La misteriosa empresa de Almería

Juan Folío

La Opinión de Almería



Se sabe que existe, pero nadie sabe cuál es su nombre. Por lo menos hasta hoy, aunque con el tiempo todo se andará. La Cámara de Cuentas de Madrid ha elaborado un informe tras fiscalizar las cuentas de 2008 de la Universidad Politécnica en el que alerta de irregularidades fiscales. Entre las mismas, destaca facturas que no incluyen el IVA, deuda oculta cuyo importe es imposible de calcular y adjudicaciones a dedo que vulneran la legislación vigente. El caso más llamativo es la contratación sin concurso previo de un grupo inmobiliario de Almería para dar cursos de iniciación informática, por lo que se pagó medio millón de euros.



Universidad Politécnica de Madrid

 Durante los trabajos de fiscalización, la Cámara de Cuentas preguntó a los responsables de la Universidad por qué no se consultó a otras empresas antes de hacer la adjudicación y la respuesta del rector, Javier Uceda Antolín, fue que "es la única empresa en el mercado con total experiencia en este tipo de trabajos". La compañía elegida, cuyo nombre no aparece en el informe final, "está radicada en Almería, su facturación anual no supera el doble del contrato con la UPM, y pertenece a un grupo dedicado al sector inmobiliario", según la Cámara.

El caso ha sido denunciado ya ante la Audiencia Nacional por la Asociación para la Prevención y Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en Informática y Comunicaciones Avanzadas (Apedanica), aunque no ha sido todavía admitida a trámite. Apedanica quiere que a raíz de la fiscalización, los jueces investiguen el fondo del asunto para esclarecer un posible caso de corrupción.

Al margen de esta adjudicación dudosa, el informe señala que en algunos casos "los gastos cargados al proyecto no se corresponden con el objeto del mismo o con su teórica duración, en ocasiones son anteriores a la fecha de firma del contrato y en otras posteriores a su finalización". En un proyecto, por ejemplo, cuyo objeto era el asesoramiento científico para un congreso a celebrar en 2006, y que tenía una duración de tres meses, se carga una factura por importe de 18.300 euros, cuyo concepto nada tiene que ver con el congreso, con fecha de 2008. Y muchas de estas facturas, ni siquiera llevan IVA.