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El día que Rafael Leopoldo Aguilera se rebeló contra los censores

Juan Folío
La Opinión de Almería

No ha sido en un artículo de prensa. Ha sido en su página de Facebook. El que hasta hace unos pocos días ha sido director del Instituto de Estudios Almerienses (IEA), Rafael Leopoldo Aguilera Martínez-Oña, se rebela contra los censores.

Rafael Leopoldo Aguilera
“¡Cada día se hace más árido y hostil poder decir con correcta educación, sin necesidad de utilizar vocabulario obsceno o frívolo, opiniones diferentes a un hecho de cualquier índole!”, se queja. Y añade: “Y a veces ni nos afecta de forma directa ni diferida, pero es de una imposibilidad psíquica por las numerosa lluvia de pedradas que te caen..., y eso cuando no te llaman por teléfono o te mandan un correo electrónico para que desistas de un pensamiento tan pueril, según la parte interesada...”.

La denuncia de Aguilera ha tenido sonoro eco en la misma red social, y así Pepe Artés se suma a la queja: “Rafael, perdona que a veces abuse de tu amistad y opine en tus comentarios que siempre son con un fondo argumentado y correcto, pero es que yo ya estoy harto de haber sido tan correcto y amable, estoy en una edad y época de mi vida que si me tocan mucho los c...es los mando directamente a la misma kk, tanto aguantar impertinencias de la gente y luego no puedes decirle la verdad en la cara. Ya sabes mis consejos que en nada son aconsejables, pero que yo practico casi a diario. Saludos”.

Responde Aguilera: “Estimado Pepe, si tú dices que hay que reformar la ‘vetusta’ Constitución española, por los motivos que sean, te caen pedradas hasta desde el Cerro de San Cristóbal, que ni saben dónde está; pero lo dice, por ejemplo, un ejemplo…, no nombro a nadie, jolines, les faltan agasajos abrumadores, y entonces a partir de ahí, todos, sin excepción, como el flautista, todos al mismo compás; que por alguna cuestión, lo que había dicho ha sido mal interpretado, reculamos todos, pero como seas tú, reculas pero golpe a golpe, fuera de la fotografía, el siguiente... Lo jodido de todo esto es que hay personas que se dedican las ocho horas a rastrear todo tipo de comentario que pueda ser, presuntamente, hostil, para ser apercibido o recriminado...”.

España comienza a amanecer

Rafael Leopoldo Aguilera Martínez

Tras la celebración de las elecciones municipales y elecciones autonómicas en determinadas comunidades autónomas me da la percepción de que se va a producir una convulsión social, económica y política, con la adopción de medidas de carácter económico que hagan estrangular las economías domésticas para poder salir del verdadero y auténtico fondo del pozo en el que nos encontramos sumergidos. En estos días, la megafonía torpedeante electoral nos impregnará de su sabor dulce y verbo cálido y simpático, como diciendo que “volverá a reír la primavera, que por cielo, tierra y mar se espera”, y ojala sea así, y tras las tomas de posesión se adopten medidas locales y autonómicas, dentro del poco o mucho margen competencial, conducentes a dinamizar el sector económico, porque de lo contrario, el sector cívico social quedará más “tocado” y “hundido”.

Unas municipales nos trajeron la II República, y estas municipales y autonómicas algo nos deben de traer, como los Magos de Oriente, desde un cambio de rumbo del invertebrado país, con elecciones generales anticipadas, con la connivencia o no de los sindicatos de clase y otros, sí sacasen sus “banderas de enganche”  revolucionario decimonónico,  hasta las cansinas y enraizadas luchas dialécticas en los hemiciclos de la soberanía del “voto cautivo” entre el pluralismo político reinante, más enconamiento de los afines al independentismo nacionalista. Mayor paro estructural, coyuntural nacional y no nacional. Emigración de nuestros universitarios, tras los elevados costes económicos de haberles formado académicamente,  “vente pa Alemania, Pepe”. Más servidumbre y servilismo en la “Función pública” de los empleados, que no públicos, como dice la Web de la Junta de Andalucía,  para tener mayores estómagos agradecidos de falta de ejemplaridad pública, más corrupción burocrática maquinal, etc., etc., etc. , y cómo no, la intervención en España de la Unión Europea para rescatarla del déficit en el que nos encontramos, para mantenernos “en primera división”, y jugar la champions league, o la liquilla de ascenso.

