En la Catedral de Almería se ordenó sacerdote el gallardero Antonio Jesús
Navarro, junto a otros dos jóvenes seminaristas de la diócesis, Juan Antonio Pérez, de Félix, y Jesús Manuel Rodes Cano, natural de Antas. La
catedral resultó pequeña para acoger a todos los presentes: sacerdotes
diocesanos, venidos de otras diócesis, religiosas, familiares, y fieles
procedentes de las parroquias en las que están destinados, así como de sus
pueblos natales. Sus nombres pasarán a la historia de la Diócesis de Almería,
pues no se vivía una ordenación triple desde 2016. Los seminarios y conventos
siguen vacíos, proclamó Javier Cercas, autor de su novela de no ficción El
loco de Dios en el fin del mundo, quien acompañó al Papa Francisco en su
viaje a Mongolia en 2023. “Ha bastado un disco de Rosalía, una película de Ruiz
de Azúa y alguna cosa más para que algunos proclamen en los periódicos el
retorno de Dios…”, publicó el pasado sábado.
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| Los tres nuevos sacerdotes, con el obispo / A. Torres |
Si la catedral quedó pequeña, el domingo, 30 de noviembre, la
Iglesia-Parroquial de San José de Los Gallardos quedó repleta de paisanos,
personas venidas especialmente de Turre y Vera, los alcaldes de Bédar y Los
Gallardos, Ángel Collado y Francisco Reyes que intervino al final para
felicitar en nombre del municipio a Antonio Jesús. También asistieron
exalcaldes como la gallardera María González y Félix Mariano López de Vera.
Todos, no quisimos perdernos un día tan importante como fue asistir a la primera
misa de nuestro vecino Antonio Jesús Navarro Vicente (Los Gallardos, 1999),
hijo de albañil y de dependienta. El desarrollo religioso fue muy emotivo que
impresionó por la organización y las voces en los cánticos religiosos. “Yo
quise celebrar”, destacó Navarro a este periodista, “la misa propia de Cristo
Rey por resaltar el reinado universal de Cristo, reino de verdad y vida,
santidad y gracia, de justicia, amor y paz”. Desde el lunes pasado, sin
descanso, ejerce de vicario parroquial del Arciprestazgo de Vera, Palomares,
Antas, Lubrín y Uleila del Campo. El viernes pasado, Navarro Vicente nos
confesó su línea de trabajo en el que atiende la realidad de la población
migratoria que se ha asentado en la zona como impulso para la atención a
mayores, enfermos y el papel determinante en la agricultura de casi toda la
provincia. Se quiere combatir la soledad que no cuida la inteligencia
artificial, ni el algoritmo. Se necesita inteligencia emocional y como señala
mi admirada periodista Luz Sánchez-Mellado “Jesucristo fue crucificado con un
ladrón a izquierdas y otro a derechas, que corruptos hay en ambos bandos”. La
frase que le gusta utilizar al nuevo sacerdote gallardero para resumir su labor
es: “Mostrar el amor de Dios al mundo, a todo ser humano”. El actual Cura-Párroco
de Los Gallardos, Víctor Manuel Fernández, tomó la palabra para animar al nuevo
sacerdote, en una tarde grande para los creyentes con las campanas a pleno
rendimiento, tal como ocurrió con Esteban Belmonte Pérez, el primer sacerdote
nacido en Los Gallardos, exrector del Seminario, exsacerdote de poblaciones
importantes como Vera, o durante mucho tiempo en San Pedro de Almería.
Antonio Jesús Navarro desde sus primeros estudios en el Seminario ya
portaba su sotana negra con orgullo. Desde que era un niño comenzó a acercarse
a la parroquia con el fin de ayudar en lo que podía hasta que puso sus
ilusiones y sueños de ser religioso en la figura del sacerdote Francisco
Alarcón Alarcón (Albanchez, 1934), tío de la actual concejala, Esther González
Alarcón, docente en la Universidad de Almería y que coordinó Los
Gallardos. Mucho más que cien años de historia donde aparece un
trabajo de ambos curas sobre la creación de la Parroquia de Los Gallardos con
la génesis del obispo Santos Zárate que llegó a Almería a finales del siglo
XIX. El curtido sacerdote Alarcón cantó su primera misa hace 64 años. Arrancó
aplausos por su tono jocoso y de sabio al referirse a su relación con Antonio
Jesús durante la misa. “La gente pensará que este cura viejo lo ha engañado. Yo
nunca me acerqué a ti. ¿Verdad o mentira? No te dije ni que fueras cura cuando
te conocí. Tenías 14 o 15 años. No te llamé, no te engañé, no te dije nada. Te
acercabas por la plaza con tu bicicleta. Me hacías preguntas de persona mayor
sobre la fe, la marcha de la Iglesia y la alegría con la que te interesabas. Al
final, me di cuenta de que fuiste tu quien me engañó. Y él insistiendo que
quería ser cura. Le dije: ve a la oración y pregúntaselo al Señor que será
quien te llamará. A los pocos días, me informó que el Señor le dijo sí…El
evangelio de hoy no es solo para los curas, sino para todos ustedes, para cristianos
y no cristianos porque al final nos preguntarán si hemos tratado bien o mal al
prójimo. A los fieles tienes que tratarlos bien con amabilidad porque hay
algunos que al hacerse curas se crecen y al final se hacen unos desgraciaos que
se creen los amos del mundo cuando suben. Y no son nada”. Antonio Jesús Navarro
reiteró: “Alarcón es mi modelo sacerdotal y el que me ha guiado desde niño para
afrontar con alegría, en acción de gracias y también con cierto respeto”.
Es consciente de la exigencia del ministerio: “Lo vivo siendo consciente de la
grandeza del sacerdocio y de lo que espera la Iglesia de mí. Estoy contento, y
confío que el Señor me ayudará a llevar a cabo todo lo que Él me pida”. Le
tocará combatir bulos de La sociedad del vacío, teoría del filósofo
Lipovetsky sobre la era posmoderna, caracterizada por el individualismo. El
sacerdote Francisco Alarcón, autor de una decena de libros con títulos
como La juventud exige cambio. Se
licenció en filosofía y en Teología dogmática en la Universidad de Comillas, y
en Filosofía y letras en la Complutense. Nieto de Francisco
Alarcón, el tío Molinero, que impulsó una de las primeras fábricas de harina de la provincia en Los Gallardos, hace un siglo. La
maquinaria y edificio son patrimonio local.
El veterano y prolijo, Alarcón, me propició colaborar con la revista Tierras del Sur que dirigió José María Javierri. Era 1977 y mi reportaje fue sobre la Asociación Naturista de Andalucía, y la primera playa naturista de Vera. Y la foto mítica de la película Novecento, una epopeya sobre la lucha de clases en portada. Javierre, el amigo de Alarcón, fue director, durante los últimos años de la dictadura franquista, de El Correo de Andalucía, La sonrisa seductora de la Iglesia, título de una biografía escrita por Antonio Lorca. Esa sonrisa se la percibí en la portada y por sus apariciones en TVE y en Canal Sur.


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