Aperitivo con champán

Pepe Fernández

Exdirector de Onda Cero Andalucía

Cuando en el año 2009, faltando algunas semanas para que la justicia practicase más de veinte detenciones y estallara públicamente un 20 de octubre la denominada Operación Poniente en El Ejido, la Fiscalía engañó y despistó a los investigados. Y lo hizo porque la Unidad Adscrita detectó que filtraciones y evidencias indagatorias habían puesto en alerta a Juan Enciso y sus amigos, que a esas alturas ni siquiera usaban ya el teléfono móvil.

En efecto, fue cuando a través de distintos canales, periodísticos, jurídicos e incluso políticos, se filtró la información supuestamente confidencial que daba cuenta de que “se habían archivado las diligencias contra El Chato y sus amigos”. Aquella noticia saltó precisamente el día que el Consejo de Administración de la saqueada empresa semipública Elsur se reunía como siempre –esta vez sin saber que sería el último para todos ellos- en la capital del Poniente. Reuniones que concluían inevitablemente en el muy renombrado y galardonado restaurante La Costa, de El Ejido, con buenos caldos de grandes reservas, presente en las mejores guías gastronómicas.

Aquella tarde Juan Enciso invitó a champán francés Gran Cru a todos los presentes, incluidos los altos ejecutivos del Grupo Abengoa, miembros del consejo a los que la justicia hace partícipes y cómplices del saqueo del ayuntamiento ejidense, todo ello a través de una empresa de servicios, capital público y privado, que presidía el alcalde. Era tanta la alegría que reinaba en el salón comedor aquella tarde septembrina, tras conocer el archivo de las investigaciones, que Enciso incluso se permitió la chulería de mandarme un mensaje a través de un amigo común, el exsenador del PP por Málaga y renombrado cirujano José Manuel Gómez Angulo, tal y como consta en el sumario. Desde Onda Cero y El Mundo de Almería habíamos destapado con denuncias periodísticas la olla podrida del Poniente en febrero de 2007.

-Que me dice Juan Enciso y Pepe (Alemán) que te diga que están muy contentos, que están brindando con Gran Cru. Que te llame y te lo diga.

- Sí, ese rumor me ha llegado. Diles que me alegra por ellos, pero que si se confirma el archivo yo dejaré de creer en la justicia de este país por muchos años.

Ellos tenían motivos como sufridos investigados para venirse arriba y sacar pecho esa tarde. Sabían perfectamente y mejor que nadie qué guardaban en sus respectivas mochilas y armarios. Pero sobre todo en las cajas de seguridad de algunos bancos. De ahí su sin vivir, reflejado en las conversaciones, durante meses, los mismos que duró la investigación hasta las detenciones y meses de encarcelamientos.

No contentos con aquel aperitivo con Gran Cru para celebrar que todo seguiría igual, Enciso quiso remachar la jugada con la “venta periodística” de aquella gran noticia. Usó los medios controlados y financiados con dinero público. Un periódico, una televisión y una cadena provincial de radio. Grabadas quedaron, para la posteridad, tanto las llamadas del alcalde al responsable de su emisora municipal dándole consignas de qué, cuándo y cómo había que “intoxicar”. Como también permanece el resultado de las consignas en la propia antena de Radio Ejido, que transmitía su programación a toda la provincia a través de ACL, cadena provincial de radio financiada por la Diputación de Almería. El PSOE, socio encubierto de Enciso en la institución provincial, tras abandonar el PP, fue cooperador necesario de todo.

Para los investigados y sus socios políticos, el conocer que se habían archivado las investigaciones de la Fiscalía del TSJA, supuso cierta tranquilidad, tras la tensión acumulada durante meses. Volvieron a los teléfonos, a las reuniones, los viajes, los negocios y la impunidad pareció que tímidamente volvía en todo su esplendor.

Pasarían solo semanas, un 20 de octubre, en el que de madrugada se ponían en marcha las cochineras azules para rodear el ayuntamiento de El Ejido. Ni un vídeo, ni una foto con los detenidos. Ejemplar actuación policial, respetando la dignidad y la imagen de los encausados. A Enciso fue a detenerle en persona el comisario jefe a su despacho de alcalde.