Lo peor sería que la “memoria histórica” se repitiese, con el camino que están tomando los acontecimientos y veremos a ver a dónde nos conduce esta situación desesperanzadora, con tanta condescendencia y vehemencia cívica, sí al apocalipsis gubernamental o a “que en España empiece a amanecer”.

Cierre de fronteras, ¡ya!

Rafael Leopoldo Aguilera

Europa, la Unión Europea, no puede seguir aplicando el Tratado de Schengen en relación a la libre circulación de personas. Debe de ponerse coto a las migraciones irregulares de personas indocumentadas del norte de África,  y también de otros países, sean del este o del oeste,  que todos los días entran en nuestro territorio nacional y se asientan sin control gubernamental alguno. Esto no supone dejar de ser solidarios, sino, al contrario, mantener y aumentar nuestra cooperación para con quienes lo necesitan, pero desde sus lugares de origen, que es donde deben de salir hacia adelante, desarrollando socialmente y económicamente sus territorios.

Estas corrientes migratorias sin control alguno, vengan de donde vengan, lo único que nos crea es una sensación y percepción de inseguridad ciudadana, sobre todo en estos momentos de gran carestía económica que estamos atravesando, en especial España, y que vemos a muchos inmigrantes deambular por determinadas zonas, de día y noche, con rostros apesadumbrados y cabizbajos por el fracaso personal, sin más esperanza que la búsqueda de un trabajo que les permita ir subsistiendo. Cuestión actualmente difícil, por no decir, imposible, para los nacionales de toda la vida.

Es inadmisible que el Estado pueda seguir soportando económicamente la llegada de más inmigrantes sin tener la esperanza de que puedan tener un trabajo que les permita sobrevivir ellos y sus familias, y colaboren en nuestra Patria en aumentar nuestro desarrollo, con independencia de que remitan divisas a sus respectivos países para poder ir saliendo de las situaciones de injusticia que viven en sus lugares de origen.  Y que gracias a la labor caritativa de instituciones como la Iglesia Católica, los acoge en sus diversas asociaciones o congregaciones, paliando enormemente este caos, que un día se va a convertir en una convulsión social.

Nuestros hospitales están repletos, con sanidad pública o privada; qué decir de las cárceles, saturadas de inmigrantes que han vulnerado el Código Penal. No hay trabajo para tantas personas que nos llegan, y siguen llegando, en búsqueda no solo de trabajo sino de libertad, y a veces, también con otras intenciones, no queriendo aceptar nuestros principios y valores constitucionales y democráticos.

Es necesario que España, nuestra plurinacional e invertebrada nación de naciones, inste a la UE y vuelva a implantar las fronteras y el control aduanero, hasta en Gibraltar hasta que no nos lo devuelvan, el pasaporte o visado la libre circulación de personas, y evitar todos estos flujos migratorios sin oficio ni beneficio. Bueno, a algunos/as les han buscado hueco en listas electorales municipales, y nuestros universitarios con el sueño germano de los tecnócratas del franquismo “Vente a Alemania, Pepe”.

Porque puede darse ahora que, ante los brotes verdes, o amarillentos, del cansino lenguaje de lo correctamente político, hasta el turismo nacional y extranjero, que está despertando de su letargo viajero, sobre todo, por las situaciones socio-políticas de países árabes, vaya a otros lugares de esparcimiento y ocio, y el nacional se quede en sus domicilios haciendo guardia de centinelas por temor a dejar sus viviendas vacías, y pendientes en sus estancias viajeras de no ser sorprendidos por personas a las que les agrada con descaro lo ajeno.

Coherencia de vida integral

Rafael Leopoldo Aguilera

La Opinión de Almería ha publicado al menos seis artículos analizando la reciente sentencia del TC sobre el caso de la profesora Resurrección Galera. En casi todos ellos, incluído el publicado en el diario conservador ABC, hay felicitación por la sentencia, a la vez que crítica hacia la actitud de la Iglesia, la administración educativa e incluso el TSJA. Hemos recabado de nuestro colaborador Rafael Leopoldo Aguilera, conocido por sus profundas convicciones religiosas, su opinión al respecto.

