Más de lo mismo

Iván Gómez

Jefe de Local de Diario de Almería

Después de haberse convertido en plena crisis económica y en tiempo de recortes en un referente de las políticas sociales y las medidas de apoyo a los que más lo necesitan, el PSOE de Andalucía ha perdido la oportunidad, tras la sorpresiva marcha atrás de Griñán, de ser un referente también en el funcionamiento interno democrático. Y pasarán muchos años antes de que vuelva a presentarse una ocasión así para articular la participación y el compromiso cívico mediante la militancia. La designación de Susana Díaz, que ha impuesto su mayor anclaje en el seno del socialismo andaluz, es una señal más de la fatiga, ineficiencia y obsolescencia de los partidos a la hora de hacer partícipes a sus afiliados y simpatizantes. Las primarias veraniegas exprés, ya catalogadas como una auténtica pantomima o paripé dentro y fuera de la comunidad, han surgido de una convocatoria “extemporánea” que ha recibido duras críticas de los precandidatos frustrados y de históricos dirigentes socialistas como José Rodríguez de la Borbolla, Carlos Sanján o Manuel del Valle, entre otros, así como los pertinentes recursos sobre irregularidades durante el proceso por la inexistente igualdad de oportunidades y porque no se ha permitido, en pleno siglo XXI, el uso de las tecnologías de la información al menos en la consecución del aval telemático. De hecho, el alcalde de Jun tiene más de 220.000 seguidores en Twitter y ha sido incapaz de llegar a los 6.500 avales (15% de los militantes) para ser candidato.

En la provincia de Almería han sido muy críticos con el desarrollo fallido de las primarias exdirigentes y cargos vinculados a las anteriores direcciones socialistas como Luis García Collado y la Agrupación de Huércal Overa con Juan García a la cabeza, María Dolores Muñoz, Ana Cano y los militantes de Pulpí, Mabel Salinas, el exalcalde Francisco Díaz Casimiro y algunos de sus compañeros en Viator, Águeda Cayuela, Pepe Nache y el que hasta hace poco ocupara un cargo en la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente y ahora reincorporado a la Universidad de Almería, José Antonio Salinas. Todos se han mostrado favorables a la opción que representaba el consejero Luis Planas, quién ha recibido en torno a los 300 avales de agrupaciones como la de Pulpí, Mojácar, Garrucha, Turre, Oria, Tíjola, Serón, Zurgena, Purchena, Roquetas, El Ejido y Berja. Es muy posible que también lo hicieran el exsecretario general Diego Asensio (y su íntimo Martín Soler), quien en las primarias nacionales optó por Rubalcaba en contra de la consigna regional y de forma previa a las andaluzas ha roto su silencio para calificar de buena noticia el anuncio de Pepe Griñán de que no seguía ni en la Junta ni en el PSOE-A. El alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez Salas, apenas ha sonado en el ruedo almeriense y sólo 

Luis López, el histórico delegado y efímero diputado, se interesó precisamente a través de las redes sociales por hacerle llegar su aval. Cifras a todas luces insuficientes para ser representativas estos dos proyectos (por no hablar del desconocido Marcos Antonio Encinas Romero) y posibilitar la opción de las urnas porque Susana Díaz, que en su presentación contó con el respaldo de cinco secretarios generales y casi la totalidad del aparato de siete de las ocho provincias andaluzas, consiguió en cuestión de días más de 2.000 avales en la provincia. Todos querían estar con ella. Sánchez Teruel, Fernando Martínez, Adela Segura, Pérez Navas, Antonio Bonilla. Se proclamaba la neutralidad al tiempo que se sucedían los mensajes de que Susana era la persona más adecuada para abrir un nuevo tiempo en la política andaluza. De hecho, aún siendo evidente que la dirección almeriense y los principales cargos se habían volcado con la consejera de la Presidencia que ahora aspira a la Presidencia, la mano derecha de Griñán desde que lidera al socialismo andaluz, nació la innecesaria Plataforma ‘Ahora Susana’ constituida por casi un centenar de miembros activos principalmente en redes sociales con la mirada puesta en hacer méritos. Y es que el PSOE, al igual que el PP, se han convertido en partidos de cuadros en los que la única manera de progresar es estar alineado permanentemente con el aparato.

La militancia socialista seguirá teniendo la sensación de formar parte, como argumenta el consultor Antoni Gutiérrez-Rubí, de un decorado de apariencia democrática de culos de culos de hierro y brazos de madera que expulsa, de manera irremediable, a las personas más activas que se ofrecen y quieren participar. Y es que, a su juicio, no será posible representar a una mayoría electoral para el cambio social si las sedes partidarias no representan ni tan solo a todos los 

que se sienten, en el pasado y en el presente, identificados con el partido. El exalcalde de Huércal-Overa, Luis García Collado, lamenta que la Ejecutiva Provincial acompañara a los actos públicos en Almería a la precandidata y nadie estuviera dispuesto a hacerlo con Luis Planas. “Si los militantes no podemos manifestar en las urnas con nuestro voto quien va a ser el próximo presidente, serán las primarias de la vergüenza para el PSOE. Un aval no es un voto, un aval se da muchas veces por temor, porque no puedes decir que no, los secretarios generales no dan la cara, la gente teme al aparato”. No todos los militantes han comulgado con ruedas de molino, pero la mayoría se han dejado atrapar por un relevo de aparente revestimiento democrático, pero en el fondo muy similar al que hiciera en su día Chaves con Griñán o Aznar con Rajoy. Y es que los críticos almerienses, o lo que queda de esta sensibilidad en claro retroceso, suelen optar por la opción diferente a la representada por la dirección provincial y, tal como ocurriera con el duelo Rubalcaba-Chacón (con la excepción de Consuelo Rumí), en este proceso de primarias no ha habido novedad en esta eterna dinámica de oposición, más de lo mismo. “El aparato del partido le tiene miedo al voto secreto y ahí están los ejemplos de Almunia y Borrell, Zapatero y Bono”, añade Luis García Collado, quien desde el miércoles mantiene que, una vez cerrado en falso el proceso de primarias, toca remar todos juntos en el mismo barco y en la misma dirección. Es lo único positivo del paripé por el que las agrupaciones habrían votado al candidato el próximo 29 de julio. No ha sido necesario llegar a esa fecha. Ahora Susana, aunque sea más de lo mismo.