El declive de 'Gran Hermano'

Marián Lozano
@marian65x

Gran Hermano VIP 8 no consigue remontar sus audiencias, a pesar de los diversos cambios inducidos por Telecinco en busca de unas cifras más acordes a pasadas ediciones. Los últimos datos de audiencia son desoladores para el formato de Zeppelin. 

Marta Flich / Telecinco

GH Vip 8 no es la excepción en este lánguido período que está atravesando Telecinco, en cuanto a audiencias se refiere. Muestra de ello es el batacazo del reality bandera de Mediaset, que se vio reflejado en un flojísimo 13,6%  el día de su estreno, el debut menos visto por los espectadores a lo largo de la historia del programa. Las cifras dan muestra de la crisis en la que se ve inmersa la cadena. La edición anterior de GH VIP en 2019 obtuvo una cuota de pantalla del 32,2% frente al 12,4 actual. 

Telecinco presentaba el reality en esta temporada con dos propuestas, los domingos con El debate de GH Vip, presentado por Ion Aramendi, y las gala de los jueves tras la emisión de Cuentos Chinos, conducida por Marta Flich, la apuesta de Zeppelin para sustituir a Jorge Javier Vázquez. 

Marta Flich es una excelente comunicadora, pero no acaba de convencer a los fans de Jorge Javier. El presentador no tardó en su momento en hacerse con la riendas del reality tras sustituir a Mercedes Milá. Según se desprende de las opiniones vertidas en la red social X, las galas han perdido chispa y espontaneidad con la llegada de la co-presentadora de Todo es mentira. 

Los cambios en esta edición llegaron tempranamente tras conocerse el primer dato de audiencia. Ion Aramendi anunció en su debut la emisión de un gala los martes, Límite 48 horas, presentada también por Marta Flich para finalmente ser cancelada. 

Tras la supresión de Cuentos Chinos, Telecinco anunció la retirada de antena de la gala del martes de GH VIP al tiempo que anunciaba la incorporación de Lara Álvarez como presentadores de GH última Hora en la misma franja horaria en la que se emitía Cuentos Chinos. Drásticas decisiones que hasta la fecha no han animado al espectador a sumarse a la propuesta de Telecinco. 

El casting tampoco ha sido en esta edición aliciente suficiente para los espectadores: caras desconocidas y personajes carentes de entidad. Los criticados abandonos de Oriana Marzoli y Karina, así como las forzadas incorporaciones de José Antonio Avilés, Yiya y Naomí,  no han conseguido reconducir la complicada situación del programa. 

La retroalimentación del reality, a través de otros programas de la cadena, uno de los factores que ha alimentado al show a lo largo de todas sus ediciones, no está a la altura de aquellos Sálvame y Deluxe en los que durante la temporada de emisión de los GH VIP ofrecía horas de contenido sobre todo lo acontecido en la casa de Guadalix. 

Tras varias semanas en emisión y con todos los esfuerzos llevados a cabo por la productora, las cifras proporcionadas por las agencias de medición de audiencias son casi invariables. ¿Agotamiento del formato o crisis de la cadena? Sea cual sea la causa, el reality por excelencia de Telecinco agoniza, al igual que las nuevas o renovadas propuestas de la cadena  para esta temporada.

El programa de anoche tuvo una audiencia del 8,5% en su versión Express y un 13.8% y 1.058.000 en su versión ordinaria. Para conseguir esta audiencia la productora le dotó de cierta tensión e introdujo novedades importantes. No es una audiencia para dar saltos de alegría, pero sí es un indicio de que el modelo no está agotado. Tuvo dos puntos y 208.000 seguidores mas respecto a la semana anterior. Si esta dinámica se observa en próximas ediciones, seguramente tendremos que escribir otro artículo con el título de "El resurgir de 'Gran Hermano'". Estaremos atentos a la pantalla.

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