Susana Díaz manda al paro a los delegados de IU en Almería

Juan Torrijos
Periodista

Imagino el enfado que tiene estos días nuestra paisana y diputada por Izquierda Unida Rosalía Martín. Susana os ha usado para ganar tiempo, pero una vez que la hemorragia se ha contenido y que los tiempos juegan a favor de ella y de su partido, patadas en las posaderas de doña Encarna Caparrós y de don Rafael Salazar. Se les acaba el despacho, se les manda al paro y a esperar que os vuelvan a necesitar algún día.

Encarna Caparrós
Este ha sido el sino de IU: servir al PSOE, tapar sus vergüenzas. Hacerle el juego por unas monedas. Cada vez que el PSOE los ha necesitado ahí han estado ellos, en la Junta, en Ayuntamientos de Almería, poniendo y dando la cara por ellos. Y cuando ya no los ha necesitado el pago del socialismo ha sido siempre el mismo: ¡A hacer puñetas!

Y encima con la acusación de que ellos han sido los responsables de romper el pacto. Increíble, pero así se hace la política. Así la hacen cuando pueden, caso que se vive en estos momentos en el seno de Izquierda Unida.

Llorando por los rincones, me dicen que andan algunos. Lamentando que se fiaran de ellos y que por unos duros les hayan limpiado la imagen. Comprensible que Rosalía esté enfadada y arrepentida del papel que ha tenido que jugar entre nosotros, defendiendo un Gobierno, el de Susana, que al final los tira a la papelera sin ningún miramiento.

¿Dónde se quedó aquel deseo de levantar alfombras, de que cada uno pagara sus justos pecados con el que Rosalía y compañeros de Almería se presentaban a las elecciones? Fue tocar poder y se acabó la esperanza de saber lo que ha venido ocurriendo y ocurre dentro del Gobierno andaluz.

El voto de la paisana Rosalía ha sido para defender a Susana, su Gobierno y los gobiernos anteriores del PSOE. Claro que comprendo su enojo actual. Lo que me sorprende es que no supiera lo que iba a ocurrir, que por unos kilos de poder se pusiera una venda en los ojos que no se ha caído hasta que no se ha encontrado con la realidad política y sus intereses.

Ahora nos podría contar doña Rosalía Martín la verdad (que ya ha debido conocer) del caso de los Eres, Cursos, Marismas y otras lindezas que cabalgan por las entrañas de distintos gobiernos de la Junta de Andalucía. Vamos a ello Rosalía, dile a la sociedad almeriense todo lo que te has tenido que tragar por aquello del pacto.

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