Y AHORA, BRINDA GRABRIEL AMAT

He recordado este memorable aperitivo político económico y gastronómico con Gran Cru tras leer en La Voz de Almería una llamativa información firmada por Redacción, una noticia aparentemente importante y con este titular: “La Fiscalía archiva la denuncia de AMAyT contra Amat” (AMAyT es el acrónimo de la Asociación Mediterránea Anticorrupción y por la Transparencia, creada en Almería al margen de los partidos políticos).  Y subtitula que la Fiscalía “no ve” la trama de corrupción en lo denunciado contra Amat por la Asociación Anticorrupción de Almería.

Tan relevante noticia, apuntada crípticamente por el propio Amat un día antes en el pleno de la Diputación, sin documento o declaración alguna que la respalde, merecía una consulta directa con la Fiscalía. Entre otras cosas porque contrastar y confirmar  siempre es saludable para no caer en el comparsismo o, en el mejor de los casos, la media verdad. Algo que a veces nos puede suceder a los periodistas.

Efectivamente, la Fiscalía ha archivado, pero “por remisión”, la denuncia de AMAyT contra el edil roquetero y presidente del PP de Almería. Pero, si no se explica qué significa “por remisión”, estamos ante una media verdad. Sobre todo cuando la información filtrada a La Voz le asegura que los fiscales “no ven” trama de corrupción en torno a Gabriel Amat. Inexacta información por no llamarla sencillamente falsa, primero porque aún no ha concluido la investigación y, sobre todo, porque “eso no lo afirma la Fiscalía en ningún sitio”, se asegura en el Ministerio Público.

Lo que ha sucedido, siempre según fuentes de la Fiscalía, es que, entre los asuntos denunciados por AMAyT, figura uno, con posible conectividad con el resto, que lleva años judicializado en un juzgado de Roquetas. Se trata del pelotazo en torno a la finca La Fabriquilla, denunciado por la familia Kaiser, sus antiguos propietarios. Al parecer, según fuentes de IU, “la causa pivota sobre la recalificación de la manzana 3 de la UE109, que pasaron de comercial a unifamiliar aislado, sin cumplir con los parámetros de la LOUA”. Tras confirmar la posible conectividad con el resto de asuntos, los fiscales remiten todo al juzgado que lleva la causa de La Fabriquilla y paralizan su actuación hasta que la jueza determine si asume el conjunto de la investigación o sigue en solitario con la denuncia de las hermanas Kaiser. En el caso de que asuma la competencia, en el informe de Fiscalía se indican todas las diligencias que se proponen practicar, en aras a conocer la veracidad de las acusaciones de AMAyT contra Gabriel Amat y su gestión como responsable del Ayuntamiento de Roquetas.

En el supuesto caso de que la jueza determinase que no asume el grueso de la amplia investigación en marcha desde Granada, será entonces el Fiscal Jefe de Almería quien asuma el proseguir con la ejecución de diligencias que afectarían al alcalde de Roquetas, su entorno familiar y sus amigos, socios o políticos. Y llegado el caso, el asunto saldría a reparto como una causa judicial nueva.

Una información que, de ser cierta, hubiese merecido caracteres de portada, ha quedado encajada en la misma página donde Amat amenaza con insinuaciones a su oposición en el pleno del viernes. Un notición, con la que está cayendo en Almería, que, sin estar respaldado por fuentes fiables, se publica con prudencia, sin autor ni autora conocidos.

La impresión que causa todo esto, entre quienes están convencidos de que la justicia está rodeando al líder de la derecha en Almería por distintos frentes, es que no habrá necesidad de abrir nueva causa judicial. Que será la juez del Juzgado nº 1 de Roquetas, que lleva el Caso La Fabriquilla, la que previsiblemente asuma y prosiga la investigación de la Fiscalía del TSJA a raíz de la denuncia de AMAyT, abriendo imputaciones llegado el caso y si proceden.

Si ello sucede, habrá que confiar en que don Lorenzo del Río, presidente del TSJA, tenga la misma sensibilidad y preocupación que ha tenido con Mercedes Alaya, dotándola de medios para su instrucción del Caso ERE.