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El zasca de Cristina a Susana

Emilio Ruiz

El Consejo de Ministros aprobó el viernes el nombramiento del grupo de expertos que integran la comisión que va a diseñar la reforma de la financiación autonómica. Está formado por un representante de cada comunidad autónoma de régimen común, excepto Cataluña, que se ha excluido porque, como se sabe, la Generalitat no está en otra cosa que no sea el proceso soberanista. A ellos se añadirán los expertos designados por el Gobierno. Curioso es, pero los catorce ‘sabios’ son del género masculino. Teresa Rodríguez, la líder andaluza de Podemos, ha puesto el grito en el cielo por esa circunstancia y ha preguntado a Susana Díaz si es que no ha encontrado una mujer suficientemente capacitada para defender tan ardua tarea. Nuestro representante es Francisco David Adame, catedrático de derecho tributario de la Universidad de Sevilla, que ya tiene experiencia en estas lides: participó en el anterior libro blanco de la financiación que alumbró el modelo de 2001. Los expertos se reunirán dentro de 15 días y el modelo de financiación que propongan servirá de base para la negociación de Hacienda con las comunidades en el seno del Consejo de Política Fiscal.

Cristina Cifuentes y Susana Díaz, en la última Conferencia de Presidentes

Además de un sistema justo de financiación de las comunidades autónomas –algo que no es fácil de establecer sin que nadie se considere insuficientemente financiado-, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quiere que se decida algo sobre dos impuestos que últimamente le están produciendo fuertes dolores de cabeza: Patrimonio y Sucesiones y Donaciones. El Partido Popular sigue inmerso es una dura campaña que parece que le está dando sus réditos. La base de esa campaña está establecida en términos comparativos: ante idénticas situaciones tributarias, un andaluz puede verse obligado a pagar cuantiosas cantidades de dinero que no pagaría, por ejemplo, si fuera madrileño. Y es verdad.

En la reunión de presidentes donde se acordó la creación de este grupo, Susana Díaz sacó este tema a debate. Se valió de un eufemismo –la necesaria armonización- para criticar a las comunidades autónomas que apenas aplican estos impuestos. La presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, se sintió molesta. “Pide armonización cuando en realidad está pidiendo subida, y que le quede claro a la presidenta de Andalucía: Madrid no va a subir los impuestos”. Tras aquel día, Cifuentes ha hecho un paseíllo por periódicos y televisiones mostrándose excesivamente agresiva con su colega. No es normal tanta animadversión hacia quien gobierna otro territorio. “El Gobierno socialista en Andalucía está friendo a impuestos a los andaluces”, ha declarado a Expansión y repetido en 13TV.

Patrimonio y Sucesiones y Donaciones son dos impuestos obsoletos que no tienen razón de ser. No son impuestos de ricos, sino de clases medias. Al ser dos tributos de carácter estatal, el Partido Popular tiene la facultad de suprimirlos. Es lo que debe hacer. Ya lo hizo Zapatero. Fíjense cómo justificó el entonces presidente socialista la supresión de Patrimonio: “Se considera más justo, simplificado y racional que se produzca su supresión. Es un tributo que recae sobre las clases medias, pero no sobre las más altas, que tienen fáciles mecanismos de elusión. Su supresión es un estímulo para que en este país no se penalice el ahorro”.