La fusión de Unicaja con España-Duero sufre un nuevo parón


Jorge Chamizo
Capital Madrid

Unicaja ha decidido pisar de nuevo el freno en la prevista integración con Caja España-Duero a la espere de que se despejen los nuevos nubarrones que penden sobre el sector tras la imposición por Bruselas de una tasación extranjera sobre los activos del sector. La entidad andaluza opta por darse de nuevo más tiempo a la espera de que se aclare un turbulento panorama que vuelve a castigar al sector, al propio proyecto de fusión con el banco castellano-leonés y a otras integraciones en curso. Como resultado, el primer espada de Unicaja, Braulio Medel, ha demorado la formalización ante notario de la integración de Unicaja Banco y Banco Ceiss, que estaba prevísta inicialmente para la primera quincena de mayo, según fuentes solventes. La entidad andaluza se limita a decir que no se ha formalizado porque quedan trámites administrativos pendientes.

Las cautelas de Unicaja ponen de manifiesto el grado de desconcierto y caos en el que vive el sector financiero español desde hace meses y más aún tras el segundo decreto para sanear el ladrillo y la posterior imposición por Bruselas, el BCE y el FMI de dos tasadores extranjeros para auditar el activo, los riesgos y las garantías de los bancos españoles. En este marasmo, las fusiones en curso entran en cuarentena y otras pueden cobrar carta de naturaleza. Por ejemplo, ya ha trascendido que la llegada de los socialistas al Gobierno de Asturias puede engrasar un posible acuerdo entre Liberbank y la entidad que preside Braulio Medel. Unos y otros han mantenido contactos en los últimos meses pero hasta ahora con poco interés por parte de la caja malagueña.

Dos escenarios
Por si acaso, Unicaja sigue diferenciando claramente las perspectivas de la entidad en solitario y las que se derivan de la previsible integración con el banco castellano. Así queda de manifiesto en las comunicaciones públicas que ha realizado estos días. Por ejemplo, en el último hecho relevante, remitido el día 13 de mayo, sobre el impacto en sus cuentas del segundo decreto de Luis de Guindos sobre las nuevas provisiones del ladrillo, el banco andaluz señala las que tendría que hacer Unicaja por sí misma y a las que se vería obligado el futuro grupo fusionado. En concreto, Unicaja Banco estima unas dotaciones que ascienden a 281 millones de euros, netos del correspondiente efecto fiscal, adicionales a las establecidas en decreto anterior.  La entidad andaluza añade que este impacto sería absorbido durante el ejercicio 2012, permitiendo mantener al cierre de dicho año un coeficiente de capital principal superior al 10%, y dar cobertura, además, al buffer de capital exigido sin necesidad de recurrir a mecanismos públicos de apoyo. Por otro lado, estima las dotaciones para  Unicaja Banco y Banco Ceiss en 888 millones de euros, netos del correspondiente efecto fiscal, adicionales a las del anterior decreto.

Unicaja detalla que esas dotaciones quedarían cubiertas por el plan de fusión entre ambas entidades aprobado por el Banco de España con ayudas multimillonarias, y en el plazo habilitado, que en este caso se extiende hasta finales de 2013.  En este escenario  el coeficiente de capital principal de la entidad fusionada queda también por encima del 10% y se cubre el colchón de capital exigido por el real decreto anterior.
         
Doble negociación salarial
Lo mismo ocurre con el ajuste de salarios que  pretende llevar a cabo Unicaja sobre los 9.400 empleados de la nueva entidad. El equipo que dirige Braulio Medel plantea una rebaja general de sueldos del 10% para sus empleados y para los que tenga el futuro grupo, pero los empleados de Ceiss -cerca de 5.000 personas- tendrán que asumir un recorte adicional de su salario entre un 15% y un 20%, según han desvelado los sindicatos que se sientan a negociar. De hecho, hay dos mesas negociadoras, algo que ha molestado claramente a los representantes de los trabajadores pero que arroja bien a las claras la idea de que Unicaja quiere ir haciendo sus deberes en solitario pos si acaso, mientras da tiempo a su socio a prepararse para cumplir con las exigencias que le va planteando de cara a la fusión definitiva.

Así, el banco castellano plantea nuevos ajustes previos a la fusión con Unicaja por lo que esa bajada del 10% general iría precedida en el caso de los trabajadores de la entidad castellana de la reducción de los complementos de antigüedad y la supresión de otros beneficios, lo que supone un recorte de retribuciones de entre el 15% y el  20% para equiparar los sueldos de Banco Ceiss a los de la firma andaluza y ahorrar cerca de 120 millones de euros.

La fusión entre Unicaja Banco y Banco Caja España-Duero (CEISS) requerirá ayudas públicas que oscilarán entre 850 y 1.500 millones, según comunicó recientemente la entidad andaluza. Si finalmente se lleva a cabo  Caja España-Duero adquirirá un 30% de Unicaja Banco, a la que traspasará todos sus activos y pasivos.

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