Eusebio Villanueva
Arquitecto
El PGOU es uno de los documentos más importantes para la 
planificación de una ciudad. Supone una radiografía de la situación actual y un 
proyecto de futuro que define la ciudad que se quiere conseguir. El 
vigente PGOU de Almería data de 1988. En el año 2004 empieza a trabajarse sobre 
una modificación, no tanto porque el vigente estuviera agotado, como por adaptar 
el planeamiento a la nueva Ley del Suelo. Eran momentos de bonanza económica, 
con un desarrollo desmedido del sector de la construcción y con todo el empuje 
que suscitó la celebración de los Juegos Mediterráneos (ocasión pérdida para 
producir un cambio cualitativo sobre la ciudad, tal como ocurrió en Barcelona o 
Sevilla con los eventos de 1992). Se programó una expansión de la ciudad al otro 
lado del rio, colonizando la Vega de Allá, que obligaba a costosas 
infraestructuras, engullía el núcleo de La Cañada, el campus de la Universidad y 
que junto con la "exitosa" operación de El Toyo, metía presión sobre el 
Aeropuerto.
No sé si fue la diosa fortuna, las protestas de los vegueros 
(¿encabezados por Juan Berenguel?), que todavía queda gente con sentido común o 
por la conjunción de todos estos motivos. El caso es que el Plan, igual que los 
grandes mansos, fue devuelto a los corrales para rehacerlo. Un nuevo 
intento de aprobación se llevó a cabo en 2011. Con menos pretensiones de 
expansión, pero incidiendo en el mismo modelo desarrollista, a pesar de estar 
inmersos en la actual crisis económica, sin plantearse que ese modelo está 
agotado, que hay que buscar nuevas alternativas.
Ahora el Ayuntamiento 
vuelve a presentar el Plan General, pero con los mismos errores que las veces 
anteriores. Hay muchos motivos que invalidan el documento (el actual Plan no 
está agotado, queda suelo sin desarrollar, no se analiza la ciudad existente y 
sus necesidades futuras...) pero el principal de todos es que no ha habido un 
debate participativo. Parece mentira que en los tiempos que estamos se imponga a 
180.000 ciudadanos un modelo de desarrollo que ni conocen ni han podido debatir 
sobre el mismo. Esto por sí solo, en una sociedad democrática (supuestamente) 
como la nuestra, es motivo suficiente para anular el Plan y obligar al 
Ayuntamiento a redactar un nuevo documento que sea discutido y consensuado por 
los ciudadanos.
El único motivo para sacar ahora el Plan y en las 
condiciones que quiere hacerse es tratar de consolidar y dar cobertura legal a 
las expectativas de especulación de unos cuantos propietarios que tenían, o han 
adquirido recientemente, suelo en las nuevas zonas que se pretende urbanizar. Me 
estoy refiriendo a la zona de la Molineta. Que la ciudad siga siendo un 
caos circulatorio, la falta espacios verdes, el problema de las medianeras, el 
transporte público... todo esto es secundario. Lo importante es disponer de 
suelo para volver a inflar la burbuja inmobiliaria y que nuevos "Barcenas" sigan 
cobrando comisiones. 
¡Hasta cuándo vamos a tolerar estos 
comportamientos!
(Noticias de Almería)

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