El frustrado reencuentro de un cantante de 'Il Divo' con su padre


Evaristo Martínez
Periodista

➤La emoción fue una constante en la Plaza de Toros durante el concierto que este jueves ofrecieron los cantantes que conforman Il Divo. Sin embargo, fuera del recinto se vivió una situación no menos intensa que la que estaban presenciando los 5.000 asistentes al concierto. Poco antes de que el espectáculo diera comienzo, un hombre de 68 años intentaba sin éxito entrar a saludar al cuarteto en un ‘Meet and Greet’: unos pases VIP que permiten a los seguidores conocer a sus artistas favoritos y compartir con ellos unos minutos en privado. Ese hombre, según explicaba él mismo una y otra vez a la organización en la puerta de la plaza, no era otro que Maurice Izambard. El padre del componente francés de Il Divo, Sébastien Izambard.

Maurice Izambard

El padre, según reconoció a quienes le acompañaban, intentaba reencontrarse con su hijo después de doce años sin contacto alguno. Así lo reconocía el propio cantante en una entrevista publicada en el Daily Mail en 2013: en ella aseguraba que su padre le abandonó a los seis años y que desde entonces creció junto a su madre. Una versión que el padre niega pero que, aún con todo, intentó acercarse a su hijo mediante uno de los pases VIP pensados para sus seguidores. En la mano, además de la entrada, portaba un reloj. “Es el reloj de mi padre, su abuelo, que murió hace poco y quiso entregárselo a mi hijo”, explicaba en plena vía pública el hombre ante la mirada de los viandantes y evidentemente desesperado ante la negativa de la organización a dejarle pasar.

Sébastien Izambard

“Estoy nervioso porque él es mi único hijo”, explicaba mientras hacía cola para intentar acceder al encuentro privado; algo que nunca ocurriría. De hecho, no solo se le negó la entrada al ‘Meet and Greet’ sino que también fue ‘invitado’ a que no entrase a la Plaza de Toros para ver el concierto por si el cantante se daba cuenta de su presencia, algo que podría ser “desagradarle” según le explicaba en plena calle un miembro del equipo.

Finalmente, el viaje desde Francia hasta Almería de Maurice Izambard no resultó como esperaba y el padre del artista rompió a llorar después de que le fuera negada la entrada al recinto. El antiguo reloj permanecerá en su bolsillo al menos por algún tiempo más así como la ausencia de relación que su hijo reconoció públicamente tiempo atrás. Almería estuvo a punto de ser testigo de un reencuentro que, al menos de momento, no tendrá lugar.

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