Antonio Lao
Director de Diario de Almería
EL desembarco almeriense en 
Berlín durante Fruit Logistica ha sido de los que hacen época. Unos 
cuatrocientos empresarios del sector de las frutas y hortalizas han llenado dos 
aviones, se han plantado en el centro de Europa y han recorrido los stands y los 
pasillos de la primera y gran feria de la agricultura del mundo. La Messe 
es un escaparate tan amplio, tan enorme, que es difícil, si no te lo 
propones con serenidad y mucha calma, poder recorrer todos y cada uno de los 
rincones. Aquí se cocina todo lo que tiene que ver con las frutas y las 
hortalizas del mundo. Un mercado tan amplio y tan en desarrollo que a muchos, 
incluso, puede venirles algo grande. 
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| Edición de hoy de Diario de Almería | 
Berlín es como la pantalla 
cinematográfica en la que se proyectan todos los estrenos. No hay empresa que se 
precie o empresario que tenga inquietudes que no asista a Fruit Logistica 
a exponer sus productos, a vender sus novedades o a reunirse con los ejecutivos 
de ventas con los que trata el resto del año, pero a los que no pone cara. 
En la capital de Alemania se ha escenificado este año la recuperación de 
la vieja Europa. Y ha sido allí donde Almería ha estado presente, como siempre, 
aunque con menor presencia expositiva. Muchos creen que Madrid y Fruit 
Atracttion es el escenario sobre el que se debe asentar la proyección de las 
hortalizas de esta tierra. Yo lo creo sólo en parte. Si bien es cierto que lo 
nuestro, que España y sus ferias son capaces de proyectar con criterio y fuerza 
lo que hacemos, no debemos olvidar que Alemania es nuestro principal mercado y 
sobre el que se bifurcan todas y cada una de las carreteras o autovías que 
logran que cada año la agricultura de esta tierra sea capaz de superarse a si 
misma y facturar más de dos mil millones de euros. 
No se trata de ser 
pacatos o mirarnos el ombligo, algo que por desgracia hacemos con demasiada 
frecuencia. Es verdad que hemos avanzado mucho, que nuestra capacidad de 
innovación ha sido directamente proporcional a nuestro carácter camaleónico y 
voluntad de superación. Si creemos que lo sabemos todo, que es nuestra 
agricultura o la nada, podemos darnos de bruces con una realidad cierta. Si 
no somos capaces de seguir innovando y conociendo lo que hacen los demás para no 
quedarnos atrás, el riesgo de estancamiento es real.
Almería, su 
agricultura, es puntera por nuestro saber hacer y por el afán de superación que 
llega por la innovación. Creer que ya lo tenemos hecho todo es un riesgo que nos 
puede salir caro. Y nada mejor para alejarnos de esa creencia que salir, ver lo 
que hacen los demás y superarlos con esfuerzo y creatividad.


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