El nuevo curso escolar ha arrancado con los mismos problemas que viene arrastrando la educación pública desde que Moreno Bonilla llegó a la presidencia de la Junta de Andalucía. Un año tras otro, el Partido Popular ha ido repartiendo promesas de mejoras que, a la hora de la verdad, ha ido incumpliendo de manera sistemática. Hoy tenemos en la provincia 130 aulas prefabricadas, más de las que había en 2018, y decenas de proyectos de nuevos colegios e institutos durmiendo el sueño de los justos. Hasta 45 grandes obras tiene aparcadas la Junta en Almería por un importe que supera los 100 millones de euros.
El atasco, efectivamente, es monumental. Con todo, lo peor de lo que está ocurriendo es que no solo no abordan esos proyectos, sino que tampoco atienden lo cotidiano, como es el caso de la climatización –que alumnos y profesorado han sufrido al final del curso pasado y en el inicio de este- o ampliaciones que están comprometidas desde hace siete años, tal y como ocurre, por ejemplo, en San Juan de Los Terreros, en Pulpí.
La improvisación en la organización del nuevo curso escolar también ha terminado por quebrar la paciencia de los equipos directivos de los centros educativos, al ampliar la Junta, muy pocos días antes de iniciarse las clases, nuevas unidades en espacios no habilitados como aulas, algo que, por otra parte, comienza a ser muy habitual. Esa dejadez ha hecho saltar por los aires la planificación con una consecuencia inmediata: el aumento de la ratio.
Tampoco vive su mejor momento la Formación Profesional tras apostar el Gobierno andaluz del PP por fomentar la enseñanza en los centros privados, que han crecido exponencialmente a la misma vez que mengua la oferta en la pública. De hecho, la FP privada ha aumentado en Andalucía un 80% mientras que la pública apenas alcanza un crecimiento del 1%, dejando fuera del sistema a muchos estudiantes.
Algo parecido está haciendo también el Partido Popular con los estudios superiores al infrafinanciar las universidades públicas y abrir de par en par las puertas a las privadas. Revertir todos estos ataques a la educación pública debería tratarse como una emergencia en Andalucía. Así lo vemos desde el Partido Socialista y esa es la hoja de ruta que nos hemos marcado, con el claro objetivo de que se vuelva a recuperar la igualdad de oportunidades de la mano de María Jesús Montero al frente de la Junta de Andalucía.
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