Cualquier tiempo pasado

Fran López
Centro Democrático Liberal-Almería

Algunos de los partidos o proyectos de centro se presentan ante la sociedad como herederos de lo que fueron los partidos políticos que tuvieron un importante papel en la historia reciente de la democracia española. Este hecho puede ser beneficioso y contraproducente a partes iguales. Presentarse ante la sociedad como los auténticos valedores de lo que fue en su día el referente que hoy muchos añoran, utilizando imágenes, discursos y constantes referencias a lo que fue, sin duda, una labor muy solvente y que dio esperanza a un amplio sector de la ciudadanía como tercera opción o tercera vía política nacional puede parecer una sencilla forma de regresar a la escena.

En cambio, por este hecho se comete un error de bulto. Es el no pensar en todas la capas generacionales, para la población de una edad inferior a los 30 ó 35 años, esos partidos suenan a melodía de Mocedades, a los Pecos o a motor del Seat 127. Huele a naftalina y Varón Dandi y se ve en blanco y negro, con horrorosas permanentes enlacadas y personajes de bigotillo con gafas ahumadas desgañitándose indignados ante melenudos de pantalón acampanado no menos ruidosos.

Soy el primero en respetar y rendir tributo al primer presidente de nuestra actual democracia. En cambio, también me coloco a la cabeza de los que piensan que es momento de pasar pagina y de arrancar con un proyecto joven, integrador, moderno, bien organizado, cohesionado, valiente y fuerte en lo ideológico. Cualquier tiempo pasado no fue mejor, sencillamente éramos mas jóvenes, y por cierto, a los más jóvenes que se han preocupado en conocer lo acontecido en aquellos tiempos os diré que por las calles de nuestro país no todo eran sonrisas y no se ataban perros con longanizas. Ceedme, cualquier tiempo pasado, pasado es, y es considerablemente mejorable.

Llegar a la sociedad es complicado. Los partidos mayoritarios han extendido sus poderosos tentáculos a todos los ámbitos de la sociedad, incluido el poder judicial, y el llamado cuarto poder, la prensa, no escapa de su control. Hoy, hacer prensa independiente es casi imposible, por no decir que es una locura. El medio que lo intenta acaba desapareciendo o hincando la rodilla, mientras exclama dame pan y dime tonto. No me quiero extender en detalles.

Por suerte, los avances juegan a favor de quien desea gritar a los cuatro vientos su verdad. Internet nos da posibilidades amplias y muy generosas de poder comunicar lo que deseamos y de conocer a nuestros afines. Esta arma, poderosa arma, unido a la implicación de la militancia de partido y de la imaginación -fiel aliada- y el activismo presentarán a la sociedad una imagen de renovación, de frescura, de simpatía. Por supuesto, la coherencia en los planteamientos, la moderación en el mensaje y el saber colocar los pies en la tierra han de ser la tarjeta de visita, la declaración de las intenciones. Creo, pues, en la innovación. Y, repito, cualquier tiempo pasado no fue mejor.

1 comentario:

  1. Estamos de acuerdo amigo Fran, cualquier tiempo pasado no fue mejor y quién tenga dudas que se lo pregunte al pueblo egipcio que ha llevado a cabo toda una revolución pacífica (a mi me ha recordado a la resistencia pasiva que en su día Gandhi y el pueblo indio pusieron en marcha contra la tiranía británica). De todo ello deberíamos aprender porque los poderosos nos necesitan y cuanto menos entremos en su juego mejor para ello debemos empezar a pensar en distinta dirección a la ya conocida, pongamos las reglas como pueblo, y quizás sea hora de mirar hacia atrás solo para aprender y construir un futuro hacia el que mirar. No nos vendría mal el decálogo de la resistencia pasiva, estoy segura de que muchas injusticias cambiarían. Algunas de las ideas en ese decálogo eran las siguientes: decir la verdad, practicar la no - violencia, practicar la castidad, comer frugalmente y lo indispensable, no poseer lo superfluo; sólo lo necesario, ganarse la vida con el trabajo, servir al prójimo, no temer a nada ni a nadie, etc. Podríamos reflexionar sobre ello como ejemplo de lucha.

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