Emilio
Ruiz
El
Consejo Rector de Caja Rural de Canarias, presionado por el Gobierno canario,
no ha logrado torcer la voluntad, mayoritariamente expresada en múltiples
ocasiones, de los socios y trabajadores de la entidad de integrarse en Cajamar-Cajas Rurales Unidas.
Anoche, en una asamblea que fue extremadamente pacífica, se aprobó la fusión.
Un día antes la asamblea general de Cajamar había hecho lo propio.
Asamblea de Caja Rural de Canarias de aprobación de su fusión con Cajamar |
Según
informa Caja Rural de Canarias, con esta decisión sus socios y clientes tendrán
a su disposición los recursos y servicios de su entidad de siempre, ahora
formando parte de una caja rural con mayor dimensión, solvencia, eficiencia y
rentabilidad.
El
acuerdo ha sido adoptado por 2.068 votos a favor, 314 en contra y 11 votos
nulos o en blanco. Tras la fusión, que será realidad antes de que finalice el
año, Caja Rural de Canarias conservará su denominación comercial en Canarias y
prevé la apertura de diez oficinas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife,
lo que no solo permitirá mantener la plantilla actual sino crear nuevos puestos
de trabajo. “Los socios de Caja Rural de Canarias han dado así su respaldo a
una operación que renueva el compromiso y vocación canaria de siempre, y da un
paso más para afianzar el proyecto insular desde una entidad de ámbito
nacional, formando parte de la primera caja rural española".
Caja
Rural de Canarias cuenta, a 31 de diciembre, con 112.803 clientes, de los
cuales 24.958 son también socios de la entidad. El capital social asciende a
31,91 millones de euros. En cuanto a los resultados, el margen bruto supera los
40,75 millones de euros, un 12,57% más que en 2011, y el margen de explotación
se incrementó en un 41,01% hasta los 14 millones de euros. El resultado antes
de impuestos es de 2,22 millones de euros.
Otros
datos de la entidad que se fusiona con Cajamar son: Recursos propios de 88,85
millones de euros, coeficiente de solvencia del 11,70%, casi tres
puntos por encima de las exigencias del Banco de España (9%), y una ratio de
capital del 10,25 %. Cuenta con 319 empleados y 67 oficinas en las dos
provincias canarias.
En
los últimos meses, el movimiento contrario a la fusión se había mostrado muy
activo, si bien es verdad que con poco éxito. Una de las iniciativas en este
sentido ha sido la recogida de firmas a través de la plataforma change.org. El
escrito presentado para su adhesión decía así:
“Somos
un colectivo de personas que, como ciudadanos, empresarios y empleados vivimos
con preocupación el desmantelamiento del tejido financiero de Canarias. Nos
cuestionamos la realidad y el proyecto de futuro de nuestra tierra. En este
momento en el que se ensancha la brecha entre ricos y pobres, es necesaria una
entidad financiera con vocación social y que conozca las características e
idiosincrasia de la economía canaria, que entienda las particularidades del
pequeño ahorrador, de la propia cultura financiera canaria y, por supuesto, del
contexto de un Régimen Económico y Fiscal diferenciado.
Ante
el embate actual de las grandes corporaciones financieras por fagocitar las
iniciativas sociales de ahorro e inversión, se pone de manifiesto, más que
nunca, la necesidad de preservar el pequeño sistema financiero. Conservar una
banca cercana al territorio y a sus clientes, que vele por el bien común desde
la ética y que invierta en proyectos de la economía real, es un camino de
esperanza con el que esta plataforma se compromete.
Las
fusiones en la reciente historia demuestran tener un efecto contrario a la
preservación de las pequeñas entidades financieras que aún mantienen los
principios éticos de dinamización local, desarrollo, creación de empleo y de
riqueza. La fusión arrancará directamente y de raíz la identidad social de Caja
Rural de Canarias, una entidad cooperativa que vela más allá de de los
intereses de sus integrantes, que desarrolla su actividad en pro de la justicia
social en Canarias.
Siendo
La Caja Rural
de Canarias una entidad con vocación regional, con una red de oficinas propias
en la mayor parte del territorio canario y con su centro de decisiones en
Canarias, la fusión además de diluirnos, destruirá empleo, eliminará oficinas
en los pequeños municipios y trasladará el órgano de decisión de nuestra
entidad a Almería. Nos someterá a intereses ajenos a la realidad canaria,
entregando a cambio de una supuesta seguridad todo nuestro patrimonio y
provocando la deslocalización de las inversiones; en definitiva, acabará con
nuestra autonomía como entidad.
No
entendemos qué intereses se ocultan tras el deseo apresurado de una fusión, ya
que no va a favorecer ni al empleo, ni a la autonomía, ni a la solvencia, ni a
los principios cooperativos que facilitan la participación de sus socios,
principios sobre los que fue fundada Caja Rural de Canarias.
Nos
oponemos a la fusión con Cajamar, pues queremos seguir siendo una entidad
canaria. Proponemos un cambio de rumbo para mantener nuestra independencia.
Con
este manifiesto, la
Plataforma STOP FUSIÓN Caja Rural de Canarias siembra la
semilla para que entre toda la ciudadanía canaria, consciente de esta realidad,
se alimente una nueva corriente de buen gobierno de las entidades financieras
de las islas.
En
el caso concreto de Caja Rural de Canarias, propugnamos un cambio que configure
un consejo rector sensible, profesional, transparente, comunicativo, y que tome
las decisiones pensando en el bien común, con la buena gobernanza que demanda
la sociedad canaria del siglo XXI y la actual situación socio-económica”.
La
acción de recogida de firmas ha tenido tan escasa acogida que hasta el momento
de la fusión solamente han manifestado su apoyo expreso poco más de medio
centenar de ciudadanos, no necesariamente todos ellos socios o clientes de la Caja.
Emilio por qué no comentas nada del Sr. empleado de CAjamar que el otro día falleció................en Almería.............
ResponderEliminarNo le conocía ni se nada del tema. Vi su esquela. Tu dirás. E. R.
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