En estas fechas estamos leyendo y viendo cómo en algunos medios de comunicación social se están reflejando posturas de intervinientes sociales, que trafican con el conflicto personal,  que  han realizado un análisis sesgado de la Sentencia del Tribunal Constitucional que resuelve el recurso de amparo interpuesto por doña Resurrección Galera Navarro en el mes de mayo de 2002, incluso, sin adentrarse en un estudio jurídico de la misma, sino desde una perspectiva cuasi ética personal.

En su sentencia el Tribunal Constitucional en ningún momento expresa que la no contratación laboral de Doña Resurrección Galera Navarro fue contraria a derecho. Ni tampoco que lo fuera su no inclusión en las listas de profesores de religión para el curso 2001-2002, sino que se ha producido una vulneración de derechos fundamentales en las sentencias del Juzgado de lo Social y del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía por haberse mantenido en sus razonamientos en el ámbito de la legalidad ordinaria, sin atender a las cuestiones relativas a los derechos fundamentales en juego.
Cuando se llevó a cabo la contratación laboral de la profesora, sabía ella, de forma notoria y expresa, que corresponde a las autoridades religiosas en virtud del derecho de libertad religiosa y del principio de neutralidad religiosa del Estado la definición del propio credo religioso, así como el concreto juicio de idoneidad sobre las personas que han de impartir la enseñanza en dicho credo.
Entonces, el verdadero y auténtico sentido común, es haber sido y ser coherente con los mismos principios que le hicieron acreedora de esa idoneidad para impartir la enseñanza al determinarse en el profesorado de religión católica una aptitud o cualificación para la docencia, entendiéndose esto último como la transmisión de determinados valores, y para ello, el docente o la docente deben de ser buenos ejemplos y testimonios personales en su vida doméstica como profesional.
Las autoridades eclesiásticas actuaron adecuadamente, con la diligencia que es propia en estas circunstancias, al igual que cuando se le contrató, y quien formuló la correspondiente demanda judicial lo único que hizo es hacer un daño moral a una Institución que durante muchos años le acogió como una hija con afecto y cariño, y le  permitió, con discrecionalidad técnica eclesiástica, existiendo, seguramente, muchos otros y otras con mayores y mejores aptitudes y actitudes, impartir pedagógicamente la disciplina académica de la religión en la fe católica.
¿Cuántos laicos, mujeres y hombres,  bien preparados académicamente y con coherencia de vida, entre el corazón, la razón y la trascendencia, quisieran en estos momentos de tribulación económica y espiritual poder impartir clases, aunque solo fuera un curso académico?

La Junta de Andalucía potencia la Semana Santa

Rafael Leopoldo Aguilera Martínez

Ver para creer. Cuando decimos desde algunos ámbitos individuales y colectivos que se está atacando a la Iglesia Católica y, en estos momentos, la religiosidad popular almeriense, no hay más que ver  el horario de los empleados, que no públicos, según la web de la Junta de Andalucía, para la Semana Santa: de 8,00 h. a 14,00 h..

Pensarán que la Semana Santa de Almería, declarada de Interés Turístico Nacional, comienza sus Estaciones de Penitencia a las 14 horas y se recogen a las 22 horas de la noche. Y en Sevilla, en Málaga, en Córdoba…. tienen el mismo horario laboral.

En vez de hacer posible que puedan tener mayor descanso laboral los empleados de la Junta de Andalucía para que puedan seguir, de forma activa o pasiva, una de las tradiciones de Andalucía de mayor arraigo de la ciudad de Almería, hacen que el descanso, en vez de ser por la mañana, sea al medio día, con la siestesita, tras un vinito en alguna céntrica bodega y mortificar los sentidos.

Veremos a ver sí no se inventan alguna procesión pagana, o atea, como en Madrid, de burla y mofa a la Iglesia Católica; pero caen en el olvido de la buena labor social que hace la Iglesia, y lo que se está ahorrando el Estado y la Junta de Andalucía en comedores sociales, centros de acogida, en hospitales, en colegios,  etc.

Por tanto, el Jueves o Viernes Santo, a ver sí alguna cabeza pensante “nini” desde la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, con la colaboración de Canal Sur, nos retransmite alguna afrenta a las creencias religiosas junto con la “Madrugá”, e incluso, que pase la comitiva pecaminosa entre una y otra Cofradía por Carrera Oficial. Y el Domingo de Resurrección volvemos a sacar “el entierro de la sardina reanimada”.

