Emilio Ruiz
www.emilioruiz.es
El
desmantelamiento del Toblerone levanta pasiones. Hacía tiempo que no se veía en
Almería un debate tan encendido. Me pregunto, muchas veces, por qué el
periodista Jose Fernández se presta
al papel de desmedido provocador. Para decir que “Almería entera debería
celebrar la demolición de un obstáculo como el inservible Toblerone” no es
necesario decir que quienes piensan lo contrario son “cuatro pelmas” miembros
de “la presunta progresía cultural”.
Antonio Felipe Rubio anda en la misma
onda: “Desconozco qué tipo de síndrome, abducción o empatía prevé la
psiquiatría para diagnosticar un ferviente impulso por la preservación de una
inconmensurable mierda”.
En
sentido opuesto, la argumentación más seria la ha ofrecido la arquitecta Alicia Requena: “Forma parte de la
identidad y el imaginario colectivo almeriense, y define nuestra idea de
Almería y de su historia”. Para Laura
Rodríguez-Carretero, “con su derribo se destruye una parte de nuestra
identidad”. El periodista Iván Gómez
cree que el Toblerone “es un elemento singular del patrimonio industrial
almeriense”, mientras que para Javier
Irigaray “suponía un inmenso contenedor vacío lleno de posibilidades en una
ciudad tan falta de equipamientos”.
Julio F. Béjar considera que “esa
cordillera de lata rojiza forma parte de la historia de Almería, una ciudad que
nunca aprendió a amarse” y para el escritor Jesús Muñoz “Almería pierde
una seña de su identidad, un edificio que, aunque de valores estéticos
discutibles, es sin lugar a dudas uno de los que más han marcado nuestro pasado
cercano”.
Me llama la atención Emilio su arbitrariedad, dos a favor y seis en contra, esa es la izquierda democrática Emilio, la que queréis imponer.
ResponderEliminarNo está escrito el artículo para contar los que están a favor o en contra, que son muchos más tanto por un lado como por otro. He intentado destacar varias respuestas interesantes, y entre éstas están la de Jose Fernández y la de Antonio Felipe Rubio por ser un poco altisonantes. El espacio del artículo es muy limitado y no se puede publicar en tan poco espacio lo que a uno le gustaría.
EliminaryA, SIEMPRE hay una respuesta a las actitudes bolcheviques.
EliminarVirgen Santisima, y lo digo por el comentario anterior, lo transformais todo en política. Lo peor de todo es que no es en política tal y como debiera ser, sino en política basura. "De los mios o contra los mios" y da igual el ciudadano o sus intereses, aquí ya solo vale con quien estas, si con el Madrid o con el Barsa....y en medio... pobrecito el Almería
ResponderEliminarSolo una cosa......¿de donde ha salido la F de Julio Bejar? Este Julito siempre sorprendiendome.
del infierno.......
EliminarUna lastima Emilio que la polémica no se hubiera suscitado hace algunos años y no ante el inminente derribo.
ResponderEliminarEn cualquier caso esta situación me recuerda las palabras de una concejala de urbanismo cuando acompañado de un agricultor fuimos a protestar por un "sin sentido", nos dio la razón, y nos recrimino no haber ido en su momento aunque nos entendía "claro que si en lugar de un agricultor es un promotor inmobiliario hubierais venido siete veces y con siete abogados distintos". A los ciudadanos nos pasa como a este agricultor, solo nos damos cuenta de que algo pasa cuando vemos la excavadora en la puerta.
Hay quien dice que lo que mas identifica a una sociedad es el perfil de la misma (la silueta que plasma el entorno contra el cielo), esto no quiere decir que sea inamovible, pero si que no deberíamos de considerarla cosa baladí.
Quiero realizar unos breves comentarios al respecto del asunto expuesto en este artículo:
ResponderEliminarPor un lado manifestar mi postura personal al respecto, que es que no debería haberse demolido.
