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La prensa alemana se acuerda de los refugios de la Guerra Civil


Javier Adolfo Iglesias
Periodista / La Voz de Almería

El semanario alemán “Die Zeit”,  dedicó el pasado 26 de julio  un completo artículo a los refugios de Almería y los bombardeos que sufrió la ciudad durante la Guerra Civil. Firmado por el conocido periodista Christian Schmidt-Häuer,   se presenta en la sección de Historia como la pieza principal, casi exclusiva de la página, bajo el título “Un plato de sangre de Almería” y el subtítulo explicativo como añadido “El museo de los Refugios y los vacíos en la memoria: la ciudad andaluza recuerda el ataque alemán durante la Guerra civil española”.

Quirófano en los refugios
El periódico “Die Zeit” es como el “The Times” alemán, no solo porque su cabecera es la traducción exacta del famoso tabloide británico, sino porque además es junto al Der Spiegel, el semanario más difundido de Alemania, con un total de dos millones de lectores y una tirada de 488.036 ejemplares. Es de tendencia socialdemócrata liberal. La noticia es positiva en cuanto supone una publicidad de alcance de uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad de Almería. Pero en su desarrollo, su autor hace algunas valoraciones que pueden ser discutidas.

El autor estuvo personalmente en julio en los refugios como cualquier otro turista. Y a partir de esa experiencia arranca su artículo de forma expresiva, casi magistral:

“Al bajar las pronunciadas escaleras debajo de la ciudad algo le puede impresionar a los ancianos visitantes alemanes, que pueden recordar de repente las noches de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial en su infancia. El aire del sótano les golpea en la cara, alarmas de bombardeos salen de las sirenas y la centelleante iluminación de urgencias simula explosiones en los edificios colindantes. En cambio, a los turistas jóvenes de todo el mundo, a los estudiantes y escolares les impresiona  más la rapidez con la que se libran del calor agobiante andaluz. El pasillo fresco y estrecho a través del cual pasa el grupo de 30 personas a nueve metros de profundidad, corre paralelo a la magistral ciudad portuaria de Almería, que  con 190.000 habitantes padece un verano caluroso y asfixiante.

Este sistema de túneles es originario del todavía olvidado pasado de la Guerra Civil española, que no ha sido superada aún y que antecedió a la Segunda Guerra Mundial. Es de cuando la Fuerza aérea de Hitler y su marina de Guerra bombardeaban ciudades de España en alianza con el golpista general Francisco Franco. Con el objetivo de no sufrir más sin ningún tipo de protección, los defensores de la República en Almería construyeron bajo tierra largos refugios anti-aéreos de muchos kilómetros”. 

Hasta aqui, aparte de la introducción histórica, el relato es casi personal y por lo tanto incontestable. A continuación, el periodista percibe algo que hasta hoy nadie había denunciado de forma pública en Almería.

La polémica
Tras recordar que esos túneles fueron construidos por “Los defensores de la República en Almería", Christian Schmidt-Hâuer continúa: 

“Quiénes eran estos hombres y mujeres, para qué luchaban... sin embargo sobre esta cuestión los visitantes no reciben ningún tipo de información. La ciudad presenta estas instalaciones de interés de una forma extrañamente alejada de la política y la comercializan turísticamente bajo el vago título de moda ‘Refugios -Un espacio para la vida’. La guía del museo se apresura, ametrallando con detalles técnicos a través de los lúgubres, interminables y monótonos pasillos de  hormigón: ‘Único en Europa. Este es un sistema de túneles de 4.6 km de largo, que ofrecía refugio a 34.144 habitantes de la entonces ciudad poblada con 50.000 habitantes. Este sistema de túneles tenía paredes de hormigón de 30 cms. de ancho, una sala de operaciones y 67 entradas. Fue redescubierto en la reconstrucción de un garaje subterráneo hace unos años. Un buen kilómetro ha sido reconstruido fielmente al original, ‘para que nosotros nunca lo olvidemos’. ¿Pero olvidar qué? - se poregunta el periodista de Die Zeit- El nombre de Franco no sale a colación, no se dice ninguna palabra sobre el terror ni los asesinatos de masas, sobre los fusilamientos de los defensores y los constructores del túnel de Almería, cuando este último pequeño bastión de la República cayó en 1939. Y Almería -la bombardearon “los alemanes y los otros”, añade la guía. Quien quiera saber más, tiene que consultar los libros de historia”.

