Susto… y muerte

Antonio Felipe Rubio
Periodista

Ahora va Susana y dice que rompe el pacto con IU por inestabilidad manifiesta. La pregunta es ¿qué significa inestabilidad en política? ¿Se referirá a sobresalto, ocurrencia, discrepancia, rivalidad, protagonismo, ambición, amenaza, pulso, tensión…? De ser así, todos los pactos de gobierno terminarían abortados estrepitosamente. Los pactos conllevan un riesgo calculado de confrontación en función de la idiosincrasia de los socios que, en Andalucía, es de sobra conocida tanto la del PSOE como la de IU.

Susana Díaz
Desde la crisis de la corrala Utopía, pasando por la banca pública y terminando por la amenaza de referéndum asambleario Susana debería de saber; mejor dicho, debería saber que todo esto es previsible dentro de un razonable riesgo calculado de incidencias y servidumbres inherentes al pacto. Por tanto, esta sobreactuación no es fruto de desagradable sorpresa, inestabilidad o frustración; es, sin más, una estrategia de mercadotecnia del precio del voto en función de la actual cotización de los contendientes: Podemos no cuajará en Andalucía (el modelo bolivariano ya es realidad con 35 años de socialismo providencialista); IU es una tormenta que no amaina; y el PP carece de tiempo material para evidenciar buenos resultados económicos y sociales en ciernes. Así las cosas, Susana acaba de forzar una ruptura sin más argumento que su propio beneficio aun a costa de sentar un inapelable precedente para futuros pactos con IU en otros escenarios que lo precisen. Y es esta contingencia la que supone un riesgo a nivel federal que encona posturas con un iracundo secretario general que ya no oculta su desafecto -ahora se “entiende” aquella soez calificación de Martín Soler hacia una “depredadora sin escrúpulos”-.

La película de la escenificación de la ruptura del pacto ante unas inminentes elecciones ya la hemos visto. Sin embargo, hay desenlaces más o menos catastróficos en función de la naturaleza del anfitrión que desecha al huésped. El PSOE no rompió con el Partido Andalucista, simplemente lo destruyó; tal que pretende ahora con IU.

Aún me resulta factible la florentina teoría de Torrijos (La Luna, Interalmería TV) cuando aboga por la presentación de una moción de censura apoyada por IU, propiciando el Gobierno de la Junta al ganador de las Elecciones que, no se olvide, fue el PP. Así, IU se resarciría de este trance que, por cierto, le está propinando una imagen penosa de arrepentimiento penitencial digna de conmiseración. Y es que dan hasta pena por el grado de reptación observado en su maniobra de reacercamiento hacia el PSOE.

La moción daría inusitadas alegrías a Pedro Sánchez que, por otro lado, abriría plausibles horizontes a IU en futuros pactos y no menos consolidación de su cuestionado liderazgo. La cuestión es ¿habrá evaluado esta posibilidad Juanma? No sé. En cualquier caso, creo que los tiempos se habrán agotado y, en este florentino supuesto, estoy persuadido de que sí lo habrá previsto y desactivado el PSOE.

Todo está calculado y bien presentado en el tiempo y en las formas. La gestión de la ruptura es coincidente con un bien publicitado periodo de gestación “¿gemelos?” (El Mundo, 22/01/15). Y un electorado “cultivado” en la empatía y la sinergia sensiblera estética no resulta proclive a dar un berrinche emocional en delicados trances. Y parecerá indecoroso -Dios me perdone- pero, en política, piensa mal… y te quedarás corto; y, ave que vuela ¡a la cazuela!

Del susto o muerte se ha pasado a una escenificada “ejecución” del pacto que sitúa a los andaluces en el innecesario trance de unas elecciones anticipadas que surtirán el efecto de más de lo mismo. El objetivo es el reforzamiento y consolidación de la lideresa al precio que sea. ¿Los beneficios para los ciudadanos? Hagan recuento de lo logrado en Almería en el último año. Lo dicho. De susto y muerte.    

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