En segundo lugar, la incompetencia (o 'amigismo') de nuestra corporación ha sido lamentable, ante la falta de medidas de seguridad con que se está realizando el derribo de esta estructura. A cualquier vecino capitalino, que saque escombros por cambiar de inodoro, le puede caer una multa de 600€ por no tener un contenedor en la puerta. A esta empresa, de momento ni se le ha abierto expediente.
Por último, tener una estructura como el Toblerone, que pudiera incorporarse al catálogo de Bienes de Interes Cultural, hubiera sido magnifico. Lo que no parece tan estupendo, es la falta de recursos con que nuestra administración autonómica trata a los BIC de la ciudad y la provincia. La verdad, tener la Estación Vieja cayéndose a trozos, comprobar como el estado de ruina en que está el Cortijo del Fraile lo hace ya irrecuperable o ver como el puente de mineral sigue en continua degración sin que se relicen ningún tipo de obras, es más que lamentable ... yo diría 'patético'
Por tanto, ¿de que sirve tener catalogados BIC, si después las administración no va a poner ni un euro, o el dinero que ponga en circulación se utilice para mantener a dar un puesto de trabajo a los 'amigachos' de turno?
¡Pero si es que van a hacer pisos! ¡Más pisos! ¿no hay suficientes ya, y además vacíos? ¿no tiene el Ayto. imaginación suficiente para destinar tanta superficie, en un sitio privilegiado, que destinarla a pisos? ¡más pisos! Privatizar. Arrebatar lo público y cederlo a quien pueda pagar
ResponderEliminarsi más pisos para crear empleo, y tonterías, y más espacios verdes que podamos pasear, .....ABAJO EL TOBLERONE...
EliminarHacía tiempo que un acontecimiento como el del derribo del "Toblerone" no suscitaba tanta polémica ni agitaba tanto la opinión local, dando lugar incluso a la creación de una plataforma popular en pro de su conservación. Es algo que debería haberse tenido en cuenta.
ResponderEliminarSi bien es cierto que el proyecto estaba aprobado desde hace ya tiempo, y que el Ayuntamiento ha aducido, ante el revuelo producido, que el edificio es de propiedad privada (y por lo tanto sus propietarios están legitimados para disponer de él como lo estimen conveniente), no lo es menos el hecho de que todos sabemos que la última palabra en los asuntos urbanísticos la tiene la concejalía correspondiente, elegida por la ciudadanía, y responsable del Plan de Ordenación Urbanística. Cuando se tomaron las decisiones al respecto, nos encontrábamos en un momento determinado de la política local, en el que no se había ni oído hablar del concepto de transparencia en los asuntos públicos. Es normal que entonces el tema pasara desapercibido.
Sin embargo, en este momento, después de todo lo acontecido en los últimos tiempos, la ciudadanía , a través de iniciativas como las plataformas populares o el surgimiento de nuevas formaciones políticas, ha tomado conciencia del papel que el sistema le otorga, se ha vuelto activa, y por eso ha manifestado su opinión en el momento en que ha visto la amenaza hecha realidad en la demolición de la edificación.
Aunque en este asunto se haya llegado tarde, no conviene olvidar que hay otros casos similares (la antigua Estación de Trenes, por ejemplo), en los que con argumentos parecidos a los que se han dado en el caso del "Toblerone" (estado de conservación ruinoso, propiedad de los terrenos…) pueden ser en un futuro objeto de los intereses especulativos (como no) de la planificación urbanística. Esperemos que esa nueva forma de entender la política que está surgiendo sea capaz de tomar las riendas y evitar que se tomen este tipo de decisiones, que resultarían inconcebibles en cualquier otra ciudad de relevancia en nuestro contexto nacional y en el europeo.
Alicia, una pregunta. ¿Eres Alicia cifuentes Salazar.? Lo preguntamos porque nos interesa publicar este interesante comentario como artículo de opinión en la opinión de almeria.
EliminarSí, soy Alicia Cifuentes Salazar. Me alegra que os haya gustado el comentario y queráis publicarlo.
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