Javier Menezo
Letrado del INEM
No es broma. Esta es la 
noticia sobre el paro del primer trimestre en Almería, porque el número total de 
desempleados bajó en 900 personas, pero la tasa de paro, sin embargo, subió al 
37,11 %, aunque yo esperaba el 38 %, todo sea dicho. Es previsible que, salvando las 
subidas estacionales del verano, esta tasa se mantenga así al final de 2013. Es 
decir, es muy posible que hayamos alcanzado ya la estabilización del paro que 
tanto se deseaba, pero en el 37 %. 
Nos contarán que todo se debe a 
reformas que han impedido mayor destrucción de empleo, o a la valiente acción 
del gobierno. Pero la realidad es que el paro ha bajado porque la población 
activa, esto es, los que trabajan o buscan trabajo, baja y de forma acusada. Los 
flujos migratorios hicieron crecer la población almeriense a un ritmo del 4 % 
anual. Lentamente, para lo intenso de la crisis, se fueron deteniendo y ya claramente se han invertido. Los últimos datos del padrón recogen por primera 
vez este hecho, especialmente entre los extranjeros, cuyo número baja en 12.800. 
Menos población y menos población buscando empleo permiten que el paro descienda 
un poco y se estabilice. No hay más. 
El dato revelador de nuestra 
situación es el de empleo, y la EPA dice que el total de ocupados ha retrocedido 
al nivel del tercer trimestre de 2003. Dicho de otra forma, Almería ha perdido 
todos los empleos creados en 13 años y cada día de este año, desaparecieron 75. 
¿Puede una provincia con 541.000 habitantes mayores de 16 años tener los mismos 
empleos que cuando tenía 100.000 residentes menos?
Podría si fuera una situación 
reciente y breve y la falta de ingresos del trabajo estuviera suplida, al menos 
en parte, por la protección social. Pero esta se está agotando por el simple 
paso del tiempo y por las medidas dirigidas a recortarla. En este páramo hay que 
estar atentos a un dato que puede invitar a cierto optimismo. La Construcción, 
que suele ser el primer sector en notar las crisis y el primero en adelantar la 
recuperación, ha sido capaz de crear 2.400 empleos. Confiemos en que se 
mantenga.
No obstante el futuro inmediato es que llegará el verano y cerraran los 
almacenes. Muchos de esos trabajadores, la mayoría mujeres cuyo sueldo se ha 
convertido en el único del hogar, accederán a prestaciones hasta su 
reincorporación a la actividad; los ingresos de las familias se resentirán, 
porque la cuantía de esa protección es menor, y lesionará aún más unas economías 
familiares ya castigadas. 

Javier, amigo y compañero, menos mal que por lo menos te sabes lo de tu trabajo, lo contrario sería más que grave.Ánimo, se nota que tienes tiempo para los artículos.
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