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Torrecárdenas, la primera casa de mi nieto Rafa

Luis Docavo Alberti
Abogado

La veterana dirigente del Partido Popular de Almería y abogada María Muñiz ha añadido un nuevo nieto a su amplia familia. Rafa, que así se llama el bebé, ha venido a este mundo antes del tiempo previsto. Su abuelo Luis Docavo destaca en un artículo publicado en La Voz de Almería, que reproducimos, las excelencias de la atención sanitaria del Hospital Torrecárdenas.

Hospital Torrecárdenas

El último Jueves Santo nació en el Hospital de Torrecárdenas mi nieto Rafa. Tengo que reprocharle que en vez de esperar en el vientre de su madre el tiempo reglamentario, decidió adelantarse unos tres meses, de manera que ajustó su venida al mundo al límite casi inferior de supervivencia. Comprendo que la vida es apasionante, pero no tanto. Ese chiquitín, con unos ochocientos gramos de peso, fue bautizado con suero fisiológico en el mismo paritorio con el nombre de Rafael por una de las matronas que atendió el parto y por expreso deseo de sus padres.

Allí mismo lo trasladaron a la tercera planta y quedó ingresado en la UCI pediátrica. Han pasado ya tres meses y mi nieto está en su casa perfectamente sano, pero durante este tiempo, siempre que veía el Hospital, pensaba: Mira, la casa de mi nieto. Lo he visitado prácticamente todos los días y he aprendido de primera mano la grandeza, la calidad, el esfuerzo, el cariño, el despliegue de medios y el interés extremo con el que el equipo médico y sanitario de Torrecárdenas atiende a los niños que nacen antes de tiempo en nuestra provincia.

Los dos primeros meses estuvo en la UCI pediátrica y después en la Unidad de Neonatos. En cuanto a lo material la UCI es una sala espaciosa, en la que se sitúan el número de nidos necesarios. Nido es una manera de llamarlo, en realidad es una especie de nave espacial que permite establecer las condiciones de humedad y temperatura que necesitan estas criaturas.

Pero lo más impresionante es que el niño está conectado a una variedad de máquinas inimaginable, a través de las cuales se le da el alimento, se controlan sus constantes, puede respirar cuando es necesario, se le puede proporcionar leche materna como complemento de su alimentación y muchísimas cosas más que desconozco su función.

Además con mucha frecuencia se le hacen los análisis y pruebas de todo tipo que permiten hacer un seguimiento permanente de su evolución. Toda esta maquinaria vuelca los datos que va registrando en un monitor que permite de un solo vistazo saber el estado de cada una de las funciones que controla. Este monitor está dotado de un sistema de alertas que avisa acústicamente y lumínicamente por colores de los parámetros que se han descontrolado.

Hasta aquí una descripción apócrifa de los elementos materiales que ya por si solos te dejan asombrado por el nivel con el que nuestra medicina responde ante un parto prematuro. Sin embargo lo que de verdad te hace pensar que merece la pena vivir en España es el comportamiento de las personas que intervienen en estos procesos. Son niños, vidas, que requieren una atención los 1440 minutos del día y la reciben, pero la reciben de personas con un grado de preparación, experiencia y dedicación que sobrepasa con mucho el nivel de la normalidad.

Entubar a un crío de ese tamaño requiere una pericia superlativa, pero también hay que pincharlos, y cambiarlos y quererlos y todo eso lo hace el equipo de la UCI pediátrica y de neonatos de Torrecardenas, con naturalidad, como si fuese lo normal.

No creo que a ellos les haga gracia que incluya sus nombres en este pequeño gesto de gratitud y además corro el riesgo de dejarme a alguien. Ellos saben quiénes son y van a seguir haciéndolo igual de bien. Desde aquí les mando en nombre de mi familia y en el mío propio mi más sincero agradecimiento.