La buena gestión

Adela Segura

Diputada en el Parlamento de Andalucía por el PSOE

Si hay algo de lo que han presumido los dirigentes del PP en los últimos años es de ser buenos gestores. Como una lluvia fina que termina por calar, una y otra vez desde Madrid, pasando por Sevilla y terminando en Almería, los populares se han encargado de repetir que la izquierda no sabía manejar el dinero público mientras que la derecha lo hacía estupendamente gracias a una especie de don divino con el que nacían todos sus miembros.

Rodríguez-Comendador y Amat

Pero el tiempo, como se suele decir, termina poniendo todo y a todos en su sitio y es ahora cuando empezamos a comprobar que era verdad, que en el PP son muy buenos gestores pero, matizo, solo cuando se habla de gestionar para su propio partido y para los políticos con responsabilidad que lo representan.

Saltó la Gürtel y habló Bárcenas, aparecieron los sobres y las donaciones de empresas a cambio de adjudicaciones de obra pública. Siempre presuntamente, ya que eso se encargará de decidirlo un juez como no podría ser de otra manera, en Almería una trama muy similar a la famosa nacional paseaba por los pasillos de la sede del Partido Popular en el Paseo de Almería, del Ayuntamiento de Roquetas, del de Níjar y en un ático de la capital propiedad de su alcalde.

Se habla de supuesta financiación ilegal del PP en una denuncia, con numerosa documentación, que estudia la Fiscalía y que ha trascendido a los medios de comunicación nacionales. De confirmarse la misma, a través de la caja B de la empresa Hispano Almería, hay dinero público que no ha tenido ni el destino que le correspondía ni ha respondido a las necesidades, que son muchas, de la gente.

El asunto, de confirmarse, es muy grave por mucho que le pese a algún cargo del PP almeriense, como el que fuera presidente de la Diputación de Almería y actual alcalde de la capital, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, quien se ha atrevido a dejar en poco más que algo feo que la empresa en cuestión le pagara supuestamente parte de unas obras en su ático.

Desde el PP almeriense deben dar más explicaciones, y mucho más serias, de las que están ofreciendo por el asunto. Porque mientras que el presidente popular, Gabriel Amat, espera que pase el temporal mientras que otros no ponen la mano en el fuego por él, a las familias se les exige un comportamiento ejemplar y, sobre todo, que sufran día a día una austeridad suicida que los buenos gestores del PP para el PP no tienen que padecer. (Diario de Almería).