Estamos en lo absurdo, irracional, inadmisible, entre las procesiones ateas y los bautizos civiles del Parlamento de la Comunidad Autónoma de Andalucía, y por qué no comuniones y otros Sacramentos, incluso nos van a introducir en la Universidad una especialidad académica de “curas civiles” con alzacuellos de color rosa, por decir algún tono primaveral.

Habrá que decir al autor de “Tontos de capirote” que haga otra segunda edición con el título simbólico “Más tonticos en España no caben”.

Huele a Semana Santa

Rafael Leopoldo Aguilera
Cofrade 

Cuando llega la Cuaresma, las vísperas de la Semana Santa, esa Semana que esperamos ansiosamente año tras año, que forma parte de nuestro ser particular, decimos, cuando vamos por las calles y plazuelas, que “huele a Semana Santa”, que son ese respirar olores, fragancias, vibraciones, percepciones, sentimientos, nostalgias, romanticismo y, sobre todo, fe y creencia en esos Pasos, esas Imágenes,  que nos transportarán al Quinto Evangelio según Almería.

Vemos y sentimos con alargadas tardes en el cielo azul marino y la brisa del mar del Mediterráneo un ir y venir de abuelos, padres y niños llevando con sumo esmero entre sus brazos el hábito, otros con el cartón del capirote tras pasar por las tiendas para su confección, la adquisición de palmas; ensayos de pasos con cientos de costaleros vestidos con “costal y faja”, primeras “levantás”, “igualás”, “retranqueos”; septenarios, quinarios, triduos, funciones principales; el suave olor a incienso que se esparce desde los templos, las casas de hermandad, el silbido de marchas procesionales, el sonidos musical de las bandas de música con marchas procesionales, el cante hecho oración del flamenco y la saeta; carteles barrocos litúrgicos que inundan nuestros comercios, los autobuses, cuñas publicitarias; platos y dulces propios de este  tiempo pasional; ayuno y abstinencia los viernes;  conversaciones hasta altas horas de la “madrugá” en la calle; el olor de jazmines, galanes de noche o azahar; pregones, cientos de artículos en los medios de comunicación social; sacerdotes con sotana y bonete con botonadura capitular entre las calles estrechas del casco antiguo; el sonido de campanas de las Iglesias, retiros, charlas piadosas, besamanos y besapies a nuestros Cristos y Vírgenes; todo un sin fin de elementos que a cada uno nos hacen impregnarnos con la fe que se hace cultura a través de la religiosidad popular.

Que cúmulo de sensaciones divinas, duende cautivador, embrujo, romanticismo con tintes de nostalgia que nos invade todo nuestro ser cada año cuando se acercan estas fechas primaverales para celebrar la Pasión y Muerte del Divino Redentor, y tras la ignominia humana, el triunfo del Domingo de Resurrección, con sabores a “largas cambiadas de verónica y lances” para celebrar con toque de clarines y timbales el aleluya de la Gloria.

Asistimos, por unos días, al gran teatro de la vida, ese teatro humano que se hace divino, para hacer cultura nuestras creencias, la fe, la tradición, a través del arte, fervor y devoción, envueltos en  “capotes de paseo” y “tierra de alberos” con candelerías de luz al viento de las mecidas de los Palios camino de la Catedral.

¡Almería huele a Semana Santa!

El Pendón parece el pendoncillo

Rafael Leopoldo Aguilera Martínez

Cada año somos unos o unas cuantos o cuantas mujeres y hombres, creyentes o no creyentes, almerienses o no almerienses, andaluces o no andaluces, españoles o no españoles, que nos acercamos a presenciar y vivir durante unas escasas horas el ritual centenario, con algunas modificaciones impuestas por la izquierda reaccionaria, de la Reconquista de Almería por los Reyes Católicos, valedores de la unidad nacional y religiosa en un momento histórico, que muchos lo sitúan análogo o similar al que estamos viviendo o podemos vivir, sí Dios no lo remedia.

Cómo es posible que la festividad del Día de la Reconquista, el Día del Pendón, no tenga más apoyo institucional para vigorizarlo y fomentarlo en años venideros, porque a buen seguro, con un cambio de gobierno municipal de signo político diferente al actual, este día quedará para el recuerdo de los nostálgicos a través de la lectura de las hemerotecas e Internet.

Este año la Concejalía de Turismo ha tenido a bien realizar una teatralización de los actos peculiares de esta etapa histórica, pero no es suficiente, aunque muy loable y plausible.

