túneles, su mayor y más insigne obra. Para llegar hasta aquí, a este momento tan ilusionante donde se empieza a vislumbrar el final de las obras, han tenido que ocurrir algunas cosas. La más importante ha sido la de tener al frente del Gobierno de España a un presidente que dijo sin vacilar que apostaba por Almería. Pedro Sánchez junto a la Vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha sido la encargada de incluir las inversiones en los presupuestos, están haciendo realidad esta justísima reivindicación de los almerienses y las almerienses.
Las obras del AVE son extraordinarias, no sólo por los 3.500 millones de euros que se invierten en los 200 kilómetros que hay entre Almería y Murcia, sino también por las soluciones tecnológicas que se están aportando. Este es el caso del viaducto de ‘Los Feos’, en el municipio de Lucainena de las Torres, o del túnel que se construye en Viator, que cuenta con una galería que alcanza los casi 900 metros. La velocidad a la que progresa una infraestructura de esta envergadura es muy llamativa para cualquiera que en este tiempo le haya prestado un poco de atención, al igual que las obras que se ejecutan para integrar el ferrocarril en la capital. Hoy, como almeriense, puedo decir que me siento tremendamente orgulloso de vivir este momento y estoy convencido de que la gran mayoría de la sociedad también se siente así, a punto de tocar el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario