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El Hospital Provincial

Pedro Mena Enciso
Profesor de Historia

Mi estimado y excelente exalumno Juan Miguel Rivas, por otra parte estudiante de Medicina, me transmite una información que es interesante recoger en nuestra Puerta Purchena pues es un ejemplo más de la estrechez de miras de los responsables políticos. Nos referimos al hospital de Santa María Magdalena, más conocido como Hospital Provincial por todos los almerienses y que se localiza en un edificio que combina distintos estilos arquitectónicos con una gracia única. Se nos dijo, hace tiempo ya, que no tardaría en reabrirse y se nos convenció de que en menos de dos años disfrutaríamos de nuevo del más que reconocido trato al que el personal del mismo nos tenía tan acostumbrados.

Patio del Hospital Provincial

Y sí, nos contentamos, nos deleitamos mientras nuestros políticos nos regalaban los oídos con su retórica recargada y su oratoria que enmascara, si no mentiras, si verdades a medias. Fueron muchos los periódicos que publicaron sus elaborados discursos, porque no solamente no perderíamos camas, si no que aumentarían las mismas.

Al final, como dice el refrán, las palabras se las lleva el viento, y las camas por lo visto el cuento. No queda ahí todo el asunto, puesto que como broche final a su ridícula actuación se han tomado la molestia de cambiar el nombre del hospital, algo bastante llamativo  teniendo en cuenta que este Centro está catalogado como Bien de Interés Cultural en su categoría de Monumento, y así queda recogido y publicado en  BOJA  del año 2007. De esta guisa, ha sido rebautizado con el nombre de Hospital Nicolás Salmerón, en un supuesto acto de honrar al que fuese tercer presidente de la Primera Republica Española, primer y hasta el momento único presidente que ha aportado nuestra provincia. Personalmente siento una admiración especial por este insigne almeriense de Alhama, ejemplo de integridad para todos. Se trata de un ser humano ``como la copa de un pino`` capaz de dimitir y perder una meteórica y bien merecida carrera política por anteponer su moral y convicciones a su propio interés.

Lo más gracioso de todo es que su nombre lo utilizan unos políticos que no le llegan ni a la suela de los zapatos, y cuya moral difiere enormemente de las ideas auténticas, llenas de coherencia y firmes principios éticos. Necesitaríamos a unos cuantos Nicolás Salmerón como brazo anticorrupción en las sociedades actuales.

Dicho esto, no me parece adecuado cambiar el nombre histórico de nuestro hospital y más bien entra dentro de la habitual demagogia y todavía demonios familiares por superar de algunos representantes políticos cuando se topan con una tradición ligada a la historia religiosa. Y  así estamos ahora, con un hospital que no abren, con el uso de un buen hombre cuyo nombre e ideal no respetan y con la nueva promesa de que el que siempre se conocerá como Hospital Provincial de Almería va a reabrir sus puertas en Septiembre. Veremos que ocurre aunque con los ya incontables ejemplos de lo que nuestros ``admirados`` políticos son capaces, solo puede quedarnos claro que la confianza en ellos es a estas alturas muy reducida porque se han abandonado a una irrefrenable espiral de poder. Ideal recogía el 19 de Abril de 2006 la siguiente noticia procedente de la Consejería de Saludo: “El nuevo Hospital Provincial estará acabado en un plazo de dos años”. Pues bien, han transcurrido cinco años y medio y seguimos esperando.

1 comentario:

  1. Javier Vargas31/8/11 18:56

    Magnífico artículo con el que estoy totalmente de acuerdo. Me toca especialmente la fibra sentimental, pues mi niñez ha estado notablemente influida por este enigmático edificio.

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