Rafael Leopoldo Aguilera
Director del IEA
Antas, organizado por su
Ayuntamiento, ha celebrado con gran éxito de participación las IV Conferencias
anuales de Arqueología, tanto por el número tan elevado de participantes, como
por los oradores, uniendo las sinergias de todos los asistentes, al recordar a
las autoridades competentes, la necesidad urgente de seguir realizando
actividades en la zona y la declaración de la cultura argárica como Bien de
Interés Cultural.
Diálogos sobre la Geoarqueología en los Valles
Litorales de Antas, Almanzora y Aguas, en donde los ponentes, a través del
arquitecto Julián Pérez Flores y los arqueólogos Oswaldo Arteaga Matute y Anna
María Ros, expusieron con gran sentido vocacional y didáctico la importancia de
estudios de Luis Siret y su capataz a pie de campo Pedro Flores en los inicios
de los estudios de la arqueología, y la proyección de la Geoarqueología como
proyección interdisciplinar de las Ciencias Sociales y Naturales al servicio de
patrimonio ecológico, histórico y cultural con una visión en metodologías y
técnicas propias del siglo XXI.
Con frecuentes referencias a la obra literaria
"Almería, un Museo a Cielo Abierto", editada por el IEA y coordinada por el
historiador Juan Alberto Cano, los intervinientes expusieron y manifestaron con
crítica enérgica, la gran necesidad de unir colegiadamente esfuerzos humanos y
materiales en seguir trabajando este campo de actuación de la prehistoria en su
aspecto arqueológico del sureste español, para conocer nuestras raíces de la
cultura argárica, lo que podría permitir en un futuro mediato, una gran
afluencia de turismo cultural para contemplar la cultura de la edad del bronce,
cuyo yacimiento epónimo se localiza en el municipio de Antas.
Un momento de
tensión emocional, fue cuando el catedrático Oswaldo Arteaga, con lágrimas en
los ojos, expresó, que tras 30 años de transmisión vocacional de la arqueología,
la situación actual de muchos/as alumnos/as, que habiendo terminado sus estudios
con notas sobresalientes, se encontraban sin poder ejercer su actividad
profesional en esta disciplina, así como, muchos alumnos han tenido que dejar
sus estudios, ante el coste económico que supone para sus familias la
continuidad en la Universidad. Se instó, durante el debate, a los poderes
públicos educativos, que la disciplina de la arqueología se encuentre recogida
en otros niveles académicos diferentes a los universitarios, para que impregne
cognoscitivamente el sentir de nuestro pasado milenario.