Rubalcaba desautoriza a los críticos y pide el apoyo total para Griñán

Lourdes Lucio
El País

Ya se sabía, pero por si alguien albergaba dudas, el líder federal del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, dejó ayer muy claro que no está para nada en ninguna operación que pueda debilitar a José Antonio Griñán como secretario general de los socialistas andaluces. Este tiene el encargo de todo el PSOE de demostrar que hay una forma alternativa de gobernar distinta a la de Mariano Rajoy y esa meta superior no va a ser empañada desde la ejecutiva federal que él dirige. Rubalcaba lo dijo alto y claro en la clausura del congreso, después de escuchar al presidente de la mesa, José Luis Sánchez Teruel, el resultado de las votaciones a los órganos del partido. Los críticos presentaron listas alternativas al comité de ética, de cuentas, director y federal y sacaron un tercio de representación en todos ellos. La nueva ejecutiva fue respaldada por el 65,8%, El resto fueron votos en blanco (31,4%) y nulos (2,7%). El rechazo fue superior al que Griñán sacó en su reelección como secretario general (29%).



La crisis está destrozando empleo a espuertas y la Junta de Andalucía tiene recursos para parchear. Rajoy además prepara nuevos tijeretazos en los presupuestos autonómicos. Además, Griñán gobierna en coalición con IU, un partido que no tiene cultura de gobierno al que le está costando adaptarse a tragarse sapos todas las mañanas. En este contexto, Rubalcaba cerró filas de manera nítida con Griñán que es también presidente federal del partido al que elogió por conseguir “la proeza” de frenar el avance del PP en Andalucía. El socialista apeló a la cultura política de los veteranos. “Gobernar es muy difícil. Mi cultura política es apoyar al Gobierno cuando la marea está alta y baja, cuando está en calma chicha y en tormenta, más si hay tormenta”, dejó dicho.

Antes de que se produjeran las votaciones, algunos dirigentes expresaron su incertidumbre acerca de si los críticos, integrados por dirigentes que apoyaron a Rubalcaba en el congreso federal frente a Carme Chacón, que asistió a la primera jornada del congreso, contaban con bandera verde del federal a sus escaramuzas. No la tienen y Rubalcaba se sube por las paredes cuando oye hablar de rubalcabistas.

Pero lo que ha ocurrido en el congreso del PSOE andaluz ha provocado una honda preocupación en muchos dirigentes. Sobre todo porque por ahora no se sabe cómo van a salir de esta. Griñán sale más debilitado de lo que entró, el partido con más grietas de las que tenía y con estos mimbres, el presidente de la Junta debe afrontar la legislatura más complicada de la historia autonómica.

Si el sector crítico formado por socialistas de Málaga, Cádiz, Córdoba, Sevilla y Jaén se convierte en un grupo estable de presión, la ejecutiva regional “irá a por ellos”, aseguró ayer un dirigente de la dirección. Hasta ahora Jaén, un grupo monolítico en torno a Francisco Reyes y Gaspar Zarrías, había resistido todos los intentos de colonización regional. Si la cosa va a peor, lo volverán a intentar desde San Vicente, como hicieron en Almería y en Cádiz. La calma chica de los mandatos de Manuel Chaves que tanto exasperaba a algunos ha terminado. Ahora hay tormenta en el interior y en el exterior.

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