El hartazgo de los empresarios

Antonio Lao
Director de Diario de Almería


Reconozco que echaba de menos la fuerza, el empuje, la garra, el criterio y la independencia que en su día tuvieron los presidentes de Asempal Miguel Santaella y los de la Cámara de Comercio José Antonio Picón, Francisco Martínez Cosentino y José Antonio Flores. Ellos me dirán que es probable, pero que eran otros tiempos, en los que se conjugaron muchos factores que alumbraron la Mesa de las Infraestructuras y una reivindicación única de las necesidades de esta provincia, difícil de repetir.

Edición de hoy de Diario de Almería
En los últimos años Asempal y Cámara -posiblemente lastrados por sus propios problemas- han sesteado en la creencia que la contemplación era el camino, el agrado la línea recta y las buenas palabras el derribo del muro de las lamentaciones y la ruta hacia los compromisos. Error. Por eso, cuando el lunes vi sentados en la misma mesa a José Cano, presidente de Asempal, un empresario coherente y activo, y a Diego Martínez Cano, inteligente, negociador y hábil, desplegando velas frente a los reiterados incumplimientos del Gobierno de España con Almería, especialmente en materia de ferrocarril y autovías, me dije: ¡ya era hora! 

La coherencia y la verdad son argumentos más que suficientes para aplaudir la crítica de los empresarios, la manifestación convocada para el 29 de julio y el dibujo de la línea que el Gobierno no debe traspasar con esta provincia. En caso contrario los tendrá, nos tendrá, enfrente. No podemos llevar tres años jugando a poner 100 millones de euros para el AVE y luego no gastarlos. No podemos abanderar las bonanzas y lo mucho que estamos en los pensamientos del presidente y sus ministros, cuando aquí no se ha puesto una sola traviesa y sí se han tapiado los túneles.

No podemos creer las promesas del diputado Rafael Hernando anunciado el AVE para 2018, cuando ya nos lo prometió para 2013, 2014, 2015 y hasta el ministro Rodrigo Rato ya lo hizo para 2005. Bajo estas premisas no cabe más que la reivindicación justa, la denuncia de las permanentes mentiras o las ruedas de molino con las que nos quieren hacer comulgar y el abanderamiento de una lucha por unas infraestructuras que esta provincia necesita para seguir creciendo. No estamos pidiendo nada que no tengan otros.

Aportamos más que muchas provincias al PIB nacional, y aunque creo en el principio de solidaridad, lo que me parece injusto es limitar nuestro desarrollo por la ceguera de unos pocos o por la complecencia de muchos. El AVE que nos debe unir con Murcia y la autovía con Málaga son irenunciables. Basta ya de paños calientes, de promesas huecas y de palabras más vacías que una bolsa de caramelos en la puerta de un colegio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario