Cristóbal
García
Actor y cabogatero
Cuando salíamos de casa para preparar los últimos detalles de la Noche de cortos en el Cabo, revisar el proyector, ver que todos los archivos se veían bien, etc., mi madre me regañó con un “¡Mira que organizar esto el día que juega el Almería y justo a la misma hora que empieza el partido!”. “Mamá”, le dije, “ya hay fútbol absolutamente todos los días”.
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En la presentación |
Soy aficionado al futbol, pero, aún así, esto empieza a parecer un
"atontador" de gente, un "opio" para el pueblo. Así que la Muestra comenzaba justo
entre una final de Supercopa Bayer-Chelsea, y un Almería-Elche de primera
división. Es más, empezaba justo a la misma hora que el árbitro daría el pitido
de salida del Almería. Como diría mi madre, “no has podido escoger peor día y
hora".
Estoy acostumbrado a organizar actividades en Cabo de Gata. Actividades de todo tipo, teatro, muestras de cortos, actividades infantiles, visitas guiadas, etc. Unas veces viene muy poca gente y te sientes un poco defraudado, otras me pasa como en el Certamen de Teatro a la luz de la luna, que viene tal cantidad de gente que casi asusta. Pero de todas ellas, salgan bien o mal, acabas aprendiendo de tus errores y curtiéndote ante espantos. Acabas pensando "bueno, lo he organizado, es gratis... ya no puedo hacer nada más".
Anoche, para mi suerte, fue una de las "gloriosas", con más mérito si pienso que a esa misma hora el Almería seguía abonándose al empate frente a los ilicitanos. La terraza del Bar Mediterráneo estaba a reventar, en la puerta de entrada se iban acumulando espectadores que no sabían si entrar o quedarse allí, ya que dentro todas las mesas y la barra estaban ocupadas. Y con este subidón de moral dimos comienzo a una velada de cine.
Dos
de los directores de los cortometrajes que se proyectaban acudieron a la cita.
Nuria Campos, a pesar de su avanzado estado de gestación, y Daniel Ortega, mi
sobrino postizo, no quisieron perderse la cita y tuvieron la oportunidad de
presentar ellos mismos sus trabajos. El resto de directores son de otras
provincias o estaban ocupados, aunque sé que todos quisieron venir.
El
numeroso público asistente se enganchó rápidamente a la magia del cine en
formato corto. La pequeña María, una de mis alumnas del curso de teatro que
hemos realizado este mes de agosto, me ayudó en la presentación poniendo ese
desparpajo y esa sencillez que solo los niños saben transmitir. Los cortos se
disfrutaron, se aplaudieron y, sobre todo, se reconoció el trabajo de mucha de
la gente que en Almería se dedica al mundo del cine. Yo, sencillamente, era una
excusa para mostrar a mis vecinos la profesionalidad que en nuestra provincia
se está alcanzando en cuanto al cine se refiere.
Todos
acabamos la velada sobradamente contentos. Yo, emocionado. Los cortos habían
gustado, todos. Los asistentes me paraban y preguntaban sobre ellos, sobre su
realización y, lo que es mucho más importante, sobre cuándo se repetiría un
evento como éste.
A
todos los que nos acompañaron y a los que quisieron venir, pero sus
obligaciones no les dejaron, gracias de corazón. Soy un actor feliz y un
cabogatero entusiasmado.
Siempre
digo que una obra de teatro, una performance o un rodaje, nunca salen a la
perfección, y este acto no podía salirse de la norma. Al parecer mis vecinos me
habían preparado un "detalle" que pensaban entregarme durante la
muestra, pero el "regalo" no llegó a tiempo. Saberlo ya hace que esté
más ancho que largo, pero, si lo pienso bien, hacerme entrega de ese
"trofeo" es una buena excusa para montar otra velada de cortos, y en
esta prometo que yo saldré lo mínimo posible.