Rafael Leopoldo Aguilera
Director del IEA
Recuerdo las vivencias en 
los años de mi niñez en la zona amurallada del Cerro de San Cristóbal una 
fisonomía de la capital que hoy en día, en muchos aspectos, como calles, plazas 
o edificios han desaparecido, aunque se encuentran escudriñados en los 
sentimientos melancólicos del alma almeriense de cada generación, habiéndose 
expresado, en muchos casos, a través de la literatura o las artes plásticas. Me 
pregunto en estos momentos, en dónde estarán los cañones que se encontraban 
situados, años atrás, en el lugar de la Plaza Vieja, donde ahora se encuentra 
levantado el monumento a Los Coloraos. 
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| Paseo del Príncipe | 
Pero este año, de salida de la 
crisis económica, ha llegado el momento historiográfico para realizar una 
revisión biográfica y cronológica de aquella Almería, que ha comenzado a 
celebrar de forma tácita de política palpitante el Milenio de Almería desde su 
configuración jurídica como Reino independiente con Hairán el Seclavi para 
formar un gran libro del futuro y del pasado como portentosas piedras angulares 
de la identidad mística almeriense. Con las culturas más cualificadas de la 
Historia que pasaron por estas tierras del Andarax y el Almanzora, celebramos 
con gozo los mil años con el sello mediterráneo y de carácter preárabe que 
conforman la base humana del Sureste peninsular soleado y marino, y que 
constituyen hoy día un lugar preclaro de funcionalidad y modernismo. 
La 
celebración del milenio debería de comenzar para una mejor promoción social y 
económica por La Chanca con olor a galanes de noche y a mar, barrio denominado 
antes del siglo XVII "Al-Hawd Ibn Fátima", rabiosamente iluminado, restallante 
de colores y de luces, por ser el mejor memorial antiguo de una población 
almeriense, que sigue siendo el principal recodo marinero de nuestra Costa del 
Sol en la capital. La Chanca es auténtica y profundamente mediterránea, no 
perdiendo con el paso de los siglos su paisaje urbano más pintoresco con unas 
profundas raíces humanas que lo habitan. Amada Almería que huele a vetustos 
siglos, a mil años, a flores y albahaca, a romanticismo y frescura del agua del 
cañillo de la Puerta de Purchena, eres "Espejo del Mar" y serás la acción de sus 
habitantes en un escribir en el tiempo, junto a su Alcazaba con su "Campana de 
la Vela" y la Catedral con ecuménico campanario de sonidos que se esfuman con 
olor a incienso en el trémulo aire de principios del siglo XXI. 


¿Qué milenio de Almería? ah... si... ese que sale promocionado por todos los medios de comunicación, que anuncian grandes eventos, doctísimos historiadores, realzamiento de el pasado de esta ciudad, hoy dependendiente en su totalidad de la riqueza que se genera en la periferia, poniente y campo de Nijar. Odio Almería, que no a los almerienses, pero pienso que es una ciudad extractiva, no tiene capacidad económca ninguna, vive de su condición de sede administrativa.
ResponderEliminarLa gente que trabaja y saca adelante a Almería no viven en ella, allí solo hay burócratas y chupatintas.