De Despeñaperros para arriba

José Luis Sánchez Teruel
Secretario General del PSOE de Almería

En estos nueve meses de gobierno del Partido Popular todos los ciudadanos somos conscientes de que hemos ido a peor, igual que los españoles tenemos claro que en Andalucía las cosas se hacen de una manera totalmente diferente a como las hace el PP allí donde gobierna. La eliminación de derechos no ha sobrepasado Despeñaperros, por lo menos en aquellos cuya defensa depende de las competencias andaluzas. Sobre los demás, los españoles tendremos ocasión de exigir responsabilidades al Partido Popular cuando llegue el momento electoral. El PP, a la vista está, está aplicando un programa que ocultó a los ciudadanos pero en la medida que podamos no vamos a consentir que lo haga en Andalucía.

Sánchez Teruel y otros socialistas almerienses
en la manifestación de Madrid
Resulta que Andalucía no está, ni de lejos, entre las comunidades autónomas más reacias a cumplir los objetivos de déficit. Pregunten, si no, a los barones populares de Murcia, La Mancha o Extremadura. El verdadero rescate que necesitamos es el de la rectificación de la política económica y social de un gobierno de la derecha voraz e insensible que no mira a los ojos de los ciudadanos.

Pero hasta que llegue ese momento, los socialistas no nos vamos a cansar de exigírselo, quisiera que el lector tuviera presente que vive en una tierra cuyos ciudadanos sabemos bien lo que queremos y lo que no queremos. Por eso en Andalucía el curso escolar ha comenzado con normalidad. En Andalucía se mantiene el cien por cien de las plazas educativas, las bonificaciones y la gratuidad de los libros de texto este curso escolar 2012/2013. Nuestros niños no tienen que llevarse una tartera al colegio si quieren comer allí.

La Junta de Andalucía ha hecho un verdadero esfuerzo, vista la brutal reducción de dinero ordenada por Rajoy, por preservar la inversión económica en profesorado y por reducir el impacto de las medidas exigidas por el Ministerio de Educación, como el aumento del horario lectivo de los docentes. Además, se ha decidido mantener el número de alumnos por aula. Así se garantiza la calidad de la enseñanza y se evita que haya despidos masivos entre el profesorado.

El apoyo al alumnado y a las familias con menos recursos, en un contexto de graves dificultades económicas, constituye también otra de las líneas básicas del curso escolar. Entre las medidas que mantiene la Consejería de Educación, que no ha subido ni un euro los precios públicos y que mantiene las bonificaciones, destaca el programa de gratuidad de los libros de texto, del que se beneficiará la totalidad del alumnado de las etapas obligatorias.

Con el curso escolar en marcha y las Universidades calentando motores, quiero referirme ahora a nuestro sistema sanitario. No es fruto de la casualidad que tres de cada cuatro andaluces crean que la sanidad pública funciona bien en Andalucía. Este es un dato que conocimos esta misma semana y que procede del último Barómetro Sanitario elaborado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad relativo a 2011. Sepa el lector que este valor es el más alto desde que comenzara a hacerse este tipo de estudios en 1995 y ello pese a las dificultades derivadas de la situación económica. Creo honestamente que podemos sentirnos orgullosos de realidades como éstas y de que nuestros conciudadanos las hayan hecho posibles dando se apoyo a un gobierno de progreso comprometido con la sociedad a la que sirve.

Si miramos al gran pilar económico de nuestra provincia, la agricultura, vemos que sigue demostrando su enorme fortaleza pero que padece las consecuencias de la exagerada presión fiscal que el gobierno de Rajoy ha impuesto sobre las actividades económicas en nuestro país. Para empezar, la campaña se inicia con un aumento añadido de 5.000 euros por hectárea por la repercusión del nuevo IVA en los productos y servicios que necesita el agricultor, según estimaciones del propio sector.

Andalucía ha pedido un adelanto de mil millones de euros a cuenta de su participación en los ingresos del Estado para tratar de que los recortes de Rajoy no afecten aún más a los ciudadanos. Es dinero de los andaluces y para los andaluces y un adelanto del que han hecho uso las comunidades del Partido Popular y que en julio Rajoy negó a Andalucía. ¿Será este Gobierno capaz de discriminar, de maltratar, de nuevo a nuestra tierra, ahora que ese asunto está de nuevo en la mesa de Rajoy? Ojalá, no.

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