Un comentario de arrepentimiento por parte de Rajoy supondría un verdadero acto de dignidad

José-Tomás
Cruz Varela

¿Existe algún español capaz de creerse que todo lo sucedido en el PP valenciano era totalmente ignorado en Génova? ¿Que desconocían igualmente los vínculos de financiación irregular con las empresas de Correa (Gurtel)? ¿Que la confesión del citado personaje ante el juez, corroborada por Pedro Crespo y Álvaro Pérez, era un invento de estos directivos? ¿Que toda la trama de corrupción y enjuagues económicos del PP a partir del 2007 nunca se produjeron? ¿Que todos los cabecillas de Gurtel como los empresarios que admitieron pagos en negro a cambio de adjudicaciones públicas fueron ideados por la oposición? ¿Tan imbéciles nos consideran?

Rajoy y Correa (Foto: El Español)

Aunque sea mucho suponer, entendemos que lo suyo sería que el expresidente Camps, voluntariamente, realizase unas amplias declaraciones sobre su intervención y hechos sucedidos durante su etapa de máxima autoridad en la Comunidad, y el PP, a su vez, asumir todas las responsabilidades que procedan.

Si los populares están dispuestos a confesar y cumplir con las exigencias ciudadanas de regeneración tendrán que comprometerse y no volver a caer en prácticas repudiables, unido a desprenderse de todos aquellos cargos que a lo largo de su trayectoria política han sido relacionados con esta lacra de corte mafioso llamada corrupción.

Que tal reconocimiento podría suponer el suicidio político para el partido e incluso para el propio Rajoy es más que probable, pero difícilmente encontrarán otro procedimiento. A los largo del 2018 van a surgir situaciones muy similares, de ahí que el comentario de arrepentimiento por parte de Rajoy supondría un verdadero acto de dignidad. Utópico, pero no por ello menos encomiable. ¡Tiempo al tiempo!

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