Infraganti

José Fernández
Periodista
 
Como mi cabeza está amueblada de un modo bastante más minimalista que la de mi barroco y estimado amigo Fausto Romero, carezco de la capacidad memorística necesaria para recordar con precisión la fecha y contenido de todas y cada una de estas leves aportaciones columnísticas. No obstante, recuerdo que no hace mucho escribía aquí mismo unas líneas recomendando no hacer alarde de sinceridades fotográficas innecesarias en las ahora muy extendidas redes sociales. Quien esté familiarizado con el uso de estas nuevas herramientas de comunicación cibernética, sabrá que es por desgracia frecuente ver estos días gran cantidad de perfiles personales cuajados de fotografías y testimonios gráficos de las numerosas cenas, copas y saraos con las que estamos celebrando la inminencia de la Navidad y el Año Nuevo.
 
No recuerdo el día exacto (qué envidia me das en eso, querido Fausto) pero sé que hace poco escribí sobre la inconveniente costumbre de colgar en Internet las fotos de las cenas, cuchipandas y otros acontecimientos privados que, al ser expuestos al ojo escrutador del gran público, pueden acabar volviéndose en nuestra contra. De hecho, acabo de ver en Facebook unas fotos de Nuria Espí de Navas, la amiga a la que Leire Pajín nombró delegada del Gobierno del Plan Nacional contra las Drogas (la misma por la que dijo eso de que ella nombraba a quien le salía de los cojones) en una francachela nocturna en un bar, fumando muy animadamente. Es decir, que la misma que va a ordenar que usted deje de fumar en los bares, va y se fotografía fumando en un bar. Y encima lo hace público. Menos mal que sólo era tabaco. Vamos, digo yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario