Edita: Fidio (Foro Indalo de Debate, Ideas y Opinión / Twitter: @opinionalmeria / Mail: laopiniondealmeria@gmail.com

Mojácar, tierra de prohibiciones


Iván Gómez
Jefe de Local de Diario de Almería
Si la libertad comienza por una prohibición, como decía Jim Morrison, en el municipio de Mojácar, de poco más de 7.500 habitantes, ya han iniciado un camino sin retorno. Una serie de decisiones y normas polémicas se han sucedido en los últimos años hasta convertirse en el pueblo  de la prohibición. Unas medidas restrictivas lideradas por la alcaldesa Rosa María Cano y su equipo de gobierno del PP que han abierto el debate entre los vecinos sobre la conveniencia de frenar ciertos comportamientos a golpe de ordenanza o bien apostando por un cambio del modelo turístico. La oposición y los empresarios de restauración y hostelería consideran que se han superado todos los límites y la última normativa propuesta por la regidora, que esta mañana será aprobada en pleno a partir de las diez, ha superado todos los límites y es desproporcionada.
La ordenanza reguladora del ruido causará perjuicios irreparables a la imagen de un pueblo  que se ha convertido en la meca de la movida nocturna de nuestro país. Detractores y partidarios de la batalla contra la juerga vuelven a chocar por una controvertida iniciativa de la alcaldesa, una más porque han sido unas cuantas prohibiciones las que se han sucedido desde que Rosa María Cano se sienta en el sillón de la Alcaldía, tras ser investida en julio de 2011, la última de la provincia, al tener que esperar a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía porque los grupos de la oposición habían impugnado el voto por correo. La líder del PP mojaquero vetó el uso de aparatos de radio a los funcionarios en las dependencias municipales en horario de trabajo. Dicen que no hay mejor sordo que el que no quiere oír y a la licenciada en pedagogía parecían pitarle los oídos al ser criticada  por un medio de comunicación local. No lo toleró, al menos al personal del Ayuntamiento en las instalaciones municipales, y ya figuró en mayo de 2010 como una alcaldesa de armas tomar en los periódicos de tirada nacional. “Tienen que estar centrados en su trabajo”, repetía al decretar el silencio radiofónico. También prohibió los botellones y acampadas en las playas, aunque estas últimas medidas con el apoyo de los grupos de la oposición.

Antes tuvo sus más y sus menos por la grabación de plenos, otra de sus prohibiciones hasta que en diciembre del pasado año logró normalizar la situación. Lo hizo contratando a una empresa para la grabación y difusión del pleno en la web municipal. “No me agrada y me coarta hablar delante de una cámara, me resta libertad”, reconoció la regidora tras explicar que lo hacía para evitar ser grabada por el marido de una concejala de la oposición que luego colgaba el pleno sesgando la información. Su actitud siempre ha sido despótica, a juicio de los grupos de la oposición, quienes vienen denunciando que no se celebran plenos ordinarios para evitar el turno de los ruegos y preguntas. El de enero no se hizo porque coincidía con Fitur y el de marzo porque era Jueves Santo. Al final se celebran las sesiones extraordinarias y a primera hora de la mañana, algunas incluso a las ocho, como el pleno en el que se aprobó la construcción de un polémico parking que cada vez que llueve se inunda. A esa hora ni público y casi ni oposición, los más madrugadores en privado. Otras de sus restricciones pasan por el botellón, la acampada de las caravanas y el traslado de los mercadillos. En uno de los plenos se marcharon Manuel Zamora, del PSOE y la portavoz de Mojácar Positiva Se Mueve, Jessica Simpson, porque le rogó a esta última que quitase un grafiti de la fachada de su tienda de piercing, algo que consideraron un ataque a su esfera más íntima. Y ahí no queda todo.

Cuando más  apretaba la crisis decidió subirse el sueldo un 42%, desde los 30.550 a los 43.400 euros brutos al año, una decisión contraria a lo que venía aplicando en un ayuntamiento que comenzó la legislatura con una deuda de más de cinco millones de euros y más de 140 trabajadores. Entre las medidas de ahorro suprimió las máquinas de agua, materiales de oficina e incluso se frenó la impresión de folios. Prohibir, pero también recortar. Una dinámica que le llevó también a rebajar las fiestas patronales de 5 a 3 días y a suprimir la recepción navideña. Eso sí, la oposición critica que se permita al empresario Arturo Fernández, vicepresidente de la patronal, dejar sin pagar los más de 60.000 euros que debe por el IBI del hotel El Moresco. Y hoy llegará la gota que puede colmar el vaso para una licenciada en pedagogía que comenzó militando en el PSOE y después pasó forzosamente al PP tras ser partícipe de una moción de censura contra el entonces alcalde socialista Bartolomé Flores. La ordenanza que declara la guerra abierta al ruido indignará más de lo que estaban a los empresarios de la localidad y su repercusión, nuevamente negativa, ha alcanzado incluso a algunos medios de comunicación británicos como The Times.

