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Amor y tristeza entre Gabriel Amat y Pedro Molina ante la prensa

Juan Torrijos
Periodista

No es la primera vez que el presidente del PP provincial, alcalde de Roquetas y presidente de la Diputación, Gabriel Amat, habla, y muy bien por cierto, del rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina. No lo entienden muy bien en el Partido Popular, pero Gabriel ha sido libre para decirle a su amigo el cariño y respeto que por él siente. Por algo es el presidente y no hay quien le ponga el cascabel.

Gabriel Amat y Pedro Molina
Hace unos días una rueda de prensa de los dos se convertía en la emotiva despedida de Pedro, que dejará el rectorado en unos meses, cercano ya a cumplir los setenta. La relación entre estos dos hombres ha sido, a lo largo de los años, entrañable. A Gabriel no le ha importado en medio de una campaña a rector apoyar con sus palabras a Pedro Molina, incluso cuando otro candidato soportaba el peso de ser llamado el representante de la derecha en la UAL.

Sorprendió en aquella ocasión la decisión de Gabriel, a la que siguió la del alcalde de Gádor, Eugenio Gonzálvez, que en letra impresa dejó también su apoyo y buen hacer del candidato Molina. ¿Y el suyo? Nunca ha ocultado Gabriel su predilección por Pedro Molina, y en la Diputación, hace unos días, se vivió ese episodio que venía a demostrar que se mantienen como en sus mejores momentos el cariño mutuo que se profesan.

El de Gabriel por lo menos demostrado en varias y peligrosas ocasiones si no fuera el jefe del PP, pues no ha regateado piropos al universitario, no tanto el de Pedro, al que no le hemos leído o escuchado palabras a favor del trabajo de Gabriel en Diputación, y menos en tiempo electoral, cosa que sí hizo el presidente de la derecha de Almería con el candidato de la izquierda. Debe ser el pago al partido.

La tristeza y la emotividad se vivían entre nuestros dos personajes. Fue como un adelanto de la futura despedida de Pedro Molina como rector y las palabras de Gabriel a ello sonaban. No hubo lágrimas, cierto, pero la emoción preñaba a los dos protagonistas del acto: Gabriel y Pedro. Fue el adiós cálido, sentido, emotivo y entrañable a un amigo.

En las próximas elecciones a rector de la UAL ¿a quién apoyará el señor Amat, una vez que el señor Molina no se presente? ¿Apostará por Javier de las Nieves, candidato del PSOE como Pedro Molina? ¿Y el señor Gonzálvez qué hará? En unos meses la solución.

Será interesante seguir los pasos de don Gabriel.

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