Edita: Fidio (Foro Indalo de Debate, Ideas y Opinión / Twitter: @opinionalmeria / Mail: laopiniondealmeria@gmail.com

Predicar y dar trigo

Antonio Felipe Rubio
Periodista

Durante la campaña he tenido la oportunidad de participar en la Tertulia La Luna “Especial 24M” de Interalmería TV. Junto a Verónica Ruiz (COPE), Juan Antonio Cortés (ACL), Antonio Lao (Diario de Almería) y Pedro Manuel de la Cruz (La Voz de Almería) hemos podido conocer propuestas, promesas y perfiles de los candidatos municipales. Y el problema se me plantea al intentar hacer un resumen de las iniciativas más provechosas, novedosas y sorprendentes. Si recurro a frases célebres me quedo con “vote a quien menos promesas le haga, tendrá menos decepciones”.

Es cierto que algunas candidaturas se han prodigado a razón de varias promesas/ocurrencias por minuto. Este es el caso del PSOE que, en el supuesto de llevar a la realidad su abultado programa, Pérez Navas necesitaría cinco vidas y la Reserva Federal para materializarlo.

A quién votar
El candidato socialista es el vivo retrato del hombre imperturbable: Aplaude las gestiones de la Junta de Andalucía; dice que el Materno Infantil no se hizo por culpa del gobierno de Rajoy; la remodelación de Plaza Vieja y Ayuntamiento se podría haber hecho antes por el “sistema alemán” (tú lo haces y yo veré si lo pago); El Corte Inglés no es necesario en el centro, “eso perjudicaría al pequeño y mediano comercio” (justo lo contrario a lo que sucede en todas las capitales de España donde se instala); el puerto necesita la conexión ferroviaria para el desarrollo industrial (incluido el tren del mineral)… y así hasta la ampliación de servicios con rescates, ampliación de plantilla… y multiplicación de costes que jamás cuantifica y que los contribuyentes habríamos de afrontar pagando más tasas e impuestos. Y es que si M. Pezzi importó el “sistema alemán”, el candidato socialista homologó el sistema “Pérez Navas” que consistía en hacer un parking subterráneo en Obispo Orberá sin proyecto, sin garantías, sin plazos y con enorme trastorno para comerciantes y público en general.

Sorprendente resultó la calificación propinada por Miguel Cazorla a su “padre” político, Megino: “Es la derecha arcaica”. Y no me extraña este barquinazo cuando Albert Rivera se define como afín a la izquierda y declara su intención de pactar con el PSOE (El País, 20/05/15). Cazorla, que quien le conozca puede dar fe de su “inequívoca trayectoria socialdemócrata”, no es gran cosa sin el amparo y liderazgo de personas que han demostrado ampliamente su valía, y su traición política a Megino le define como “fiel amigo”.

Algo más de sensatez y coherencia ideológica pude encontrar en Rafael Esteban. Su militancia es tan patente como su anhelo utópico. La confusión en materia de competencias municipales y el papel paternalista del Ayuntamiento como “generador de empleo” es una constante que conduce a espejismos. El Ayuntamiento no genera empleo; puede impulsarlo, pero generar empleo con pretéritos procedimientos sólo conduce al endeudamiento, engrosar la carga impositiva al ciudadano y administrar mediocridad.

Luis Rogelio no quiso aportar una retahíla de promesas. Destacó la gestión de un Ayuntamiento que “ha invertido en todos y cada uno de los barrios” y lamentó las oportunidades perdidas por los incumplimientos de la Junta de Andalucía en clara alusión a la remodelación de Plaza Vieja y Ayuntamiento. “Es tan lamentable que podría llorar de pena por las oportunidades que históricamente nos arrebató el PSOE desde la Junta”. Y es que no hay justa reciprocidad entre las aportaciones del Ayuntamiento: solar para Materno Infantil, terrenos para facultad de Medicina, ubicación disponible para Instituto en El Toyo… y, a cambio, la Junta exige a los almerienses un dineral por un solarcito en Plaza Carabineros.

En fin, esto es lo que hay. Ahora nos toca decidir y, según lo hagamos, optaremos por estabilidad, convulsión, revolución o incertidumbre. Por mucho trigo, nunca fue mal año. Pero no es lo mismo predicar que dar trigo; y peor, quemar la era.