Sin dominó ni música en las terrazas, sin perros en los balcones
Las 22 páginas del borrador de la Ordenanza Municipal Reguladora del Ruido que hoy, a partir de las diez de la mañana, será sometida al debate del pleno de Mójacar recoge una serie de medidas y prohibiciones que no han pasado desapercibidas en los últimos días. De hecho, han tenido repercusión hasta en los medios de comunicación del Reino Unido algunos de sus apartados, como el que prohibe jugar al dominó o a los dados en las terrazas y veladores de restaurantes y pubs del municipio. El texto comienza con una declaración de intenciones del equipo de gobierno en la que habla sin reparos de una lucha sin cuartel contra la contaminación acústica y en la que se argumenta “la firme creencia de que es posible conciliar el descanso de los vecinos con el desarrollo de actividades” teniendo por objetivo “salvaguardar la tranquilidad y la convivencia de los ciudadanos”. El primer apartado dedicado a los veladores pone un límite de horario que preocupa al sector de la hostelería: el cierre no podrá superar las dos de la madrugada de cualquier día del año. En las terrazas de los establecimientos se prohibe servir comida/bebida a los usuarios si están de pie, no se permitirá ofrecer música en directo, ni prepara alimentos que ocasionen ruido (cócteles) ni cualquier tipo de juego (dominó, dados…) en horario nocturno.
El segundo de los apartados se destina a establecer los límites de la megafonía en la vía pública con fines propagandísticos y/o comerciales y obliga siempre a contar con autorización previa del Ayuntamiento de Mojácar. Se excluyen de estas prohibiciones la feria y fiestas y los encuentros de carácter religioso, sindical y, por supuesto, político. También hay un capítulo para las obras en el que se limita cualquier trabajo al horario de 8 a 21 horas entre semana y de 8 a 14 los sábados. La ordenanza prohibe realizar cualquier obra mayor en periodo estival (del 1 al 31 de agosto). La vía pública se convertirá, tal y como pretende la controvertida norma, en una zona libre de gritos, cánticos, altavoces y objetos musicales, salvo en las fiestas que tendrán permiso especial para las atracciones y tómbolas salvo en las horas comprendidas entre las 1 de la madrugada y las 10 de la mañana. Dentro de los edificios de viviendas las reglas van a alcanzar, a pesar de las críticas que ha recibido la normativa, al cierre brusco de puertas, obras de reforma, gritos, taconear, patinar y cualquier otro comportamiento que genere ruido. Es más, la ordenanza alcanza también a las mascotas en casa. No se podrá dejar animales solos en balcones, ventanas, terrazas y patios, a no ser que sepan estar callados. Las multas oscilan entre los 300 y los 3000 euros según su gravedad.

La Asociación de Comerciantes y Empresarios de Mojácar (ACEM) ya trasladó hace unas semanas un escrito en el que señalan la situación de “acoso” que sufrían por la música en sus locales. La presidenta del colectivo, Karin Schroter, calificó de “arbitrarias” las medidas de restricción que les obligaban a “estar prácticamente en silencio”. Los propietarios de los establecimientos iniciaron una recogida de firmas cuando más aumentaron los controles de la Policía Local y vislumbrarse la futura ordenanza al creer que “esta vez se ha ido demasiado lejos, no se puede ser tan poco flexible, es una persecución, una caza de brujas, nos sentimos como delincuentes por el simple hecho de poner música”. Diego García, de Unión Mojaquera, ha pedido la enmienda a la totalidad de la nueva normativa y el socialista Manuel Zamora entiende que esta política de prohibiciones no atiende a razones y se debe sólo a “su carácter poco democrático”. Asegura que es un peligro para un municipio turístico. “Se está cargando el pueblo”. Al tiempo. Desde hoy será tierra de prohibiciones.  

“Pueblos libres, recordad esta máxima: podemos adquirir la libertad,
pero nunca se recupera una vez que se pierde”
Jean Jacques Rousseau

3 comentarios:

  1. Anónimo7/5/13 09:06

    Esta mujer se está cargando totalmente la fuente de ingresos del pueblo y muchos puestos de trabajo con su persecución enfermiza del ruido.

    ResponderEliminar
  2. Pues yo invito a Iván Gómez a pasar unos dias en Mojacar en plan desacanso con su familia, si es que la tiene, y que sienta en su propio cuerpo lo bien que se vive pasando las noches en vela por culpa del ruido producido por los botellones y algunas discotecas.
    Esta misma madrugada a las dos, fui despertado por el ruido de la discoteca Liquid, viendome obligado a llamar a la policia local para su intervencion, y reconcilie el sueño a las cuatro de la madrugada, levantandome a las siete para ir al trabajo.
    Y yo le pregunto a este señor, ¿ Es de derecho que cuatro descerebrados borrachos alteren el sueño de las personas y familias que tienen que trabajar?
    ¿ Es que no se puede conciliar los derechos de unos sin violar los derechos de los demas?

    Mojacar sin ruidos

    ResponderEliminar
  3. La ordenanza reguladora del ruido no causará ningun perjuicios irreparables a la imagen de Mojacar.
    Todo lo contrario, la reparara!
    Yo no se de que vive el autor de este articulo que pretende promover, desde su comoda vida de escritor,el ruido que molesta a cientos de ciudadanos y turistas de Mojacar.
    ¿ Que Mojacar vive del turismo? Si sr. pero de que clase de turismo?
    Porque esta claro que las firmas de vecinos y turistas residentes presentadas ante el ayuntamiendo recogiendo las quejas por el ruido de una parte de ese turismo de botellon,incivico y violador de la convivencia social, no opinan como ud.

    ResponderEliminar