Cajamar compra el emblemático edificio de Alberto Boch 13 de Madrid

Juan Folío
@opinionalmeria

El edificio de Madrid situado en el número 13 de la calle Alberto Boch es emblemático en el mundo del fútbol español. Ahí estuvieron ubicadas las oficinas de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) entre 1982 y 2003, cuando se trasladaron a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas con Ángel María Villar de presidente.

El edificio de Alberto Boch 13 adquirido por Cajamar / Google Maps

El edificio fue construido en el año 1970 y cuenta con una superficie de 2.652 metros cuadrados repartida en semisótano, planta baja y seis alturas. Tiene, además, una terraza de 160 metros cuadrados y 20 plazas de aparcamiento. Desde su construcción ha sufrido múltiples reformas. Tras su adquisición por Cajamar volverá a ser nuevamente remozado.  Se encuentra ubicado en una de las zonas más cotizadas de Madrid, en pleno barrio de Los Jerónimos, a orillas del Parque del Retiro y a pocos metros del Museo del Prado.

Desde hace unos días el edificio tiene propietario almeriense: el Banco de Crédito Cooperativo (BCC), que es la entidad financiera participada mayoritariamente por Cajamar y que actúa como cabecera de su grupo cooperativo, integrado, además de por la propia cooperativa almeriense, por otras 18 pequeñas cajas rurales. El BCC estableció su sede en Madrid en el momento de su constitución, pero desde este mismo año su sede oficial se ha trasladado al PITA, donde desarrolla de forma mayoritaria su actividad. Hay que recordar que Cajamar ya dispone en Madrid de unas céntricas oficinas en Castellana, 87. El propósito de Cajamar es establecer en el edificio recién adquirido su cuartel general en la capital de España, mientras en Castellana, 87, se ubicaría la sede regional madrileña.

Según informan en medios inmobiliarios, la operación de compraventa se habría cerrado en 29 millones de euros, a razón de unos 11.000 euros por metro cuadrado. El vendedor ha sido la aseguradora Mapfre, que se lo adquirió a El Corte Inglés hace tres años. El edificio continuó en propiedad de la Federación hasta el año 2007. 

En marzo de este año, cuando las negociaciones de Cajamar estaban muy avanzadas para hacerse con el edificio, el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, también mostró su interés por recomprarlo para, según el diario As, “renovarlo y adecuarlo como oficinas de máxima representatividad tanto para la FIFA como para los tres socios de la candidatura mundialista. La operación inmobiliaria es una de las más atractivas de la capital, donde escasean estos espacios, pero al tiempo acarrea una fuerte inversión que la RFEF está en condiciones de afrontar gracias a su músculo financiero, a los millones que deja la Supercopa en Arabia Saudí y a la venta, ya en marcha, del edifico federativo en la calle Mateo Inurria, otra zona muy cotizada”. Cerrada la operación con Cajamar, la RFEF tendrá que buscarse otra sede para esos menesteres.

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