Para los socialistas la independencia económica y la participación en todos los órdenes de la vida pública son fundamentales para que las mujeres logren emanciparse. El año pasado en España el empleo femenino alcanzó los casi 9,9 millones, que representa casi la mitad de todas las mujeres de nuestro país.
Gracias a la reforma laboral ahora tenemos más empleo y de más calidad. El aumento del salario mínimo hasta los 1.134 euros ha tenido un gran impacto entre las mujeres, ya que seis de cada diez perceptores son mujeres, contribuyendo a reducir la brecha de género. Las medidas aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez han dado sus frutos.
Sin embargo, queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar la igualdad real. Es urgente aumentar la cartera de servicios públicos en el ámbito de los cuidados para que la maternidad no penalice a las jóvenes en el mercado laboral. Mantenemos una tremenda desigualdad en el reparto de las tareas domésticas. Las mujeres dedicamos casi tres horas a las tareas del hogar, frente a los 127 minutos de los hombres; y destinamos 6,7 horas al cuidado de los hijos frente a las 3,7 horas que emplean nuestros compañeros. Esta asimetría actúa en detrimento del desarrollo profesional y personal de las mujeres, pues implica menos tiempo para el estudio, el trabajo o el cuidado personal.
Las administraciones tienen en su poder distintos instrumentos para revertir esta situación, también los ayuntamientos. Hay un sinfín de soluciones, como ampliar las plazas de las escuelas de verano, que se ponga en marcha un Plan Municipal de Empleo, que los Centros de la Mujer se conviertan en puntos de atención a las víctimas de la violencia de género y, desde luego, que deje de utilizarse la televisión municipal para hacer apología del machismo. Son algunas de las iniciativas por las que podría comenzar nuestra alcaldesa.
Quienes pretenden volver al pasado y revertir las conquistas de la lucha feminista, siempre nos tendrán enfrente.
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