Se necesita un mayor esfuerzo institucional municipal y religioso en revitalizar y dinamizar la Fiesta de la Toma, con convocatorias a través de cartelería, medios de comunicación social, actividades socio-culturales, engalanamiento de calles y plazas, que en las parroquias se exhorte a los fieles a participar en la procesión cívico-religiosa y Solemne Santa Misa, participación de las Asociaciones vecinales y Cofradías,  mayor presencia de las Fuerzas Armadas, con una compañía de legionarios que desfilasen, como antaño,  ante las Autoridades, una vez finalizada la tremolación, el disparo de salvas con cañones de Artillería en el Cerro de San Cristóbal, que también sería otro atractivo turístico, la presencia de autoridades provinciales, autonómicas y nacionales, que brillan por su escasez, y sí van y se marchan en la Plaza de la Catedral a tomar “café”,  mejor no ir.

¿Qué pensarán el Teniente Coronel, el Comandante de la Legión española, los Oficiales abanderados, el Inspector del CNP y los mandos y agentes del Cuerpo de la Policía Local que iban en el cortejo al ver que ellos asistían a toda la ceremonia cívico–religiosa sin excepción, y algunas de sus señorías se marchaban?

Es un acto institucional, y protocolariamente y por educación cívica, es una falta de respeto, no solo al Obispo y sacerdotes, sino a las demás autoridades civiles y militares, y por supuesto a los fieles y ciudadanos, que no nos importa, que durante la tremolación se proclame por la “integración de los pueblos”, y terminen algún año, interpretanfo, como el Día de los Coloraos, el Himno de Riego, que solo nos faltaba eso, y compartir con los disidentes o ausentes estos momentos de fraternidad y de espíritu navideño, y sin embargo no por ello dejamos de aplaudir lo que nos imnpongan por imperativo u obviamos nosaludarles afablemente.

Por cierto, el Obispo hizo un sermón pastoral,  propio de las Lecturas y Evangelio del Domingo,  nada político, salvo que algunos, o algunas, mezclen las “churras” con las “merinas”, o el yugo de la trabajadera del aminorado peso del Pendón, estrenado este año, de forma directa o diferida, les haga abstraerse de la realidad, sacando de contexto lo que tiene una explicación estrictamente evangélica y ética, en una sociedad que tiende con actitudes de algunos/as políticos del racionalismo seudo positivistas y del nepotismo izquierdista a un laicismo agresivo y anticlerical.

El Pendón hay que llevarlo alzado, con empaque y prestancia, y no como si fuera un "saco de patatas".

La Inmaculada Concepción, patrona de España y de la Infantería

Rafael Leopoldo Aguilera Martínez
Ex-Presidente de la Agrupación de Cofradías

La caminante y expuesta Infantería que desde los tiempos griegos y romanos fue y es la reina de las batallas, se viste de gala en estos días para rendir pleitesía a su Patrona la Virgen Madre, a través de sus oraciones, que solicitan un año más su amparo y protección, sobre todo, por lo que se encuentran en misiones de paz y de ayuda humanitaria.

Nos encontramos ante una festividad religiosa de hondo calado sociológico e institucional, y en la que España y todo el Ejército, y en nuestra ciudad la Brigada de Infantería “Rey Alfonso XIII”,  II de la Legión, acompañarán durante el día ocho a los infantes soldados en homenaje a los que han dado su vida por la Patria, por nuestra seguridad, y la de otros seres humanos atrapados y castigados por la tiranía y la violación de los derechos fundamentales y libertades públicas.

Es ésta, quizás, la fiesta mariana más conocida y venerada de la cristiandad, especialmente en los países hispánicos. El día 8 de Diciembre de 1854, en la Basílica de San Pedro, adornada como en las grandes festividades, el sucesor de Pedro, Pío IX dirigiéndose a la Urbe y al Orbe, proclamó con toda solemnidad la Bula Ineffabilis Deus, según la cual, "la doctrina de la Bienaventurada Virgen María en el primer instante de su Concepción, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en atención a los méritos del salvador del género humano, Jesucristo, fue preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles”.

