Edita: Fidio (Foro Indalo de Debate, Ideas y Opinión / Twitter: @opinionalmeria / Mail: laopiniondealmeria@gmail.com

Los Reyes Godos del PSOE

Miguel Martín
Teleprensa

El PSOE ha sido protagonista nuevamente de un intento de “golpe de Estado”, en este caso fallido, para intentar arrebatar la secretaría general de la Agrupación Local de Almería a Juan Carlos Usero, quien ha logrado mantenerse al frente de los socialistas capitalinos, no por falta de ganas de algunos, sino por la falta de acuerdo entre los distintos “conspiradores” en el reparto de poder que hubiese seguido a la dimisión forzosa de Usero.

La Ejecutiva local del PSOE de Almería cuenta con 38 miembros. Para su disolución es preciso que dimitan la mitad más uno de estos. Finalmente, únicamente hubo seis dimisionarios (Rafael Calvache, Antonio Fernández, Luisa Delgado, Pablo Viciana, Francisca Gutiérrez e Ignacio Ortega) voluntarios y otro obligado por las circunstancias (el secretario de Organización Luis Miguel Parra) por la “difusión de un documento con el listado de los miembros de la Ejecutiva que por error se ha difundido y publicado sin el conocimiento ni la autorización de los miembros de la Ejecutiva”.

Esa fue al menos la explicación oficial ofrecida por el comunicado remitido por el PSOE, claro. Pero a veces parece que en esto de la política las conspiraciones bizantinas están al orden del día, con una “mortalidad” de sus representantes cercana o superior a la de los Reyes Godos (recuerden que sólo 15 de 33 monarcas murieron en la cama).

La cosa no es tan sencilla como se quiere hacer ver, por mucho que el propio Usero restase importancia a estos movimientos desde el minuto cero, o que el secretario general del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel, quiera dejar el asunto en una cuestión local. Lo cierto es que las distintas “familias” socialistas mantienen en la capital un pulso similar al que se vivió hace unos meses tras la disolución de la Ejecutiva Provincial y la marcha del llamado “Clan de Cuevas”, encabezado por Martín Soler y Diego Asensio.

Como se ha dicho, fueron seis los dimisionarios, sí; no obstante, horas antes otros miembros de la Agrupación manifestaban tener redactado y firmado el documento por el que renunciaban a su puesto, a falta “únicamente de que sea aprobado por la Ejecutiva”. Fallaron las negociaciones, puesto que se establecieron conversaciones para intentar asegurar la presencia de personas afines a estos sectores en la gestora que debería haberse formado tras la infructuosa disolución de la Ejecutiva Local.

Llegado a este punto, algunos de los próximos al “Clan de Cuevas”, presentes en la Ejecutiva, manifestaron tras la victoria de Usero que no es que lo quieran al frente del PSOE en la ciudad de Almería, pero que lo que no querían era que su derrocamiento viniese de manos de la Ejecutiva Provincial, en lo que parece un nuevo intento de enmierdar (perdón por la expresión) a la nueva voz oficial del PSOE, con un José Antonio Griñán como objetivo de fondo.

Miren, no sé si los movimientos de los que se ha acusado, con o sin razón, a Parra, procedían de Griñán, Recio o Sánchez Teruel. Desconozco a su vez si fueron otros los instigadores de esta intentona, si ha sido todo una operación para quitarse de en medio a otras personas distintas a Usero, o si es que los Reyes Godos se han reencarnado realmente en los políticos de nuestros días, que también podría ser. Lo que sí sé, es que esto no ha sido algo que ha surgido así como así.

Asimismo, podría añadir que una vez lanzado el órdago, otros se sumaron a las peticiones de disolución, con uno u otro fin, sin duda, pero lo hicieron. Grupos más o menos jóvenes, con manifiestos propios, expresaron su malestar por los resultados obtenidos en Almería en las últimas convocatorias electorales; todos señalan y evidencian que algo está fallando, aunque, bien es verdad, que no sea todo culpa de la Agrupación Local, sino de esos particulares Reinos de Taifas creados en el seno del PSOE (porque es del que hablamos, que eso pasa en todos los partidos), en los que la ayuda no se presta desinteresadamente, sino que siempre tiene un precio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario