La Estación de Ferrocarril

Juan Carlos Pérez Navas

Senador por el PSOE

La belleza y el valor arquitectónico de la antigua Estación de Renfe en la capital es incuestionable. La falta de un proyecto de ciudad por parte del PP en el que el inmueble ocupe el lugar que le corresponde, también. Así se ha demostrado en estos días cuando, reabierto el debate sobre su pésimo estado de conservación, el alcalde se despachó diciendo que el Ayuntamiento renunciaba a hacer nada porque, atención, no había dinero. 

Estación de Tren

El caso es que decir, como dijo el alcalde, que no hay dinero en las arcas municipales para recuperar la estación implica interesantes reflexiones sobre las prioridades del PP para Almería. ¿Es mejor gastarse 2,5 millones en comprar el edificio Virgen del Mar -que nadie quería ni pedía- que invertirlos en uno de nuestros mayores símbolos? Parece que para Rodríguez-Comendador la respuesta es que sí.

Mientras que los almerienses no pierden la esperanza de poder disfrutar de este espacio ferroviario, el Ayuntamiento mira hacia otros lados. Y sus miradas nos cuestan los cuartos. Me refiero, ahora, a lo pagado por hacerse con las naves ubicadas en el acceso por Pescadería para embellecer ese espacio o por los proyectos para ofrecer pretenciosos parques. No pongo en duda que estas sean buenas ideas, pero, ¿acaso no habría que empezar por preservar lo que ya tenemos y es importante, como la Estación?

Supongo que eso habrá pensado el PP que no da lo bastante como para llegar a las elecciones con el cartel de transformador de la ciudad -que es lo que ellos creen que vende- ya que, como todo los que vivimos en barrios olvidados sabemos, la derecha entiende transformar como derruir espacios o construir nuevos pero nunca como recuperar patrimonio o conservar lo público.

Ante ese panorama, los socialistas seguiremos exigiendo al PP que se dé uso y, sobre todo, que no deje caer la emblemática estación y pediremos explicaciones al alcalde, aquí, y a la ministra de Fomento, en Madrid, sobre si tampoco pretenden usarla como punto de destino del AVE y del soterramiento de las vías del tren.

¿Soterra-qué?, verán que dirán desde el Partido Popular en alguno de sus alardes de sinceridad, esos que solamente conducen a desdibujar la ciudad y la provincia a la que muchos almerienses aspiramos, con nuestras señas de identidad cuidadas y en uso y unas infraestructuras dignas del siglo en el que vivimos.