Una semana cualquiera

Rafael M. Martos

Director de Noticias de Almería

 

Esta semana pasada, como cualquier otra, nos ha dejado lo mismo de siempre: pasmosidad (no, no la busquen en el diccionario, no existe pero creo que deberían ir meditando los señores académicos su inclusión, con la siguiente definición: Dícese del estado anímico que se le quedan a los andaluces/almerienses ante la evidencia de que siempre es posible que les tomen el pelo un poco más). Convirtieron en noticia que Solarpaces, un encuentro internacional vinculado a la energía solar, se celebrara en Granada en vez de en Almería. Unos se mostraban indignados de que teniendo la Plataforma Solar no se hiciera aquí, y otros sencillamente no acababan de entender la decisión. Pues vale, pero resulta que la elección de la ciudad de la Alhambra se realizó hace un año y nadie dijo nada, incluido el director de la PSA, que lo sabía y era el encargado de organizar el evento de 2011.

 

Dejemos a un lado el provincianismo y analicemos los contundentes argumentos por los que el congreso se hace en la provincia vecina. La ministra de Ciencia aseguraba en el programa del simposio que era un lugar ideal por estar próxima a la PSA, que está en Tabernas. Pero quizá no cayó en la cuenta de que Tabernas está en Almería, y no sólo eso, es que en kilómetros está más cerca de la capital almeriense que de la capital granadina.

 

Pero más serio fue el argumento del director de la PSA, que también en el programa definía a la otra provincia andaluza como lugar ideal para este encuentro por ser el último reino morisco de Europa. Tal vez para un congreso de historia estaría bien, pero bueno, la genialidad está ahí. Insisto, se sabía hace un año y nadie dijo ni hizo nada para que Almería fuera la sede.

 

Si eso en realidad no tiene gran trascendencia, sí que la tiene el corredor ferroviario mediterráneo. Pues bien, después de decir por activa y por pasiva el ministro Blanco y el PSOE en su conjunto que apuestan por el corredor mediterráneo desde Algeciras, va y se despacha Chaves -vicepresidente de Zapatero- con que el que hay que hacer es el corredor central, y olvidarse del mediterráneo. A Chaves no se le cae la cara de vergüenza cuando se presentaba como candidato por Cádiz y no quiere que el corredor ferroviario llegue hasta Algeciras. Menos mal que tenemos a CiU, que sí lo demanda insistentemente.

 

Lo gracioso es que nos dicen que el corredor mediterráneo hasta Almería está en marcha, sí, pero si no llega a Algeciras hemos hecho un pan como unas tortas, y los catalanes -que tienen asegurado su tramo- reivindican con más energía que nadie que cubra todo el litoral andaluz. Será por algo, ¿no?

 

Añadamos que la Junta de Andalucía nos informa que han incluido Cabezo María entre las zonas arqueológicas protegidas, y cualquiera podría pensar que al menos es un buen gesto, una noticia positiva para la provincia. Posiblemente lo sea, pero llega con 19 años de retraso. Hace dos décadas la Junta de Andalucía lo declaró Bien de Interés Cultural, y en ese calificación se especifica que sea incluido en el catálogo de patrimonio cultural... lo que se ha hecho dos décadas después. Como para unas prisas.

 

Aparquemos la polémica sobre los dimes y diretes de la Facultad de Medicina, que daría para otro artículo, y centrémonos en que la UAL ha ingresado por matrículas la mitad que el año anterior. Las familias ya no pueden pagar la universidad pública a sus hijos. ¿Dije pública?

 

Más del Festival Almería en Corto. El PSOE revela que el actual equipo de gobierno de la Diputación dejó pasar una subvención de la Junta de Andalucía por no tramitarla a tiempo, y el PP nos cuenta que los socialistas hicieron lo mismo con otra del Ministerio de Cultura. Genial.

 

Más. Descubrimos que la Junta le dio dinero al Ayuntamiento de El Ejido cuando lo gobernaba el PAL para hacer el consultorio médico de Las Norias, pero ese dinero no se sabe dónde está. Menos mal que después de publicar esta información han vuelto a sentarse y habrá consultorio. Parece.

 

Otra. El consejero de Educación dice que su consejería no subvenciona la radio desde la que le dan caña a la alcaldesa de Adra, cuando en realidad nadie le pregunta a él. La parlamentaria Arancha Martín preguntó al Consejo de Gobierno andaluz, habida cuenta de que aparece como "incentivada" por la Consejería de Innovación. Pero esta consejería calla.

 

Vamos, una semana cualquiera de Almería. Pasmosidad.