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El coño de la Bernarda

Javier Salvador
Periodista / Teleprensa

El presunto fraude de 2.000 millones de euros en Andalucía por los cursos de formación ha corrido como la pólvora por todas las redacciones de los periódicos y por las sedes de todos los partidos políticos. Alfonso Alba, en el periódico digital progresista Andaluces Diario, incluso ha llegado a afirmar: “Algunos medios han publicado que el fraude que investiga la Policía Nacional podría superar los 2.000 millones de euros. Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que esta cifra podría quedarse pequeña”. Finalmente parece que la noticia bomba se ha disuelto como un azucarillo. El Ministerio del Interior dice que no sabe nada de la misma, a pesar de lo cual Juan Manuel Moreno, presidente del PP de Andalucía, ha comparecido de forma solemne para reclamar la rápida comparecencia de la presidenta de la Junta de Andalucía. En medio de la ceremonia de la confusión, reproducimos a continuación el artículo de Javier Salvador en Teleprensa:

Andaluces Diario lanzó que no  eran
 2.000, sino más, según 'las fuentes
consultadas por este periódico'
Que nadie se asuste, porque a las cosas hay que empezar a llamarlas por su nombre y definirlas como se merecen, y lo de las ayudas y subvenciones para formación, las investigaciones del Ministerio del Interior dejan de ser secretas y la supuesta imparcialidad del Gobierno se ha convertido en el coño de la Bernarda, porque así es como se define algo desordenado, ordinario, donde todos meten mano sin que nadie pida la vez. Y esto de la vida pública y, lo que es peor aún, esto de los dineros públicos que han gestionado sindicatos y asociaciones de empresarios durante los últimos años tiene que tener un final tan aireado como los ERE y cualquier otro familiar cercano de Andalucía o Madrid. Y con ellos algunos negociantes, que de empresarios tienen poco, a los que ahora les debe salir bastante caro el tener un amigo que pasaba la mano y firmaba todos los cursos que hiciesen falta.

Bien, el problema que surge con el último escándalo relacionado con cursos y Andalucía es que precisamente es en el sur donde a partir de ahora va a desembocar la cañería de los conservadores en su desesperación por frenar el ascenso de la presidenta andaluza y sus coaliciones de izquierdas. Porque verán, guste o no, se comprenda o no, resulta que la última en llegar se está llevando las mejores valoraciones. Igual influye mucho que el marido de la presidenta de la Junta de Andalucía no fuese nombrado al día siguiente de perder a su mujer en beneficio de la política consejero en cualquier caja, banco o compañía telefónica. Vamos, ni es el caso de Cospedal o Sáez de Santamaría.

Pero el nivel de crispación llega a tales extremos que las filtraciones proceden del Ministerio del Interior, y me parece tan bochornoso que desde una institución del Estado se hable de 3.000 millones, que es lo invertido en los últimos años, o de 40, que es lo estimado por el informe policial, como que luego se le intente quitar hierro al asunto afirmando que “sólo son dos millones y en Málaga”.

¿Pero cómo que sólo dos millones? Hemos perdido tanto el norte que independientemente de no saber donde está la derecha ni la izquierda política del país hablamos de millones de euros con la misma facilidad e indolencia de la que hablamos de los seis millones de seres humanos con edad de trabajar que figuran en las listas de desempleados.

Realmente pienso que sería bueno romper la baraja. Soltar todo lo que se tenga que soltar, que se produzca una confrontación real, agresiva, brutal pero que lleve de alguna manera hacia algún lugar porque este mariconeo de medias verdades, de la suelto y que luego un juez diga que no fue nada, es una verdadera tortura para los ciudadanos.

Y ya toca poner fin a esta barra libre de perroflutadas y que volvamos a ver ordinario, y no necesario, airear el coño de la Bernarda en un titular.

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