Si vas a comprar, no lo hagas con el corazón; hazlo con Amazon


Antonio Felipe Rubio
Periodista

⏩ Nota de la Redacción: Publicamos este artículo de Antonio Felipe Rubio haciendo la salvedad de que la base que ha inspirado el mismo no se ajusta a la realidad. Según figura en la disposición adicional segunda de la resolución que regula este asunto, "los establecimientos no podrán anunciar ni llevar a cabo acciones comerciales que puedan dar lugar a aglomeraciones de público, tanto dentro del establecimiento comercial como en sus inmediaciones". Las rebajas, si no conllevan 'aglomeraciones de público', no están prohibidas, tal como ha aclarado el propio Gobierno.


Existe cierta inquietud en sectores empresariales sobre las intenciones del gobierno para la regeneración económica; siempre y cuando salgamos de la crisis sanitaria. La presencia del dirigente comunista Enrique Santiago al frente del Comité de Regeneración ya ha dado sus primeros frutos. Este ferviente prosélito del leninismo, dictaduras bolivarianas y negociador con los narcoterroristas de las FARC emprende su revolución para la reconstrucción económica y social asestando un duro golpe al comercio.

El Gobierno de España publicó en el BOE (sábado, 9) la prohibición de las rebajas. El lunes cambió de criterio; y el mismo día volvió a cambiar manteniendo la prohibición. Así, por orden del Gobierno España, cualquier establecimiento de los que puede abrir -que no son todos- no podrá hacer publicidad alguna sobre descuentos especiales o rebajas. El motivo lo justifica el gobierno “para evitar aglomeraciones”, y añade que las rebajas sí podrán realizarse en ventas online. O sea, una tienda que lleva más de dos meses cerrada, y que ha acumulado stock que no pudo vender en la temporada de primavera, no tiene derecho a dar salida al género con la práctica universal de la rebajas. Mientras tanto, cuando las tiendas de proximidad han estado aguantando el tirón, las ventas se han prodigado en internet… y, además de aprovecharse del parón obligado a las tiendas físicas, también les permiten hacer más caja con la promoción de rebajas.

No quiero parecer un detractor de las ventas por internet, es una opción a la que cada día se han de adherir los comercios ante la innegable realidad digital y el avance del e-commerce, pero me parece impresentable que el Gobierno de España no tenga otra cosa que aportar al sufrimiento de las pymes que prohibirles la promoción de ventas con una campaña de rebajas que les podría aportar unas ventas cruciales para respirar un poco de liquidez con la que afrontar los gastos soportados, sin ingreso alguno.

La compra de productos exclusivos y marcas de alto standing rara vez se someten a rebajas, pues se supone que se dirigen a un público de alto poder adquisitivo. Si a alguien beneficia las rebajas es al público de clase media-media y media-baja. Es decir, en lenguaje “progresista de izquierdas”, a la gente más necesitada, más desfavorecida, más vulnerable y bla, bla, bla.

Es a la gente que dice favorecer el gobierno socialcomunista a la que le prohíbe beneficiarse de compras con precios más asequibles. Baste señalar necesidades como zapatos y ropa de bebé e infantil para la temporada de verano, teniendo en cuenta que dos meses suponen un evidente cambio de talla para los más pequeños. Por tanto, no se trata de compras compulsivas o comandos a la caza de gangas; son necesidades perentorias que, si de un gobierno decente se tratase, se agradecería un precio más asequible (rebajas) y una venta más animada para que respiren las pymes.

No creo que exista riesgo de aglomeración tan desbordante como para convertirlo en argumento de seguridad nacional que precise la intervención de los ejércitos. Tampoco son los tiempos de las típicas avalanchas en la rebajas de Almacenes SEPU en los sesenta. No ha existido incidencia alguna en las interminables colas de Alcampo, Mercadona, Lidl… En la cola de la pescadería, carnicería o frutería de barrio pides la vez, y a esperar tu turno sin más.

El Ayuntamiento de Almería acaba de lanzar una campaña para dar respiro al comercio de proximidad. El espíritu de la campaña se sintetiza en una frase que menciona el alcalde con acierto: “Cuando compres, compra con el corazón”. Una buena iniciativa que induce a los clientes a contribuir en la necesaria recuperación del comercio local.

El Gobierno de España, inasequible al desaliento en la generación de confusión y artífice del desastre sanitario y socioeconómico, trunca y frustra la bienintencionada iniciativa del Ayuntamiento de Almería. Este es el lema del gobierno de Sánchez-Iglesias: “Si vas a comprar, no compres con el “corazon”; hazlo con Amazon” .

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