El conceptuado como sabio del agua es el
mojaquero Francisco Javier Flores que tiene un borbotón de ideas para el futuro
del agua en el Levante almeriense. Doctor ingeniero de
Caminos, Canales y Puertos por el Departamento de Hidráulica y
Energética de la Escuela Técnica Superior de Madrid,
Francisco Javier Flores Montoya (Mojácar, 1951) es autor de Solución
al problema del agua y de la energía en España. En Mojácar, se sabe que es
una de las autoridades más reputadas en materia de agua y energía. Argumenta su
conocimiento por el fomento y el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Cree en la unión de
dos recursos que sobran en Almería como el sol y agua de mar. Plantea una idea
original para el futuro de soberanía hidráulica y energética desde el pantano
del Almanzora. ¿Es viable? ”El Levante almeriense tiene agua y sol en
abundancia, pero el agua superabundante es salada. Para separar la sal del agua
del mar y disponer de agua dulce se puede aprovechar la abundante energía solar
para desalar el agua que se necesita y llevarla a los hogares, los regadíos, la
industria, los usos recreativos y turísticos”. “Como el año tiene 8.760
horas y horas de sol aprovechables en el Levante son unas 2.500 horas al año,
el embalse del Almanzora ofrece unas posibilidades extraordinarias para
plantear un aprovechamiento múltiple: Con la abundante energía del sol producir
toda la energía eléctrica necesaria, colocando placas fotovoltaicas, sistema
que convierte la luz solar directamente en electricidad, sobre la superficie de
su embalse. Como esa energía tiene la limitación de que sólo se produce cuando
hay sol (poco más de un 25% de las horas), es preciso en ese 25% de tiempo
producir la cantidad necesaria para disponer de ella durante las horas sin sol
y cubrir las necesidades y el coste energético de su almacenamiento que está
condicionado por la cantidad de energía a almacenar”. ¿Cómo se alcanza la
soberanía hidráulica? “Se consigue. Y, además, no emitir CO2 en
los procesos de producción es preciso no depender de otras zonas distintas para
disponer de agua y de energía, para lo cual, en la comarca del Levante
almeriense es preciso producir energía fotovoltaica o eólica en exceso y
guardarla para disponer de ella cuando se necesite si no se dispone de otra. Y
si se quiere tener una producción continua en las horas de sol es preciso
obtener la energía a utilizar en las horas sin sol y almacenarla mediante
baterías o el mecanismo de las centrales reversibles”. “La energía
eléctrica para almacenarla es necesario transformarla en otros tipos, como la
energía mecánica o la química. Los sistemas de almacenamiento pueden aportar
valor en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de suministro”.
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Francisco Javier Flores Clemente / A. Torres |
“Dependiendo de su capacidad, los sistemas de
almacenamiento de energía se dividen en: almacenamiento a gran escala (bombeo hidroeléctrico y almacenamiento térmico),
que se emplea en lugares en los que se trabaja con escalas de GW;
almacenamiento en redes y en activos de generación (pilas
de combustible de hidrógeno, supercondensador, volantes de inercia,
baterías), donde se trabaja con escalas de MW; y, finalmente,
almacenamiento a nivel de usuario final, que se emplea a nivel residencial y se
trabaja con kW (baterías, super-condensadores,
volantes de inercia)”. “De todos, el bombeo hidroeléctrico es el sistema de almacenamiento a gran
escala más eficiente en funcionamiento. Es una tecnología rentable y
probada que proporciona estabilidad al sistema eléctrico y puede generar
cantidades significativas de energía limpia con tiempos de respuesta rápidos”.
Para almacenar la energía, ¿qué faltaría por
construir: “Una central reversible para almacenar la energía necesaria para ser
utilizada en las horas sin sol necesita de un depósito o embalse superior que
se podría construir en las montañas próximas al norte del embalse del
Almanzora…”.
La solución podría proporcionar más agua al Levante
almeriense que los trasvases del Tajo y del Negratín y sin depender de nadie,
hasta el punto de que también puede plantearse la posibilidad de no depender
energéticamente de la red eléctrica nacional, es decir auténtica soberanía
energética e hidráulica. Francisco Javier Flores Montoya ve una notable
viabilidad de la solución porque hay energía solar garantizada; agua salada
garantizada; podría adaptarse la desaladora existente del Bajo Almanzora entre
otras cuestiones favorables. En lo negativo apunta que hace falta voluntad
política económica. “No está recogido en el Plan Hidrológico, la construcción
de un embalse superior mayor de 1 hm3, construcción de una central
reversible con conducción forzada de unos 3 Km, colocación de las placas
fotovoltaicas sobre el embalse del Almanzora, construcción de conducciones y de
líneas eléctricas.
El protagonismo de la ciudadanía. Los movimientos vecinales en los municipios del Levante almeriense es el título que responde al Curso de Verano de la Universidad de Almería que se celebrará el martes al jueves próximo en Cuevas del Almanzora. El curso, dirigido por el catedrático Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz, contará con un completo programa que incluye ponencias generales sobre temas relevantes, como el papel de las asociaciones de vecinos durante la Transición a la democracia española, y los desafíos que enfrentan estos movimientos en la sociedad digital actual. El planteamiento original de Francisco Javier Flores sobre placas fotovoltaicas aparecerá en algunas ponencias. Además, se abordarán estudios específicos centrados en la provincia de Almería y en la comarca del Levante almeriense, con temas como la reivindicación por la ubicación del hospital comarcal en Huércal Overa, las movilizaciones en Pulpí relacionadas con la parroquia, la juventud y los vecinos, el asociacionismo en zonas aisladas como los Llanos de Oria, la lucha por el agua en Turre, y las protestas en Palomares por los efectos del accidente de aviones con bombas nucleares ocurrido en 1966.
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