El poeta Rodolfo Häsler regresa a Mojácar

Antonio Torres
Periodista

El poeta y traductor Rodolfo Häsler está vinculado familiarmente con Antas y con Mojácar, ciudad esta última que conoció cuando fue capital de la intelectualidad internacional. 

Rodolfo Häsler nació en Santiago de Cuba en 1958, donde vivió hasta los diez años, cuando la familia se traslada a Mojácar, lugar que en 1968 era destino de artistas y personajes de toda índole. La ciudad del Indalo fue su primer contacto con España. Son muchos recuerdos infantiles con una sociedad diferente y ese fue el final de su infancia. “Mojácar, en 1968, era un lugar intocado en el que no había turismo. Vivian algunos extranjeros, hippies y personas que huían de grandes ciudades del mundo y que buscaban un lugar apacible donde instalarse. Había gente muy particular. Antes de la llegada del turismo era un pueblo con casas ruinosas”.

“Volver a Mojácar becado por la fundación Valparaíso es un momento importante para mí, pues todos esos recuerdos que guardo de un lugar decisivo en mi vida, el color potente del Mediterráneo, estoy seguro que se van a despertar, y algo voy a escribir. Hace muchos años que no visito la población y aunque habrá bastante irreconocible, en la mente lo recordado y lo nuevo van a configurar un material novedoso”.

En ese paraíso, le vienen vivencias con el mal de ojo y “la Cachocha”, mujeres con sus colores alegres con el cántaro a la fuente y las amistades de sus padres con las personas que aportaron cultura.

La Fundación fue creada por el desaparecido Paul y su esposa Beatrice Beckett y que en más de una ocasión hemos glosado desde estas páginas el gran trabajo que realizan desde su lugar mojaquero, paradisiaco. Desde 1999, Valparaíso convoca anualmente un premio de poesía, así como otros que abarcan los ámbitos de pintura, música y teatro. 

Valente. En calidad de traductor conoció personalmente a José Ángel Valente en Ginebra. “Tengo nostalgia de la presencia de Valente en Almería. Una vez me citó en el antiguo Café Colón. Intelectualmente era honrado, intransigente con la mediocridad que a veces provocaba malentendidos, pero un inmenso poeta de los españoles que más admiro, junto a Antonio Gamoneda, Claudio Rodríguez y el malagueño Rafael Pérez Estrada”. “La poesía que realmente me interesa es la latinoamericana. En invitaciones que tengo periódicamente para asistir a festivales de poesía en América Latina me ha permitido conocer y admirar. Son siempre ocasiones que aprovecho para conocer a poetas e informarme sobre lo que se está escribiendo en esos países”. Se alegra de que una almeriense, la poeta Aurora Luque, sea una de las grandes poetas españolas, tras reconocerse su trayectoria con el mayor reconocimiento. Luque fue galardonada con el Premio Nacional de Poesía 2022, por su obra Un número finito de veranos, un poemario de “alto calado lírico, emocionante, exigente”.  “Cuba sigue siendo un referente cultural en mi vida, pero me siento más un ciudadano del mundo porque no he crecido en Cuba”.

Hospital de cigüeña. Es el título de la antología poética de Rodolfo Häsler, presentado en Madrid, Barcelona, Berlin, Logroño. El pasado viernes se presentó en Antas y en los próximos días llegará a Ibiza. El libro tiene tres partes. En la parte central la cigüeña se mueve por diferentes lugares, sin un espacio fijo y que vuela libre. “La última parte son flores, trabajo, adonde me lleva cada una de estas flores según su simbología, color, una forma y también aspectos que he querido colocar en una flor. Ejemplo, un recuerdo, una lectura, una anécdota con una persona conocida”, afirma y nos ofrece en este otoño, tétrico, y con mayor incertidumbre por los efectos de la guerra, nos regala: “Un cúmulo se apodera del nido, viene desde los juncos, con el aura maltrecha, trae a la presa, es alimento, serpiente desfallecimiento, rota en la lengua, de la picadura brota la sangre”. En Logroño, durante la presentación de su antología durante una tertulia literaria volvió a recordar la huella de su padre. 

Rodolfo Häsler es autor de Lengua de loboXII premio internacional de poesía Claudio Rodríguez 2019.  “Arquitecturas, paisajes, pinturas, calles, hoteles decantan un universo sin fronteras, aunque con nombres propios, un palimpsesto de cultura y sensibilidad hecho de experiencias y procesado por una mirada crítica y emocionada a la vez. La poesía como viaje interior y como lámpara de verdades colectivas. Lengua de lobo es un libro extraño, ambicioso, poliédrico, destacó Manuel Rico de BabeliaHa publicado: Poemas de arena, Tratado de licantropía, Elleife, De la belleza del puro pensamiento, Poemas de la rue de Zurich, Paisaje, tiempo azul, Antología poética, Cabeza de ébano, Corona mar, Diario de la urraca, Journal de la pie y La vida en el Hotel Greco: (antología poética) así como la plaquette Mariposa y caballo. El poeta ha sido incluido en numerosas antologías. Ha traducido la poesía completa de Novalis, mini relatos de Kafka y es codirector de la revista Poesía080 de Barcelona, entre decenas de trabajos, valorados favorablemente por la crítica especializada.

Antas y calle de las Tiendas de Almería. La hermana de Rodolfo, Ana Häsler Soler, mezzosoprano, acaba de estrenar este verano en Antas “El Argar musical”, un festival de su creación, puro sentimiento, que une música clásica y Cultura Argárica que abarca todo el sureste peninsular. La familia suizo-cubana, tiene raíces en AntasEl padre de la mezzosoprano es el pintor hiperrealista suizo Rudolf Häsler, hijo predilecto de Sant Cugat del Vallés por su trayectoria artística y como pintor del siglo XX recorrió gran parte del mundo. Residió en Mojácar y Carboneras, en la época de los intelectuales como la familia Bonet Correa. El bisabuelo, Juan Soler de Haro, natural de Vera, fue alcalde Antas en los años 30 del pasado siglo, casado con Dolores Martínez de la localidad de El Argar. El abuelo, Bartolomé Soler, ejerció de ingeniero de minas en Cuba y cuando volvió a España se instaló en la calle Zaragoza de Almería. De ahí que la otra tarde, acompañara al laureado poeta, Rodolfo, por las calles de Almería, se le ve feliz, y los recuerdos le venían de sus tiempos almerienses y su experiencia con el abuelo que se instaló en el centro de la capital. Por su padre, en la etapa de Mojácar, Rodolfo Häsler conoció a Jesús de Perceval y sus cuadros desde La Degollación de los inocentes a La mojaquera. “Almería ha perdido, lamentablemente, edificios emblemáticos. “Me cuesta reconocer la calle de las Tiendas, de la Almería Califal, después de tanto tiempo, entonces era una vía abigarrada, un bazar oriental repleto de mercancías expuestas, con mucha vida”.

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