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El FICAL y el periodismo enlatado

Emilio Ruiz

Los gabinetes de comunicación de instituciones y empresas no son un problema del periodismo. Muy al contrario, son órganos auxiliares de la información que no solo dan ocupación a un buen número de profesionales, sino que realizan una importante labor de colaboración para quienes desean tratar la información. La crisis del sector se ha cebado de forma especial con los profesionales titulados. Los periódicos reducen plantillas hasta dejar las redacciones en cuadro y encargan a los profesionales tareas que nada tienen que ser con su formación académica. Afortunadamente, de forma paralela a la reducción de personal en las redacciones de los medios ha surgido una potenciación de los gabinetes de comunicación principalmente institucionales, que han absorbido a buena parte del personal ‘excedente’ de aquéllos.

Hoy, toda empresa de tamaño medio o grande y toda institución pública de cualquier tamaño disponen de su propio gabinete de comunicación, propio o ajeno, que se encarga como principal labor de hacer llegar a la opinión pública las ‘bondades’ del ente del que depende económica o profesionalmente. Una almeriense, la turrera Ana Almansa, profesora en la Universidad de Málaga, es precisamente una autoridad en esta materia. “Los gabinetes de comunicación -dice Almansa- han proliferado por toda la geografía española en los últimos años y han incrementado sus funciones, aproximándose cada vez más al ámbito de las relaciones públicas. Así, los gabinetes se ocupan en la actualidad de las relaciones informativas con los medios de comunicación y, también, de las relaciones institucionales, la organización de eventos, las relaciones con la sociedad en general, la comunicación interna, etc. En definitiva, se trata de satisfacer las demandas de todos los públicos de la organización para la que trabaja el gabinete de comunicación”.

La jornada de FICAL

La escasez de personal en las redacciones de los medios informativos obliga a éstos a dejar de cubrir eventos que pueden ser interesantes para sus lectores u oyentes. Como ‘a falta de pan, buenas son tortas’, muchos de estos medios informan de los actos trasladando a la audiencia la información facilitada por el correspondiente gabinete de comunicación. Pero nadie debe ignorar que esta ‘información’ está redactada de forma interesada, parcial, muy profesional, sí, porque está elaborada por profesionales, pero siempre en beneficio de quien la encarga.

Pues bien, no son pocos -son muchos, diría- los medios que trasladan a sus páginas o sus ondas los comunicados de prensa de los gabinetes de comunicación sin tratamiento alguno, comprobación ni verificación. Hay redactores profesionales de esos medios que, en el colmo del disparate, no tienen escrúpulos en estampar su firma sobre esos comunicados, y aún sabiendo, como saben, que es casi seguro que esa misma información y así redactada será publicada en otro medio y hasta posiblemente con firma distinta.

Esta semana el Festival Internacional de Cine de Almería, FICAL, ha acogido una actividad centrada en la obra La Narrativa tenía un precio. En la presentación han participado el diputado de Cultura, Antonio Jesús Rodríguez; el coordinador del libro, Mario Sanz; el director de FICAL, Enrique Iznaola, y tres de los autores de los relatos que se incluyen en el libro, el periodista Miguel Ángel Blanco Martín, Pepe Márquez y Mar de los Ríos.

La información del acto se ha hecho llegar a los medios de comunicación a través del propio servicio de prensa del Festival. No hemos visto ningún medio que tratara el acto con sus propios medios y todos se han limitado a tratar el texto recibido. Unos lo han hecho de forma total y otros lo han hecho de forma parcial, pero todos han practicado un "corta y pega". Sobre la intervención en dicho acto del periodista Miguel Ángel Blanco, el gabinete de comunicación de FICAL ha escrito y la mayoría de medios han publicado lo siguiente:

“Por último, Miguel Ángel Blanco ha cerrado la presentación repasando algunas de las localizaciones que por sí solas hablan de cine así como los detalles que el público no conoce de algunos de los títulos más importantes que han pasado por la provincia y que de un modo u otro se van encontrando con el público en la historia de FICAL”.

Al leer las crónicas periodísticas, el primero que se ha extrañado por la referencia a su intervención ha sido el propio Miguen Ángel Blanco, cualificado periodista con muchos años de ejercicio y altas responsabilidades principalmente en Ideal. ¿Qué grado de similitud hay entre lo comunicado por el gabinete de prensa de FICAL y la realidad de la exposición de Blanco? Lo explica el propio periodista:

“Pues yo de lo que estuve hablando fundamentalmente es de las relaciones entre Cine y Literatura. No hablé pata nada de localizaciones ni de títulos. Profundicé en el encuentro entre los dos lenguajes. El literario con la esencia de la palabra, y el cinematográfico con la esencia de la imagen.

También hablé de las razones para inspirarme en la película "El hombre que perdió su sombra", de Alain Tanner, apostando por un cine de autor, en el sentido clásico. Y los elementos de imaginación de mi relato, "Un lugar para las sombras". Y finalmente hablé de la proyección cultural del cine, de su importancia para interpretar la realidad, en un camino paralelo con la proyección cultural del libro. Critiqué el abuso del IVA. Y también sobre la larga espera para el proyecto de Ley del Cine y de la Ley Audiovisual en Andalucía. Y de contar con una Filmoteca que proyecte todo el patrimonio cinematográfica Andaluz, de la existencia de un archivo sobre las películas rodadas en Almería.

Y también dije que el profundizar, como se hace, con los paisajes y lugares de rodaje en la provincia, lo que pone en evidencia es la necesidad de consolidar una industria cinematográfica, que es otra cosa. Que al final lo que queda es la película y su sentido cultural de influencia sobre la sociedad, sobre el espectador, que es lo esencial.

De todo esto es de lo que hablé fundamentalmente. Sé que quien escribió la crónica del acto, o no se enteró o se fue del patio de luces de la Diputación antes de que terminase. Lamentable periodismo”.