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Tregua en el PSOE

Isabel Morillo
Periodista

Si hubiera que decir quién ha ganado o perdido en la dura guerra librada por los socialistas para aprobar sus listas del 25 de marzo sería fácil: ha ganado el PP de Javier Arenas y ha perdido el PSOE de José Antonio Griñán, dañando su imagen a un mes de las autonómicas ante sus ya desencantados votantes. Es una opinión generalizada entre las filas socialistas que no obstante han recompuesto la figura y firmado una tregua que, aseguran, durará hasta las elecciones. Ahora prometen que se centrarán en hacer campaña y "devolver la esperanza a los ciudadanos de izquierda", dijo ayer sonriente la secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz.

La tensión en la sede regional de los socialistas se vivió hasta el último minuto. Eso no impidió una foto final de unidad. La Comisión Regional de Listas sobrepasó las cinco horas de encierro para aprobar por unanimidad las candidaturas que hoy deberá refrendar el Comité Director y que cuentan con el visto bueno de la ejecutiva federal. Ferraz jugó un papel muy activo a favor del acuerdo y arrastró a todas las partes hacia "los puntos de encuentro y consenso" que todos celebraban.

Se respetan las listas que han llegado desde seis de ocho provincias. Se altera la lista de Sevilla, donde el partido está en manos de una gestora presidida por el veterano Manuel Gracia después de la explosiva dimisión el pasado domingo del secretario provincial, José Antonio Viera. El duelo final se libró entre el núcleo duro de Griñán y Cádiz, cuyo secretario provincial, Francisco González Cabaña, estuvo en la negociación. Dos griñanistas entran en la lista gaditana. "Bien está lo que bien acaba", proclamó Cabaña, que vio el acuerdo "razonable". El gaditano es el principal adversario de Griñán en su cuadro orgánico. "Perdemos mucho el tiempo en vericuetos en vez de tomar la línea recta y eso desespera a los votantes socialistas y todo esto nos hace daño", dijo.

Todos han cedido. Los cambios en la lista de Sevilla imponen un nombre de Griñán: la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, entra como número seis en la candidatura. Los socialistas calculan que tienen seguro hasta el diputado número ocho. En 2008 llegaron a once. Asciende al número siete Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, rubalcabista con un papel destacado en el 38 Congreso Federal. Y cae al número nueve Carmelo Gómez, el brazo armado, dicen, de la dos del PSOE andaluz, Susana Díaz, quien ha jugado un papel muy destacado en la pugna sevillana. Sale la delegada de la Junta en Sevilla, Carmen Tovar, la única persona del círculo íntimo de Viera.

En Cádiz se modificó una lista donde se había excluido a cualquier militante de la órbita de la actual dirección regional de José Antonio Griñán. Entra en el puesto número tres el actual consejero de Gobernación, Francisco Menacho, y en el cinco, el delegado de la Junta en la provincia, Manuel Jiménez Barrios. Ambos son críticos frente a la ejecutiva gaditana y afines a Griñán. Los socialistas gaditanos dan por seguro hasta el quinto diputado. El número uno de la lista será Luis Pizarro, el hombre fuerte en la provincia, factótum del partido durante 14 años con Manuel Chaves y para muchos, el gran referente crítico frente a la dirección de Griñán. En el dos y el cuatro se mantienen Rocío Arrabal y María Colón, ambas propuestas por Cabaña.

El resultado final si se cuentan cinco diputados es tres de la dirección provincial y dos de la ejecutiva regional. Ese no era el reparto original que quería Griñán. La exigencia del PSOE andaluz era tres nombres a su favor en los puestos 3,4 y 5. Pero Cabaña se mantuvo firme en su negativa hasta el último minuto. Los críticos querían tocar también las listas de Almería, Córdoba y Málaga, donde los secretarios provinciales afines a Griñán han excluido a sus críticos, la mayoría rubalcabistas. Esa estrategia no funcionó. Al final la ejecutiva regional coló en la lista de Cádiz a Rafael Márquez e Isabel Armario en el siete y el ocho, con pocas posibilidades de salir.

La aprobada era la propuesta que Cabaña planteó sobre la mesa al secretario general en una reunión el pasado viernes, aseguró a los periodistas. Entonces no pudo ser pero ayer Griñán quería, como había exigido Ferraz, que salieran las listas por unanimidad y no se podía permitir otro gran portazo de los críticos. Jugó fuerte e incluso amagó con rehacer la lista de esa provincia por completo, informaron asistentes a la reunión. Finalmente hubo acuerdo.
Los mensajes fueron absolutamente conciliadores. Todos reconocen que la ejecutiva federal de Alfredo Pérez Rubalcaba, especialmente el secretario de Organización, Oscar López -que ha tenido en esta guerra su bautizo de fuego-, ha empujado hacia un terreno neutral.

"Este es un partido vivo", "no tenemos al ruido de la democracia", dijo Díaz. Es lo que se oye en el último mes, desde que en la víspera del Congreso Federal se desencadenó la batalla interna tras pujar la ejecutiva regional por Carme Chacón en una apuesta arriesgada y fallida, que partió en dos al partido y despertó las guerras personales que laten desde que el partido afrontó la sucesión de Chaves tras 19 años de poder y calma interna. Ahora el poder, dicen las encuestas, se esfuma y de esa paz no queda ni rastro.
(El Correo de Andalucía)

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