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Sobre el Obispo de Almería


Francisco José Fernández de la Cigoña
Intereconomía
El periódico Intereconomía, en su versión digital, publica el artículo que a continuación reproducimos. Se ha enviado a La Opinión de Almería como enlace al citado medio. 
Lo que sigue no es cosecha mía. Me lo envía un almeriense evidentemente descontento con su obispo. No puedo asegurar que todo sea así, pero de no pocas cosas tenía conocimiento por otras fuentes. Y el citado Pozo no es la primera vez que aparece en el Blog. ¿Hay que aplicar un coeficiente de reducción? Es posible. Pero salvo el caso de que ese coeficiente sea muy elevado el pastor almeriense no queda bien.

Monseñor González, Obispo de Almería
"En el año 2002 llegó a la cátedra de San Indalecio Monseñor González Montes, resultado de su precipitada salida de Ávila. A lo largo de estos años, en los que jamás ha querido a los almerienses y no cesa de llorar por su amadísima Castilla y León, ha hecho todo lo inimaginable por acabar con la vida cristiana almeriense.

1. Eliminó a los sacerdotes mayores que habían ayudado en su ministerio pastoral a Monseñor Álvarez Gastón, nombrando a lo peor del clero (toda la progresía que luchó contra todo lo católico) como reconvertidos canónigos y vicarios. Incluso alguno de ellos vive amancebado y otros no tienen ni un mero bachillerato en teología.

2. Defenestró inmisericordemente al Vicario General, actual feliz Obispo de Guadix, porque se negó a la compra de un escandaloso chalet para disfrute del Prelado.

3. Ha expulsado a los profesores serios del Seminario, aquellos de formación recia y con títulos en prestigiosas universidades, para recambiarlos por otros de dudosa reputación (incluso seminaristas antes expulsados por casos graves) pero que son muy generosos con el Prelado.

4. El dinero de la Diócesis ha desaparecido, hasta tuvo que suspender la comida fraternal de la Misa Crismal, para forrar de fastuosidad un Seminario vacío, un Museo Catedralicio aún no inaugurado y miles de obras. No se crea que son obras útiles, sino escenarios para instituciones sin vida alguna que no funcionan. Además, todo para mayor honra y gloria del Prelado, infestando la diócesis de millares de lápidas con su nombre y escudo. Ha reconsagrado la mayoría de los altares de los templos para colocar su nombre y escudo en lápidas que él mismo diseña.

5. Mantiene un gastadísimo rector en el Seminario, que en realidad es mayordomo mayor del palacio episcopal. Un señor de pasado progresista a rabiar, de escasa formación teológica y que ha protagonizado tristísimos acontecimientos.

6. En el Seminario han  ocurrido casos oscuros con formadores y seminaristas. Han mantenido, por maquillar números, auténticos indigentes en el Menor. En el Mayor han engrosado extranjeros sin papeles, incluso con desconocimiento del idioma español y prácticamente paganos (desconocían incluso la doctrina de la presencia de Cristo en la Eucaristía). Los seminaristas rechazados en el Seminario Metropolitano allí son acogidos de mil amores.

7. El Secretario del Obispo, ahora revestido de la dignidad de canónigo, es el verdadero mandamás del Obispado. Ni el Vicario General puede hacer lo que si hace este señor, sin tapujo alguno. Este señor tiene un auténtico club personal de clientela, si los sacerdotes se niegan a bailarle el agua... quedan marcados de por vida e incluso tiene repercusión monetaria...

8. El Obispo se ha apropiado de bienes del Cabildo y del Obispado, retitulado ahora como "de la Mitra" sin tradición alguna.

9. Ha puesto todo su empeño en dinamitar la vida de piedad de la Diócesis, rechazando a través del Vicario Pozo (este personaje requiere un capítulo propio), cualquier manifestación pública de la fe. Le enfurecen que se levanten altares en el Corpus, así como cualquier acto de piedad eucarística o formativa que no cuente con su sello. Ha prohibido coronaciones canónicas, procesiones extraordinarias, actos extraordinarios por el Año de la Fe, la procesión de la Octava del Corpus, el paso de las Hermandades por la Catedral...

10. Para su gusto y placer realiza los nombramientos sin ninguna preocupación pastoral. Hay curas progresistas que deja dormitar en una única parroquia moribunda y otros jóvenes a los que añade pueblos y pueblos para enviar a sus paniaguados a obtener titulitos. Un botón de muestra: la última ordenación sacerdotal fue hace más de un mes... y todavía no se han publicado los nombramientos. Además, en esta ordeanción se otorgó el orden a un seminarista que ni siquiera tenía la nacionalidad...

Espero que este decálogo sea suficiente para mostrar la penosa pastoral de Mons. González Montes y de sus colaboradores (Vicario Pozo y su Secretario). Suerte que nuestro pueblo almeriense es fiel, pero el desencanto con la Iglesia es evidente. El pasado domingo, sin ir más lejos - y a pesar de las noticias publicadas - los cofrades se negaron a entrar en la Ermita de Torregarcía para la Misa de la romería a la Patrona y decidieron acudir a la Misa matutina en el Santuario.

Aguardo su respuesta y le envío mi respeto y agradecimiento por su labor. Dios lo bendiga".

7 comentarios:

  1. Lo mejor que podría hacer es dimitir él y su compañero de correrías que se trajo de Ávila, y que la Santa Sede nombre a un Obispo, al menos, de Andalucía o de Almería, ya está bien.

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  2. Madre mía como tiene que estar el mitrado,con el miedo que les tienen los curillas.........................

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  3. Pues creo que los que han suministrado esta noticia no deben de estar muy lejos; las diferencias curiales son habituales y conocidas en toda la capital.

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  4. Comentario de la página de intereconomía.
    La tímida Betsabé
    20:47 | 19 de enero, 2013
    González Montes está devorado por su ambición. Teólogo mediano y pésimo obispo, ha jugado la baza progresista para que, de ese modo, mucho le quisieran especialmente en universidades e institutos religiosos sedicentes y progres y entre esa feligresía de base que no cree en nada más que en las múltiples paridas con que les atontan gentes como Pagola, Queiruga o Picaza.

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  5. Sor María
    06:49 | 20 de enero, 2013
    Ahora se echará la culpa del cura Pozo para enmendarle la plana a Monseñor y su ayudante de Cámara Eduardo, y asi va haciendo más méritos; cuando vea que no va a conseguir alcanzar el solideo comenzará a despotricar, o se marchará corriendo como el anglosajón José Pérez Escobar, su íntimo compañero de piso. El problema de estos curas, que se leen dos manuales de teología sin entenderlos, y se creen que saben latín.............Siempre que ocurre un hecho de este tipo, "El Pozo" el primero comiéndose el anillo episcopal, y el pectoral por qué no le deja González MOntes. ¡Sí volviera un D. Juan López Martín ! ÉSte y otros estarían en la Alpujarra con gorro contra el frío y sin bonete.

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  6. El obispo de Almería es un obispo como Dios manda, no un libelático, ustedes utilizan el lenguaje de la calumnia y la mala baba

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  7. Este obispo salió de Ávila porque NADIE le quería y él no quería a nadie y como soy de Ávila lo sé. Hoy todavía estamos pagando sus desaguisados.
    Os recomendaría que hablarais con gente de Ávila y veais que las dos ciudades que empezamos por A nos tocó el A-dolfo "de cabeza mitrada", déspota, mandamás, al que no le importan ni feligreses ni autoridades... Bueno, todo UN PINTA.

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