El reencuentro de Carboneras 100 años después


Simón Ruiz
Redactor-Jefe de La Voz de Almería

Volver a Carboneras. Un siglo después... “Mi nombre es Delia Beatriz Irusta Sánchez, soy nieta de inmigrantes como el 96 % de la población de argentinos que habitamos este país. Este testimonio que presento es mi historia y la de los que me precedieron, pero que no es muy distinta de la de muchos nietos de inmigrantes que ya han encontrado o todavía están buscando sus raíces”.

Miembros de la familia, en Carboneras
La cita se corresponde con la presentación que ayer realizó Delia Irusta en un documento que entregó a cerca de una veintena de descendientes de la familia formada por Juan Sánchez Lozano y Ángeles Mateo Escánez. Algunos de los hijos de este matrimonio de Carboneras se vieron obligados a emigrar a Cabra del Santo Cristo (Jaén), Girona y Argentina. Corría el año 1913.

Ahora, un siglo más tarde, Irusta Sánchez ha conseguido, con la ayuda de carboneros y carboneras y del ayuntamiento de esta localidad y de una intensa búsqueda a través de redes sociales y foros en internet, reunir a esos biznietos y tataranietos de la emigración.
Ha sido con motivo de las fiestas de San Antonio de Padua, en la conmemoración del patrón, cuando se ha producido este reencuentro familiar. No ha sido fácil que se produzca.

Historia de un reencuentro
En el año 2010, Delia conoce “la existencia de una Ley del Gobierno” de José Luis Rodríguez Zapatero que “concede la nacionalidad española” a hijos y nietos de emigrantes. La pidió y se la autorizaron, y a partir de ahí comienza su tarea de investigación. “¿Dónde está Carboneras? Lo busqué en el mapa y entré en cuantos foros había en la Red. Aquí no había partidas de mi nacimiento. Yo nací en Río Cuarto, provincia de Córdoba, en Argentina en el año 1956, pero para España soy vecina de Carboneras, soy oriunda de Carboneras, pero por el origen de mi abuelo”. Se llamaba Cristóbal Sánchez Mateo, nació en Carboneras el 22 de enero de 1888 y falleció en Río Cuarto en 1962.

En el documento que ayer, en una comida de convivencia en Las Palmas con otros descendientes, vecinos, concejales y el alcalde de Carboneras, Salvador Hernández, vio la luz bajo el título ‘Volver a Carboneras. Un siglo después...”, Delia Irusta describe que, un siglo después de la separación de los hijos del matrimonio Sánchez-Mateo, “en nuestras venas fluye la misma sangre, los sentimientos son muy profundos y la ilusión que emanan nuestros corazones es inmensa”.

“Yo personalmente siento que llevo conmigo aquel sueño que los tres compartían: “volver a su tierra natal”. Pienso que llevo sus almas para que descansen en paz y al mismo tiempo para mí es un sueño conocer la tierra que me dio el origen”, añade.

Nombres de la emigración
El sueño de Delia se hizo realidad ayer como también el de otros descendientes de hijos de Carboneras, en su día protagonistas de una obligada emigración. Pueden ser los casos de José Sánchez Piedra, Beatriz Sánchez Hernández, Toribio Espinosa Sánchez, Luisa Machado, José Rubio Santoyo, José Valenzuela Espinosa, Felipa Lozano, María del Carmen Beltrán, Andrés Hernández Alcalá, Manuel Sánchez Toledano, María del Carmen Hernández Núñez, Juana Sánchez Fernández y María Jesús Espinosa Machado. Y de tantos y tantos carboneros de origen y de corazón.

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