Pero de tiempo inmemorial esta festividad había pasado a ser la más popular y solemne de la Virgen, ya que desde el siglo VII se celebraba en Oriente, en Irlanda en el siglo IX, en Inglaterra en el siglo XI, y España, dos siglos antes de la definición dogmática, el Rey Felipe IV, proclamó con autorización pontificia, a la Inmaculada como Patrona de España y de sus Indias, y Carlos III puso bajo su protección la Orden que inmortaliza su nombre, pues la Cruz de Carlos III lleva una Inmaculada. El 8 de Noviembre de 1760, el papa Clemente XIII proclamó ante toda la cristiandad, por medio de la Bula Quantun Ornamentun, Patrona de España, las Indias y sus reinos a la Inmaculada Concepción.

Desde 1892 ostenta el Patronazgo sobre la Infantería, Estado Mayor, Cuerpo Jurídico, Intervención Civil de Guerra y Oficinas Militares, siendo confirmado canónicamente en 1961 el patronazgo de los citados Cuerpos, a los que se agregan los Cuerpos Eclesiásticos del Ejército, Marina y Aire, Intervención Militar, Farmacia, Veterinaria y Geográfico del Ejército.

En busca de nuestra esencia

Rafael Leopoldo Aguilera Martínez
Expresidente de la Agrupación de Cofradías de Almería


Estamos asistiendo en los últimos años a un crecimiento cuantitativo y cualitativo de las congregaciones penitenciales en la Semana Santa Almeriense. Hermandades penitenciales y  Cofradías de nazarenos, que cada año realizan sus Estaciones de Penitencia por la Carrera Oficial, aunque de forma simbólica discurren, unas, por la plaza de la Catedral, frente a la S.y A. Iglesia Catedral de la Encarnación, y otras, por la Plaza Virgen del Mar, en donde se encuentra el Santuario de Nuestra Señora del Mar, Patrona Coronada de Almería, para adentrarse, posteriormente,  camino de la Carrera Oficial situada en el Paseo de Almería.

Las Hermandades, transformadas en Cofradías durante la Semana Santa, buscan expandir el sentir evangélico de la Pasión, Muerte y Resurrección del Divino Redentor y los Dolores de Su Santísima Madre, llevando a cabo, con solemnidad y recogimiento, todos los cortejos procesionales integrados por una liturgia procesional característica de la religiosidad popular: pasos de Misterio, de Duelo, de Virgen, de Palio, clero, penitentes nazarenos, costaleros, mantillas, acólitos, etc., hacen posible reverenciar con sumo respeto a los que nos han precedido en la fe en generaciones pretéritas e hicieron posible continuar con las raíces más profundas del catolicismo popular almeriense.

Actualmente, solo la Real e Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores, procesión oficial de la Semana Santa, realiza Estación de Penitencia a la Catedral almeriense; con las correspondientes singularidades que recaen en  la Real, Ilustre, Concepcionista y Universitaria Cofradía de los Estudiantes, Real, Ilustre y Sacramental Cofradía del Prendimiento y la Hermandad capitular del Santísimo Cristo de la Escucha, que inician y finalizan sus cortejos procesionales desde el propio templo catedralicio; y la Prehermandad del Resucitado, que inicia su procesión de alabanza una vez finalizada la Misa Estacional con bendición papal el Domingo de Resurrección.

Este año, nos había llegado la información, de la solicitud loable y plausible de la Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de los Dolores, La Soledad, decana de los Cofradías penitenciales, al Excmo. Cabildo de Canónigos, de hacer Estación de Penitencia a la Catedral, sin que haya recaído resolución alguna por parte del Excmo. Cabildo Catedral, o en su caso, del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo. 

Los Estatutos de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Almería aprobados el día 2 de febrero del 2007 por mandato del Prelado de la Diócesis, en sus artículos 7 y ss., nos indica que tiene por finalidad coordinar las acciones de las Cofradías y Hermandades miembros de la misma, y colaborar mediante recíproca ayuda en la consecución de sus fines, por tanto, debe de ser ésta, la corporación cofrade agrupacionista, la que impulse y coordine las líneas de acción pastoral de nuestra Estaciones de Penitencia.


Es el momento de analizar, como acto corporativo de toda la Hermandad, y de la Agrupación de Cofradías,  el sentido eclesial de la Estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, tal y como ha acordado la Junta General de la Agrupación de Cofradías el pasado día 15 de noviembre, de crear una Comisión que estudie todas la variables y posibilidades de cambio de carrera oficial, y en su caso, la realización de Estación de Penitencia a la sede del Sr. Obispo.

La Santa Iglesia Catedral simboliza y representa a la Iglesia Diocesana, y por ello, las Cofradías deberían de ir a nuestra sede, a nuestra casa mayor, al Templo catedralicio, para orar y encontrarnos con Dios. Nuestras Estaciones de Penitencia en la Catedral podrían ser un momento y ocasión óptima para renovar nuestra fe en la Iglesia, fe en Dios y fe en Cristo.

Hoy, que está en crisis, sobre todo la fe en la Iglesia. “Cristo si, Iglesia no”. La Estación  a la Catedral, ocasión singular para sentir con la Iglesia católica, apostólica y romana, para entrar en comunión con el Santo Padre, El Papa, para intensificar nuestra fidelidad al Magisterio eclesial, “Cualquier sacerdote, -quien sea- es otro Cristo” Camino, San Josemaría Escrivá de Balaguer.

En la Estación de Penitencia a la Catedral, nos unimos a toda la Iglesia, y rezamos con toda y por toda la Iglesia. La militante, los que estamos aquí abaja todavía, vestidos reverentemente con el hábito de nazareno, con el costal de costalero, o la clásica mantilla; la purgante, de ahí, la oración por los difuntos, aquellos cofrades que nos han precedido en la fe; y la triunfante, aquellos antecesores nuestros, que desde el cielo nos contemplan y se alegran con nosotros en nuestra Estación de Penitencia, y nuestra Estación es una tributación de respeto y admiración hacia ellos.

El tránsito por la Catedral, debería de ser, el punto culminante de la Estación de Penitencia, reforzando el carácter eclesial, con la realización en el interior del templo catedralicio de algún acto de comunión eclesial, de celebración comunitaria de la penitencia durante el tránsito de la Cofradía, de adoración al Santísimo Sacramento en el Monumento el Jueves Santo y madrugada del Viernes Santo, de adoración comunitaria a la Cruz en la tarde noche del Viernes Santo. 

Sería el divino testamento de nuestras generaciones a los cofrades del futuro y una muestra de que nuestra Semana Santa de Almería, declarada de Interés Turístico Nacional, no es solo el afán por sacar nuevos pasos o tener más novedades cada año, sino el testimonio de una ciudad cofrade y nazarena volcada con sus más genuinas tradiciones religiosas y con su propia esencia en busca constante de la recuperación de sus raíces cristianas, de la Verdad, de la auténtica Verdad, en la Comunión Espiritual, con el Señor y unirnos a Él, mediante un acto de Fe y Amor en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación en fidelidad y amor al Pontífice y a la Cátedra de Pedro.

Regeneración de una Función Pública más productiva

Rafael Leopoldo Aguilera Martínez
Funcionario de Administración Local

Está claro desde el punto de vista historicista y jurídico, hasta llegar a nuestra Constitución de 1978 y el Estatuto Básico del Empleado Público de 2007, y demás normativa legal concordante y de aplicación,  queda suficientemente expresada la regulación del régimen jurídico estatutario funcionarial, y por otro lado, el régimen jurídico laboral.

Los principios de igualdad, mérito y capacidad, acompañados de los de publicidad y libre concurrencia, están en la columna vertebral de los empleados públicos, en ambos regímenes jurídicos, funcionarial y laboral.

Pero los tiempos van exigiendo actualizaciones del marco jurídico que regula las relaciones de los empleados públicos, y reconducir y reconsiderar algunas normas que han y están vilipendiando y desprestigiando a los empleados públicos, y que no pueden estar basados en principios arcaicos y de tiempos pretéritos, aunque se hayan regulado recientemente,  y que, sí en su día tuvieron o pudieron haber tenido, a buen seguro, una aplicación adecuada a la exigencias de los ciudadanos, y que requerían una clase funcionarial que sirviera con objetividad, eficacia, jerarquía, actualmente, las exigencias del marco socio-cultural, exigen otros principios de aplicación, sin que se vulneren la imparcialidad y la eficacia en la implementación de la efectividad de los citados principios en la clase funcionarial, buscando sobre todo ser competitiva y productiva.