Llegado este punto del artículo, Christian Schmidt-Häuer, deja las valoraciones para recordar datos históricos bien conocidos:, entre otros, la relación de Franco con los nazis y la revelación que hizo Göring antes de los juicios de Nürenberg: “ Franco envío  una llamada de auxilio para que lo apoyásemos. Especialmente por aire […]. El Fuhrer  se lo pensó, yo le presione privadamente, hay que darle apoyo bajo cualquier circunstancia,[...] para probar mi joven Fuerza Aérea en este o aquel punto técnico”.

Uno de esos “puntos técnicos” fue Almería, que sufrió los bombardeos desde el aire y el mar, de los golpistas españoles y los nazis alemanes. Especialmente, el sufrido el 31 de mayo de 1937. El periodista alemán condensa la historia: 

“Almería fue bombardeada 52 veces por bombarderos italianos Fiat y alemanes Heinkel, la primera vez fue el 6 enero 1937. En este día de Reyes, además de los alemanes y los italianos los pilotos de Franco también soltaron su carga mortífera. A la mañana siguiente el arquitecto urbano Guillermo Langle encontró en las ruinas de la calle del Emir una mujer moribunda con su hijo muerto en sus brazos. Éste fue el momento, así lo dice la crónica de Almería, en el cual Langle se decidió por construir los refugios aéreos. (...) El ataque más grave lo sufrió la ciudad desde el mar. En la noche del 31 mayo 1937 habían sonado las sirenas, y aunque nadie escuchó alarma aérea, hubo un aviso. (...)

Los disparos venían del acorazado Admiral Scheer – al mando de su entonces comandante el capitán de marina Otto Ciliax – y de cuatro buques torpedo. Su misión era la venganza. Cinco días antes dos aviones republicanos habían logrado sobrevolar el acorazado Alemania en el astillero de Ibiza. Una de sus bombas alcanzó la capilla de los marinos,  32 miembros de la tripulación fallecieron.  Hitler ordenó “venganza”, continúa el periodista dando detalles de la participación nazi en aquel ataque. 

¿Sin debates públicos?
Tras este relato del bombardeo. Christian vuelve a percibir algo en los refugios, y más allá: 

“Es cierto que entre tanto han sido publicados un gran número de libros sobre la Guerra Civil, pero nunca se han producido grandes debates públicos, y en las escuelas esto no se ha tratado casi nada. Aun yacen ocultos todavía decenas de miles de víctimas  en bosques, campos y calles”.

El autor del artículo considera que los refugios de Almería, su musealización en concreto, son un ejemplo evidente “del pacto de olvido todavía existente en España” y que arrastramos desde la Transición, por el cual no debían haber juicios legales, ni siquiera “valoraciones de la Guerra Civil”.  Schmidt-Häuer enumera las fosas comunes  y acaba su artículo reproduciendo el poema que Pablo Neruda escribió sobre el sufrimiento de Almeríay que alude al “plato para el obispo, un plato de sangre de Almería”. Es entonces cuando el título del artículo cobra sentido y el periodista vuelve a lamentar que la joven guía de los refugios tampoco lo mencionase. 

 ¿Es este artículo un caso de idealismo brigadista internacional? Rafael Quirosa, profesor de Historia experto en el tema y que colaboró con el periodista alemán afor,a: “Yo le insistí en que sí hemos hecho muchas cosas. Esta actitud es propia de las rememoraciones internacionales”, afirma el profesor de la Universidad.  Efectivamente, no hubo debates sobre el contenido de los refugios, nunca trascendió al menos en ningún foro público. Hasta hoy.

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