Javier Menezo
Abogado
Hay que ver lo que gusta a 
nuestros gobernantes anunciarnos su intención de descender, en un futuro, así en 
abstracto, los impuestos que previamente nos han subido. Recuerda aquella 
canción de Mary Poppins de con un poco de azúcar la píldora que os dan sabe 
mejor. En abril, el alcalde nos anunció su intención de bajar en futuros 
ejercicios el IBI. Supongo que casualmente será justo antes de las siguientes 
elecciones.
Pero si no querían trasladar esa intención a este mismo ejercicio 
cuando estamos en plena recesión, al menos podrían no haberlo subido, porque mi 
recibo es un 10% superior al del año pasado. Esto indica que tienen muy poca 
confianza en las previsiones del Gobierno, que es de su mismo signo político. Si 
la tuvieran adelantarían la rebaja que, insisto, seguro va de dejarlo como 
estaba en 2012, si no al tiempo, pues a partir del año próximo se habría 
iniciado esa recuperación económica tantas veces prometida y una reforma de la 
Administración que mejorarían los recursos de las corporaciones locales.
Por si 
nos faltaba algo, leemos además algunas afirmaciones desconcertantes, como la de 
que se adelanta el período de cobro porque a muchos ciudadanos les sale la 
declaración de la renta a devolver y pueden aprovechar ese dinero para pagar el 
IBI. Luego se sorprenden de que no salgamos a la calle a vitorear. En primer 
lugar, si resulta a devolver no se trata de un regalo que nos hace el Gobierno 
central. En realidad, a lo largo del año se pagó de más y ese ciudadano dio un 
préstamo al Estado que ahora devuelve sin intereses, y eso después de haber 
subido el IRPF que también tienen intención de descender.
Pero ¿qué ocurre con 
aquellos a los que les sale el IRPF a pagar? ¿Se les retrasa el período de cobro 
del IBI en justo paralelismo con el adelanto para los que les sale a devolver? 
Por otra parte, parece que en esta Almería ideal se olvida a un grupo de 
ciudadanos que no tienen que hacer la declaración. No es por suerte, es porque 
no tienen ingresos. En Almería capital hay 27.000 parados. No es por incordiar,  pero son 4.000 más que cuando se formó el actual consistorio y 17.000 más que 
cuando el alcalde tomó posesión en 2007.
Lo peor es que un 25% de los parados 
lleva más de dos años sin trabajo y otro 19% entre uno y dos; que ese paro de 
larga duración se ha cebado en mayores de 45 años con hijos, con su secuela de 
pérdida de ingresos y agravado por las reformas en la protección por desempleo 
del gobierno del mismo signo que el del Ayuntamiento, mientras crecen gastos 
como ese IBI más caro ¿importan estos ciudadanos a nuestro alcalde?


¿Esto se aprobó en Pleno?¿qué dijo la oposición?¿Si las viviendas valen menos porque no pagan menos?
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