Necesitamos una Función Pública que no esté politizada ni sobredimensionada, y se aplique el Estatuto Básico del Empleado Público por la Administración del Estado, no dejándole al libre arbitrio del color político de las Comunidades Autónomas, y que como teoría está “medianamente” bien, pero que, actualmente, es una entelequia,

Los funcionarios públicos, sobre todo los de la Administración Local, deberían de pertenecer orgánicamente a la Administración del Estado, en una disociación inorgánica funcional y organizativa (como el Cuerpo de Habilitados Estatales), para evitar las presuntas servidumbres y servilismos burocráticos; reducción en toda las Administraciones, y en algunas estructuras organizativas, supresión de puestos de libre designación, que se transforman en presuntos “estómagos agradecidos”; por otro lado,  que las remuneraciones estén basadas en la gestión por desempeño del puesto, atendiendo al rendimiento del cumplimiento de los objetivos y no sujeta a la discrecionalidad unilateral de un funcionario/a del turno de eventualidad política o funcionarial; supresión de ambos regímenes  públicos de prestación de servicios, en uno solo;  que la estabilidad laboral o permanencia en la plaza no esté sujeta a los ostracismos de los vaivenes políticos, y con los requisitos legales que se establecen y la tutela de los tribunales; una mayor flexibilidad de poder realizar carrera profesional basada en el perfeccionamiento y adiestramiento en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así como, el cese laboral atendiendo al incumplimiento reiterado de los objetivos encomendados solo mediante expediente disciplinario y no por razones antagónicas con quienes dirigen la gestión política o funcionarial; implementación de unas nuevas relaciones laborales adaptadas al marco europeo con las singularidades de nuestra Función pública; homogenización de las retribuciones básicas y complementarias en todo el territorio nacional, con total movilidad entre Administraciones públicas; prohibición taxativa de cualquier incorporación de personal ajeno a la Administración, sin que los mismos hayan pasado las oportunas pruebas selectivas, y menos aún, que éstos, sirvan de agravio para quienes ostentan, tras los procedimientos exigidos en la legislación y la experiencia profesional, colocándose al mismo o superior nivel, de los que por derecho tienen reconocida la potestad del ejercicio funcionarial o laboral en defensa de los intereses públicos y generales encomendados ( Tal y como regula el Decreto –Ley 5/2010, de 27 de julio, de Reordenación del Sector Público Andaluz).

Regeneración universitaria almeriense

Rafael Leopoldo Aguilera
Profesor de la UAL

Aún considerando que las elecciones a Rector Magnífico de la Universidad de Almería están viciadas por la precipitación interesada y de presunta mala fe, para pillar desprevenidos al aspirante o aspirantes, sin el tiempo suficiente material de obtener los recursos, a fin de poder elaborar y diseñar una campaña equitativa de las distintas opciones académicas, que supongan un giro en las políticas doctas de la Universidad de Almería; aún así, como digo, tenemos la oportunidad de poder participar de forma activa en apoyar y optar al cambio con el profesor Blas Torrecillas Jover, cuyo sapiencia y sabiduría personal y profesional de reconocido prestigio, hará posible que la Universidad de Almería ocupe un lugar preeminente en la comunidad universitaria española.

Blas Torrecillas con su gran experiencia científica, ha sabido conjugar en su programa electoral las líneas más importantes para hacer una Universidad de Almería más trasparente, más eficaz, con mayor eficiencia, comunicación, sociabilidad, y socializada en la sociedad almeriense, que necesita una mayor y mejor acercamiento con todos los sectores económicos, sociales y culturales, públicos y privados. Los alumnos universitarios vemos en Blas Torrecillas la gran esperanza para el cambio, en aras a una Universidad de Almería que tiene como propósito primordial estar al servicio de los almerienses, así como formar profesionistas útiles a la sociedad, organizar y realizar investigaciones, principalmente acerca de las condiciones y problemas nacionales con una clara visión europeísta e internacional, y extender con la mayor amplitud posible, los beneficios de la cultura.

Consideramos que Blas Torrecillas Jover puede recuperar para la universidad almeriense los principios de libertad de cátedra y de investigación, e inspirar todas las corrientes del pensamiento, sin tomar parte en actividades militantes y derrotando cualquier interés individual.

Tenemos una oportunidad los alumnos, personal administrativo y docentes, de poder recuperar el verdadero espíritu universitario que debe de prevalecer en este ámbito tan importante y vertebrador de la sociedad, con el apoyo a un eminente profesor y candidato a rector de la Universidad de Almería, Blas Torrecillas, que su don de palabra, su carisma y su simpatía, hará plasmar e implementar en la comunidad universitaria los principios inspiradores que rigen la misma en aras a aumentar su prestigio institucional dentro y fuera de nuestra querida Almería.
(Publicado en Diario de Almería)